<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Quienes han tenido covid le dicen por qué es mejor quedarse en casa en esta época

Lectores de EL COLOMBIANO que tuvieron este coronavirus cuentan su experiencia para afianzar la idea del autocuidado.

  • Luis Fernando Valencia, Zulma Hernández y David Pacheco cuentan su historia. FOTOS Cortesía
    Luis Fernando Valencia, Zulma Hernández y David Pacheco cuentan su historia. FOTOS Cortesía
24 de diciembre de 2020
bookmark

Algunos tienen claro cómo se contagiaron o en qué momento, otros no. El miedo inicial fue el mismo para todos: malestar en el cuerpo y a ver cómo reaccionan. A medida que los días pasaban, para cada persona que compartió su experiencia con EL COLOMBIANO, la respuesta de su organismo fue diferente.

El doctor Mauricio Ruiz Jiménez, director médico de la clínica CES, explica que en cuanto a la infeccion por el virus Sars-CoV-2 que causa covid-19, “encontramos que la enfermedad tiene distintas formas de presentación, no hemos podido identificar claramente cuáles son los factores que van a agravar o a complicar los cuadros de los pacientes”.

Los síntomas iniciales que la misma Organización Mundial de la Salud describe como fiebre, tos seca y cansancio son tan variables que a unos les da de forma intensa y a otros no, y hay personas que presentan signos como “dolores y molestias, congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, pérdida del gusto o el olfato y erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies”, concluye la OMS.

En casa, hospitalizados o en unidad de cuidados intensivos, estas personas que contrajeron la covid-19 vivieron una experiencia que no quisieran repetir y no se la desean a nadie y cuentan su historia para que en estas festividades que se acercan, las personas tomen consciencia de que esto no es ni una gripa, ni un virus inofensivo y que no se puede bajar la guardia porque como dice Zulma Hernández al contar su caso, “yo este año me quedo en mi casa, no arriesgo al resto de mi familia y no me arriesgo yo y sé que de ahora en adelante voy a pasar muchas más navidades con ellos”.

Luis Fernando Valencia - 57 años

“El pasado 26 de septiembre fui a un evento, en un restaurante, éramos seis personas en la mesa, me quité el tapabocas para tomarme fotos. Al día siguiente una de las personas en la mesa sale infectada, su esposa al otro día y yo al tercero.

Me hice la prueba el 1 de octubre y el 2, día de mi cumpleaños, salí positivo. Sentía dolor en la espalda, estaba cansado, agotado, no perdí ni el olfato ni el gusto, no me dio dolor de cabeza. Solo malestar, indisposición, dolor en los huesos, como una gripa. Tuve fiebre por encima de 38, la logré controlar los primeros días y luego me fui así hasta el décimo día en que sentía todo controlado, pero justo esa noche no dormí, no estaba respirando bien, se me había bajado la oxigenación. Llamé a los médicos y me llevaron en ambulancia. Estaba muy congestionado en los pulmones, neumonía primer grado y me trasladaron a la clínica El Rosario. Estuve en habitación con oxígeno y de ahí para arriba seguía ingresar a la UCI.

El día 13 de la enfermedad estaba muy mal, sin fuerza y ya iba para cuidados intensivos. Yo muy positivo, subí un video a redes, bastante agotado y aporreado, pero era para decirle a la gente que el covid no era jugando. Yo soy un hombre muy positivo y quería llevar ese mensaje. En mi infancia tuve malaria, también hepatitis y quedé con un hígado graso, me afectó bastante eso y el virus llegó y me aporreó mucho ahí. Me ayudaron los mensajes de apoyo que recibí, eso me dio fuerza, había cadenas de oración y esa energía me ayudó.

Al día siguiente se empezó a ver la recuperación, empezaron a controlar el oxigeno, yo tenía una cánula, una cosa monstruosa, eso entra como aire caliente por la nariz. Duré 17 días hospitalizado. La soledad en eso es complejo, nadie te puede visitar. Salí de la clínica con oxígeno. Estuve anticoagulado porque esto generó unos trombos. He tenido terapia respiratoria y de movilidad, el tema poscovid ha sido difícil, tuve gota por 20 días, dolores lumbares, siento mucha fatiga. Aquí vamos. Quiero decirle a los amigos que leen esto que el covid-19 no es un juego, para muchos una gripa para otros la muerte, debemos celebrar los que vivamos juntos, no sabe uno que llegue un primo, sobrino, asintomático y contagiar a los familiares de edad”.

