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Iván Valencia, Juan David Cuervo y Sergio González recorren diariamente la ciudad a bordo de un vehículo de basuras, ellos recogen los desechos y van limpiando las calles. “A mí me gusta lo que hago, porque qué mejor que limpiar mi ciudad,” dice Juan David, quien no se quita sus gafas oscuras para trabajar.
Ellos ya lo han visto todo, por eso cuando aparece un reloj abandonado en la basura, ninguno se inmuta.
Es que los desechos de una ciudad hablan mucho de ella. Por ejemplo, en El Poblado se recogen más plásticos y en las comunas 1, 2 y 3 más desechos orgánicos. Y al menos dos veces al año aparecen cadáveres dentro de las bolsas. “Una vez encontramos una mano cerca al Parque de los Deseos, y una cabeza en Prado,” relata Iván, quien lleva casi un año de conductor del carro de basura.
Durante su recorrido están luchando contra pequeñas adversidades; con los recicladores que abren las bolsas, con los perros que las muerden o con aquellos que tiran los desechos al suelo, y se llevan la bolsa para no gastársela.
Estos tres hombres, que bien se podrían llamar héroes de la ciudad, se las ingenian para dejar limpios los puntos de recolección. “Usamos dos pedazos de madera para empujar la basura que queda fuera de las bolsas,” cuenta Sergio, orgulloso de su ingenio.
A pesar de estar limpiando la ciudad, ellos no se salvan de los insultos y el estrés de las calles. “A veces los maltratan por causar taco mientras recogen la basura en una calle angosta,” cuenta Luis Fernando Vanegas, su jefe, administrador de la Zona 1, compuesta por las comunas Popular, Santa Cruz, Manrique y Aranjuez.
En equipo, se demoran de 3 a 4 horas haciendo el recorrido, teniendo en cuenta que en esa sola zona trabajan 27 vehículos. Los miércoles son los días de más residuos, mientras que los viernes, sábados y domingos hay menos. Según Vanegas, esto sucede porque en la primera parte de la semana la gente come más en casa. “En cambio, los fines de semana los ciudadanos salen a comer a fuera, a los centros comerciales,” explica.
Además de ellos, hay otros 129 vehículos limpiando otras partes de la ciudad, 38 de estos funcionando con gas natural.
Recomendaciones
Felipe Pineda, administrador de la Zona 2, compuesta por las comunas Castilla, Pedregal, Doce de Octubre, Robledo y los corregimientos de San Cristóbal y Palmitas, da siempre tres consejos básicos para que la ciudad luzca impecable.
Lo primero es estar atentos a la frecuencia de los carros, “para que no dejen la basura en la calle varios días”. Sobre este punto, agrega que varios colegios de Medellín se rajan en esto, dejando las bolsas tiradas en las aceras aledañas.
El segundo consejo que da es que los residuos siempre vayan dentro de una bolsa. “A los operarios les termina tocando recoger la basura con sus propias manos,” explica, indignado por la situación.
Y el último es recordar que solo se pueden sacar residuos ordinarios. “Para colchones, muebles y escombros hay que llamar a un servicio especial”.
Recoger un colchón que se doble cuesta 10 mil pesos y uno que no, 20 mil. Y la recogida de escombros, cuesta 2.800 pesos por cada bulto de 50 kilos. “Hay gente que no quiere pagar por deshacerse del colchón y los tira a la calle”, dice Pineda.
Seguir estos consejos no solo mejorarían la calidad de vida de Iván, Juan David y Sergio, también la de la comunidad. Por eso quieren que los ciudadanos digan #YoMeComprometo con una ciudad limpia .