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Un ataque terrorista, cerca de una base militar, que la inteligencia estatal atribuyó al Eln, dejó tres soldados heridos.
Otra acción demencial que al parecer busca “llamar la atención” por parte del grupo guerrillero. Es condenable pretender retomar la mesa de negociaciones con el Gobierno Nacional apelando a una violencia condenada de manera unánime por la sociedad civil.
El terror, como lo advierte el presidente Iván Duque, no puede ser arma de presión. Con sus agresiones, el Eln está lejos de cualquier apoyo.