Lo que ocurre con la ciclorruta de Palacé, entre San Juan y la calle 35, no es otra cosa que falta de educación vial. Conductores de todo tipo de vehículos y peatones, invaden la vía diseñada para el paso exclusivo de las bicicletas e incluso se llega a extremos de agredir a los ciclistas considerándolos un estorbo. Las ciclorrutas, que deben multiplicarse en el Aburrá, se construyen para hacer ciudades más cívicas, seguras, eficientes, defensoras del medio ambiente y con planificación del transporte multimodal y alternativo. Hay que fomentar el respeto por el ciclista y sus vías.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
Regístrate al newsletter