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Con una pega muy terrenal, usada hasta en reparaciones caseras, se superó la fuga en la Estación Espacial Internacional que afectaba la presurización.
Se trataba de un agujero de 2 milímetros en uno de los dos módulos rusos Soyuz atracado en el complejo Rassvet, segmento ruso de la EEI.
En la mañana los astronautas se dedicaron a investigar la fuga y ver si había otras, aislaron el pequeño agujero
Los controladores de vuelo en Houston y Moscú, con la tripulación evaluaron la mejor opción para reparar el daño: una pasta epóxica sobre una gaza estéril. Mientras se discutía esta solución casera, bien terrenal, los controladores en Moscú aumentaron la atmósfera de la Estación con el suministro de oxígeno de la Progress 70, una nave carguera rusa que surte el habitáculo espacial.
Desde Houston continuará el monitoreo de presión para verificar que la reparación fue exitosa.
Por su parte, la agencia espacial rusa Roscosmos diseñará una comisión que analice a profundidad la posible causa de esa fuga.
Ahora los sistemas de la EEI están estables y la tripulación ha retornado a sus actividades normales. En la noche, los controladores mantendrán la vigilancia sobre la presión.