Zulma Patricia Hernández - 43 años

“Somos cinco personas en casa con mi esposo y mis hijos. La única que estaba saliendo a trabajar era yo, pero en mi oficina financiera con todos los protocolos. Quienes empezaron con síntomas fueron mi hijo mayor y su novia, que se estaba quedando en casa, después mi esposo y luego yo. No hemos identificado cómo nos contagiamos. En mi caso el malestar del cuerpo fue horrible, me dio muchísimo dolor de estómago, pero nada respiratorio. Seguí con el trabajo en casa y por esos días me sentía bien. Mi aislamiento terminaba el 6 de noviembre y ese día comenzaron unos dolores muy fuertes en mi brazo izquierdo, el pecho, la espalda, muy impresionante. Llamé a la EPS y me remitieron a urgencias. Cuando fui mi saturación de oxígeno estaba bien, pero en ese momento el dolor era insoportable, yo sentía que alguien me estaba desgarrando el brazo desde el hombro.

Me hicieron exámenes de todo tipo, un doctor con cara de preocupado de aquí al infinito salió e hizo llamar a mi esposo y nos dice que lo más probable era que yo tenía una embolia pulmonar. Me puse a llorar, no quería que me entraran al hospital, por eso que la gente dice que el que entra no sale. Me dejaron en urgencias, me empezaron a aplicar anticoagualante, una de las complicaciones que tiene el covid-19 es la coagulación, yo tengo un antecedente de hipertensión arterial. Me remitieron a un hospital de alta complejidad, en todo ese proceso duré ocho días hospitalizada. Algo que uno no se espera, es estar solo por ser paciente covid, no se puede recibir a nadie, es lo peor que haya vivido, una semana terrible, me sacaban sangre todo el tiempo, los brazos eran chuzados, inflamados, no encontraban por donde canalizarme ya no sabían por dónde sacarme sangre.

Cuando ya me dicen que podía seguir con el tratamiento desde la casa, no ha sido fácil. Eso fue el 6 de noviembre y esta es la hora en que no he podido volver a trabajar, es un proceso bastante largo, existe molestia al respirar, no puedo ni trotar, me da dolor en el pulmón, donde está el coágulo. No duermo bien, no sé como acomodarme para descansar, aún está el dolor en el brazo. Nunca he pasado una navidad lejos de mi familia, pero este año he pensado en guardarnos esta fecha para pasar muchas más en adelante juntos”.

David Pacheco - 42 años

“A comienzos de marzo, pensé que tenía gripa, fui a consulta. Para este momento, los protocolos de bioseguridad no eran muy claros y lo que se sabía del tema era realmente poco, varias veces fui a urgencias y me devolvieron porque era un resfriado ‘normal’. Hay muchas hipótesis de cómo me pudo dar la enfermedad, pero ninguna es confirmada, no sabemos realmente cómo fue el foco de contagio. Fui como la segunda persona confirmada en Medellín con covid-19, esto gracias a la prueba de PCR.

Nunca me llamaron a decirme el resultado de la prueba, una conocida que trabaja en el ámbito de la salud ingresó al sistema y me contó que el resultado había salido positivo. A mí me afectó el sistema respiratorio y el neurológico, causándome una infección que me llegó al cerebro y esto repercutió en secuelas como la memoria, me podía quedar pausado y no sabía qué pasaba, olvidé números que me sabía de toda la vida. Nunca estuve hospitalizado, siempre me devolvían para la casa, incluso en la peor parte de la enfermedad cuando se complicó bastante la respiración, siempre fui monitoreado desde casa. A pesar de tantos cuidados hubo un momento en el que me desmayé, quedé inconsciente y pensé que me iba a morir solo en la casa.

Luego, cuando pasó la enfermedad, pensé que todo había terminado, pero comencé a tener episodios de ansiedad, de alucinaciones, de no poder dormir y pesadillas. Llevo tres meses con tratamiento psiquiátrico y con medicación, me alejé de todo el mundo y tuve que cerrar mi empresa. Apenas en septiembre logro salir al mundo y a comenzar a verlo de manera positiva, a dejar de tener pensamientos tan negativos. Le digo a la gente que si no tiene que salir y si no es obligatorio, no lo haga. Especialmente si tiene adultos mayores o personas con morbilidades, cuídelas”.

(En el video, en orden de aparición: Luis Fernando Valencia, Zulma Hernández y David Pacheco).

