Pico y Placa Medellín
viernes
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La economía presenta un balance agridulce en el 2016. El más negativo es la desaceleración de la economía con ausencia de sectores productivos jalonadores de crecimiento. Algo hizo la construcción, pero no alcanza a ser representativo en el total.
También negativa fue la volatilidad de la tasa de cambio, que es muy perjudicial para el sector productivo y crea sobresaltos.
El inicio del año fue muy agrio en materia de inflación pero cerramos el año con mucho mejor comportamiento, que nos hace pensar que la inflación estará por debajo del 6 %, lo que es mucho más manejable que otros escenarios que se planteaban. Otro hecho dulce es el empleo. En esa materia se cierra bien, aunque hay que estar muy atentos hacia lo que pueda pasar en 2017.
En cuando a la balanza de cuenta corriente la cosa no es dulce, pero es mejor de lo que se había pensado. Vamos a cerrar por debajo de 5 %, cuando llegó a estar encima del 7. Cerramos con un déficit fiscal por debajo de 4 %, inferior a lo que se pensó y es dulce que vaya avanzando la Reforma Tributaria.
Lo más importante es que el país haya pasado este año lleno de contrastes y de tensiones y que se prepare para un 2017 igualmente desafiante en materia económicas.
