Buena parte del ejercicio de la política es la conciliación de intereses diversos de los miembros de una sociedad que a su vez, en profundidad, se apoyan en visiones diferentes de la misma y así, poco a poco, se termina moldeando el tipo de nación en la que se vive.
Cada vez que se toma partido por una causa determinada hay que entender bien qué intereses se están respaldando. Porque todo puede resultar aparente. Se puede terminar defendiendo, sin enterarse, causas contrarias en las que uno cree. Y eso sucede en política con mucha frecuencia, más de la que uno cree. Maquiavelo entendía bastante de estas cosas.
Al siguiente día del plebiscito empezaron a salir a flote algunas situaciones que permiten intuir las verdaderas intenciones detrás de...