Diseño de Mutis El Colombiano

Más historias

Santiago Bustamante - 38 años

“En la oficina en la que trabajo un compañero, un viernes, tenía mucho desgano, como sin querer hacer mucho. Al regresar el lunes a trabajar se sentía muy maluco y se hizo la prueba y al martes en la mañana había salido positivo. Ya en la noche del mismo martes mi esposa pasó muy mala noche y el miércoles yo empecé con síntomas de desgano y maluquera. Al otro día me hice la prueba, me aislé y el resultado salió positivo. Al fin de semana me empezó fiebre a 39.7°, bajaba y subía y estuve tres días así y no era capaz con el cuerpo, se me fue el olfato, el gusto y hasta el apetito. Bajé ocho kilos en una semana, no era capaz de beber y comer, ni agua. Me dio susto, al tercer día de fiebre ya pensaba irme a urgencias porque nunca en la vida me había dado algo así, era casi que delirando, algo que jamás había vivido. A mi esposa también le dio, se le fue el olfato, el gusto y una sensación horrible de no querer ni pararse de la cama.

Los síntomas pasaron a los ocho días y logramos superarlo mi esposa y yo. A pesar de que ninguno tuvo que ser hospitalizado, mi esposa si se siente agotada al caminar, como asfixiada. Yo sentí agotamiento semanas después y de a pocos he ido recuperando los kilos que perdí.

La verdad este covid-19 es serio, y uno no sabe cómo va a reaccionar su cuerpo ante la enfermedad, no es para cogerlo tan olímpicamente. Haber tenido covid no es ni bueno ni tranquilo, yo pude salir medianamente bien librado, pero hay gente que no. He conocido gente joven que les ha dado peor que a mí y han tenido que estar en UCI y entubados, la gente tiene que quitarse de la cabeza la idea, en estás épocas, de que porque uno es joven no le va a dar o si le da no le va a dar duro, eso no se puede saber”.

Andrés Molina - 49 Años

“Creo que el momento en que me contagié fue cuando pedí algo de comer y el domiciliario venía sin la mascarilla y se la puso para entregarme el domicilio y estornudó varias veces. Se notaba que tenía gripa. En ese momento, ya era julio y no caí en cuenta. A los seis días salí a hacer ejercicio y me sentía alcanzando, al otro día empecé a tener síntomas de fiebre, un malestar general sin dolor. Mis amigos médicos me sugirieron que fuera al hospital para un chequeo y prueba de covid y me dijeron que debía quedarme. Pasé peor noche que la anterior, me colocaron oxígeno y estaba con posibles covid en habitación, en cuidados intermedios. El resultado salió positivo, lo vieron muy avanzado y de una me dijeron que me iban a intubar. Eso fue a quemarropa, me dieron media hora para poner en alerta a los amigos y familia y negocios y listo. Yo me imaginaba uno o dos días y estuve dormido 25, en coma inducido, estuve en UCI, no respondía, un día me estabilizaba y al otro día me empeoraba el doble. No dejaban entrar a mi familia ni a mis amigos. Estuve 25 días en otro mundo, tuve constantes pesadillas, muchas anécdotas hasta estuve en Marte, pase muy rico por allá, yo no sabía lo que pasaba en mi realidad, en el hospital.

Tuve neumonía, que me dejó secuelas y una bacteria hospitalaria. Me hicieron traqueostomía. Desperté cuando a los batacazos en una camilla, me llevaron de cuidados intensivos a una habitación normal. Sentí como me pasaron como un animal de la camilla a la habitación y cuando me desperté no podía ni levantar un brazo, no tenía fuerza, cualquier cosa me dolía mucho. Me hicieron la pregunta más tonta del mundo al despertar: ¿Sabe en que fecha estamos? Siguieron los cuidados en habitación, pudo entrar mi familia, se turnaron 24 horas para acompañarme. Ya en casa dependía de un sobrino, he tenido varias terapias y ahí voy, con dolencias raras, siento mucho frío del tobillo para abajo como si estuviera metido en un balde con hielo o en una nevera, todas las falanges me duelen y como me pronaron, (boca abajo), quedé con esguince de cuello que aún me molesta, entumecimiento del muslo izquierdo y el hombro derecho también al estar volteado me duele cuando hace frío o en movimientos y está mal el manguito rotador.

Yo le digo a la gente que en estas fechas se aguanten, es mejor conversar por teléfono porque con una visita se puede contagiar de virus. Ponga videollamada, o la llamada más larga de la habitual, el riesgo es grave, es una enfermedad desconocida, hay gente que sale bien y otra no. Yo hoy valoro otras cosas al despertar, el sol, caminar, los detalles más mínimos”.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD