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La creativa reinvención de la industria musical

De la zona de despeje para la piratería a la reproducción de música en línea reglamentada. Las empresas parecen tener ventaja sobre los artistas.

  • La creativa reinvención de la industria musical
27 de diciembre de 2014
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Cuando la conexión a internet se hacía por línea conmutada, las noches eran ideales para la descarga de música.

Quienes conocieron Audiogalaxy en 1998 o el popular Napster a partir de su nacimiento en 1999, dedicaban horas a buscar canciones y las dejaban en proceso de descarga, haciendo fuerza para que la conexión no se cayera. En ese año, Napster tuvo más de 26 millones de usuarios en el mundo. La piratería digital tenía su zona de despeje.

Hoy en día, la mejora en conectividad y las leyes transformaron el panorama.

Los sellos discográficos logran ganancias del consumo de música en formas que hasta hace unos años no eran posibles. Hasta YouTube, la principal forma de acceder a la música para los consumidores de todo el mundo, funciona bajo licencia y está monetizado en casi todos los países.

Las descargas se volcaron para el lado de la industria musical y siguen teniendo fuerza. Ahora se realizan bajo la ley y los usuarios pagan por ellas. Aunque los servicios de música en línea por suscripción como Spotify y Deezer son el área de mayor crecimiento en el campo de la música digital (los ingresos aumentaron un 51,3% a nivel mundial en 2013, según el informe de la música digital de la Ifpi 2014), las descargas siguen siendo el principal componente de los ingresos digitales (67%), sobre todo con la apertura de mercado de iTunes, donde se pueden comprar trabajos discográficos enteros o solo una canción.

Música sin almacenaje

Según datos de la compañía de investigaciones Portio Research, en 2012, de los teléfonos móviles, solo el 13% eran inteligentes. Esta cifra ha crecido y se prevé que para 2016 será del 36% aproximadamente. Esto ha impactado el sector de la música, puesto que las personas la consumen en teléfonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos inalámbricos mientras realizan sus actividades cotidianas.

Por esto el éxito de la música en streaming, como Spotify y Deezer, que van a la cabeza del negocio. Además de que la música no ocupa espacio físico, este tipo de servicios ofrecen una ventaja: las recomendaciones.

“Con opciones y catálogos infinitos, más de 30 millones de títulos, lo mejor para los servicios de música por streaming es usar las recomendaciones específicas para descubrir y sorprenderte con nuevos artistas que se acercan a tus gustos musicales”, dice Luis Grisales Rendón, coleccionista de música en formato físico, quien acude a las plataformas digitales para la cacería de nuevos sonidos.

Con esta modalidad, los más beneficiados parecen ser los usuarios y las empresas de streaming, pues tanto artistas (como Thom Yorke y Taylor Swift) y sellos discográficos (como Sony), han criticado este sistema porque no se sienten bien remunerados. “Si bien el número de streams ha crecido en más de un 70% en el último año, las regalías para compositores y editores no han crecido al mismo ritmo”, ha expresado Marty Bandier, director de Sony, en referencia a Spotify.

Esta situación, sumada a la piratería que sigue encontrando la forma de colarse, son amenazas para el desarrollo del mercado legal de la música y para la inversión en artistas..

12.5
millones de suscriptores de pago tiene Spotify
5
millones de usuarios de pago tiene Deezer
30
millones de canciones se pueden encontrar en la plataforma de Spotify

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