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¿Vestir sin corbata y traje es un afrenta al público?

Analistas en moda ven bien que entidades públicas les exijan a los funcionarios un código de vestuario, pero sin llevarlo a extremos.

  • Analistas en moda ven bien que entidades públicas les exijan a los funcionarios un código de vestuario, pero sin llevarlo a extremos. FOTO Shutterstock
    Analistas en moda ven bien que entidades públicas les exijan a los funcionarios un código de vestuario, pero sin llevarlo a extremos. FOTO Shutterstock
02 de marzo de 2016
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“Vuelve la sobriedad y la sencilla elegancia a la Gobernación de Antioquia (...) Pasada la racha de informalidad afrentuosa para la comunidad, los funcionarios y funcionarias públicas (sic) recuperaron el buen sentido de su presentación personal como una forma de respeto por los ciudadanos (...). Ahora vuelve la elegancia y pulcritud (...)”.

Así informó el noticiero de Teleantioquia, en una de sus emisiones del pasado lunes, sobre una supuesta directriz del gobierno departamental para que los funcionarios de la entidad asumieran un código de vestuario que incluiría traje y corbata.

Si bien Jorge Moreno, de comunicaciones de la Gobernación, indicó que no existe una comunicación o directriz oficial que se refiera a esta situación, el extracto de la emisión del noticiero fue compartido en redes sociales por usuarios que expresaron opiniones encontradas frente al tema.

¿Es una afrenta?

Una de las inquietudes que planteó la información es si la informalidad en el vestir de los funcionarios de entidades públicas es, citando de nuevo el texto en mención, “afrentuosa para la comunidad”.

No usar corbata y traje es una de las características que ha identificado de manera pública al exalcalde y exgobernador Sergio Fajardo, y que se expandió a la mayoría de quienes lo han acompañado en sus mandatos regionales.

Laura Echavarría, bloguera de Fashion Lessons, no lo considera así. Cree que se deben mantener ciertos códigos de vestuario en el trabajo, pero la corbata “no le quita ni le pone seriedad”, y de hecho ha ido desapareciendo de estos espacios corporativos.

Sin embargo, usar traje “sí debería ser obligatorio para quienes trabajan frente al público y que merece cierto respeto. Si bien la corbata no es necesaria, sí lo es un traje que amerite una buena presentación”.

Martha Cálad, directora del Laboratorio de Moda y Económico de Inexmoda, opina que la decisión tendría sentido si la Gobernación quisiera proyectar una imagen corporativa formal, seria, y por supuesto respetuosa hacia el público que atiende.

“Es válido, los trajes con corbata proyectan todo eso. Sin embargo, eso debe ir acompañado del trato, la delicadeza, la seriedad y el juicio de cada funcionario”, agrega Martha.

¿Cuál es el código ideal?

La bloguera Laura Echavarría hace énfasis en que no es necesaria la elegancia para mostrar respeto hacia los demás.

Basta, en sus palabras, con “guardar las proporciones”. En hombres no funcionan los jeans con desgastes o efectos; sí los pantalones, las camisas de botones manga larga y los zapatos formales (no tenis).

En las mujeres, no incluir minifaldas, escotes pronunciados ni zapatos abiertos.

“Hay poca educación en cuanto al código de vestuario para la oficina o el trabajo y, cuando se da la libertad de que se vistan como quieran, realmente no saben cómo distinguir entre lo informal y lo óptimo para el trabajo”, concluye Laura.

3.800
El aproximado de funcionarios que tiene en nómina la Gobernación.

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