Por Germán Vallejo Villa
Es casi imposible, pero puede ser. Porque al paso que vamos Medellín no va a ser la misma y si la ciudad pierde, todos perdemos.
Humildad, qué virtud tan escasa pero tan necesaria hoy.
Me refiero al desacuerdo entre el alcalde Quintero y los impulsores de su revocatoria.
Daniel Quintero, como todos los que han pasado por la Alcaldía de Medellín, tiene aspiraciones presidenciales. Hasta ahora se ha ganado gran parte de los jóvenes. Si se prestara para un entendimiento con sus opositores podría ganarse, además, el favor de los mayores.
El hecho es que todos han fallado: la anterior Junta de EPM cometió errores en la venta de Une, los negocios en el exterior, Hidroituango, etc.
El alcalde Quintero se equivocó al nombrar como gerente, a dedo, a uno de sus amigos. Y pretende politizar la empresa que por mucho tiempo se manejó con criterios independientes.
Intentar un diálogo entre las partes no cuesta nada. Pueden nombrar tres árbitros.
Alcalde Daniel Quintero: indíquele a Medellín que ‘la primavera’ es posible.
Alcalde Quintero y oposición: demuestren que de verdad, para ustedes la ciudad está por encima de intereses personales.