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Colágeno, más que un tema estético
Los estudios en torno a esta proteína dejaron de ser un tema cosmético para convertirse en un tema de salud integral.
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No solo es importante ingerir colágeno, sino generar esta proteína bajo el propio patrón de ADN, único en cada ser humano. Foto: ShutterStock
¿Qué es lo primero que viene a la mente cuando escuchamos la palabra colágeno? Probablemente pensamos en arrugas, uñas y pelo. Por muchos años, se ha asociado el colágeno solamente con tratamientos de belleza, sin embargo, numerosas investigaciones clínicas han demostrado que esta proteína, además de ser la más abundante del cuerpo humano, es el componente estructural de todo tejido conectivo. El colágeno se encarga de dar fuerza y proteger a los músculos y órganos vitales, es fundamental para la salud de los huesos, ligamentos, tendones, cartílagos y piel, vasos sanguíneos, córnea y encías. Le damos menos importancia de la que posee.
El cuerpo tiene la capacidad de generar su propio colágeno, pero con el paso de los años la producción de esta proteína se reduce. Según explica Johan Briké, vocero de la División Médica de Biominerals, “de los 20 a los 30 años se pierde aproximadamente un 1,5 % de colágeno por año. Esto se acelera a partir de los 45 con la pre menopausia, y cuando se llega a los 60 la reducción alcanza un 35 %”.
Aparecen entonces dolores en las articulaciones y músculos, deterioro en la visión y pérdida de pelo, así como de elasticidad y tersura en la piel. Si bien la degradación de colágeno hace parte de un proceso natural del cuerpo, hay diversos factores que contribuyen a que sea más pronta, como es el caso de una mala alimentación, la falta de sueño, sedentarismo, estrés, exposición solar, polución, tabaquismo, entre otros.
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Genere su propio colágeno
Existen varias maneras de compensar la deficiencia de colágeno. Se promueve el uso de cremas, las inyecciones y el consumo de alimentos ricos en proteína, que a criterio de algunos especialistas, no son suficientes porque no alcanzan los niveles requeridos por el cuerpo.
“Si usted se aplica cremas con colágeno o se lo inyectan en la cara, solo se beneficia esa zona por un tiempo determinado, y si come o bebe colágeno, al ingerirlo lo que hace el organismo es que lo toma como alimento, lo rompe y lo desecha. Por eso lo inteligente es lograr que el organismo genere su propio colágeno mediante la inducción celular del silicio, así las ventajas serán no solo estéticas sino de todo el organismo”, señala el doctor Briké.
Briké continúa con sus investigaciones científicas en torno al tema con el objetivo de difundir un mensaje claro: el colágeno no se come, se genera.
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