Síguenos en:
José Guillermo Ángel
Columnista

José Guillermo Ángel

Publicado

SOBRE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Por

josé guillermo ángel

joseg_angel@yahoo.es

Estación Bullicio, habitada con múltiples voces a favor y en contra, emociones encontradas, mentiras repetidas, rigores sospechosos, injurias, análisis serios y profundos, obsesiones, temas de actualidad, rencores, alegrías, envidias, solidaridades, justos a tiempo, autocensuras, censuras, textos subliminales, imágenes lindas y otras grotescas, textos recortados, cándidos, rabiosos, cómicos, asustadores, inteligentes, rectificaciones, en fin, que en nombre de la libertad de expresión se ha llegado a puntos diversos: unos han aclarado situaciones, otros las han confundido, algunos se han puesto a delirar y, mal que bien, con intención o sin ella, también han confundido ideas con propaganda, opiniones con deseos y verdades con asuntos personales. Y en este bullicio, cada vez más ruidoso debido a la multiplicidad de medios, la gente expresa lo que sabe, lo que siente, lo que lo asusta, lo que odia y hasta lo que quiere convertir en un negocio, que en el caos siempre hay crédulos.

Pero el asunto no se queda ahí, pues la libertad no es hacer lo que yo quiera (lo que sería libertinaje) sino un hacer para ser yo en el mundo sin presiones ni miedos. El mismo Moisés, como dice la tradición judía, se demoró cuarenta años en configurar la Torá, esas instrucciones para vivir en comunidad y en libertad, ser más humano y sacarle partido a la vida estando contento en ella. Esa libertad, que es uno de los basamentos de occidente, no es entonces una desmesura sino una medida, una situación frente al otro, un posición de encuentro y a la vez de conservación de lo mío en tanto que eso me provee de identidad y de un lugar en la tierra, me proporciona esa diferencia necesaria que permite un compartir.

Sin embargo, esto que sería la libertad, a partir de la misma Roma trasciende los límites del vivir y se va a las ideologías, a los señalamientos, a la burla, a la discriminación y al irrespeto de creencias religiosas, condición sexual, tipo racial y aspecto corporal. Y esa tradición que crece y se desborda después de la revolución francesa y se extiende a Rusia y Alemania nazi (Der Stürmer, el periódico de Julius Streicher deshonró como quiso a los judíos y el resto ya se sabe: campos de exterminio) deformando realidades, creando mentiras y promoviendo prejuicios contra el diferente, el creyente o el extranjero, vuelve a aparecer ahora con las respuestas que conocemos. A una acción violenta y continuada, una reacción violenta, en la que no se sabe quién es más fanático que el otro. Y todo en nombre de una supuesta libertad de expresión que más pareciera una acción política encubierta.

Acotación: excluir a otro a partir de la burla, etiquetarlo para que se tenga una idea terrible de él, lo hicieron los espartanos con relación a los persas. Y lo seguimos haciendo. Y no se justifica con esto el terrorismo, al que hay que combatir. Pero tampoco al extremismo de los que hacen de su supuesta libertad de expresión una deformación constante del otro.

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas