Por un lado, un grupo de soldados e integrantes de las Farc trabaja, con sigilo, en la desactivación de cientos de minas antipersonal esparcidas alrededor de las casas de un puñado de campesinos.
Al tiempo, en el propio casco urbano, el sueño de toda una población por tener una educación de calidad brindada en una infraestructura de primer nivel, se hace realidad.
Los dos escenarios se viven hoy en Briceño, norte de Antioquia. Mientras en la vereda El Orejón se realiza el desminado humanitario, hoy, el gobernador, Sergio Fajardo inaugura el Parque Educativo Cañaveral, en la cabecera municipal.
La nueva obra tiene feliz a todo el pueblo. Aunque no es la infraestructura con amplios espacios, como las que ya se levantaron en otros 29 municipios, la de Briceño tiene un diseño especial.
El Parque Educativo Cañaveral, como ha sido llamado, tiene una fachada verde oscura, es de tres niveles y sus ventanas están ubicadas de manera desigual.
El diseño del lugar, fue realizado por Juan Camilo Restrepo, arquitecto de la Universidad Pontificia Bolivariana, uno de los profesionales que diseñó el Orquideorama del Jardín Botánico de Medellín.
El concepto del Cañaveral lo lideró César Hernández, gerente de Parques Educativos de la Gobernación de Antioquia, y está enfocado en la formación de maestros con énfasis en la capacitación de las nuevas tecnologías, la innovación, comunicación, y las competencias digitales.
“Impulsamos la accesibilidad digital a la comunidad rural, y fortalecimiento de la educación básica y media haciendo énfasis en la preparación de las pruebas saber y manejo de las TIC”, dijo el funcionario.
Por su parte, el alcalde del municipio de Briceño, Omar Fernando Arenas, manifestó que el nuevo parque tendrá gran oferta de programas académicos y su diseño se complementará con la remodelación del parque central de la población.
“Con esta obra y otras que adelantamos en el Municipio, estamos cambiando la página de la violencia, llevando progreso, accesibilidad y desarrollo al municipio”, aseveró el alcalde Arenas .
