Combates entre el Clan del Golfo y el ELN hicieron desplazar a más de 50 familias en Segovia
Además de las 53 familias que se han desplazado hasta el momento se advirtió que 500 integrantes de la comunidad Embera podrían dejar su territorio debido a los combates.
Periodista, apasionado por la historia, la geopolítica y los documentales. Hago preguntas desde que tengo uso de razón. Egresado de la Universidad Eafit.
La Defensoría del Pueblo alertó que 53 familias han salido desplazadas de zona rural del municipio de Segovia, ubicado en el Nordeste antioqueño, por temor a los enfrentamientos armados entre integrantes del Clan del Golfo y el ELN.
La entidad reportó que por lo menos 154 personas han salido de las veredas Rancho Quemado, Monte Frío, Puerto López y Cañaveral, debido a la confrontación entre ilegales que viene registrándose en los últimos días.
Según versiones oficiales, las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, más conocidas como Clan del Golfo, estaban controlando el ingreso a la vereda Cañaveral y se registraron hostilidades armadas ante la llegada de integrantes de la guerrilla del ELN.
Esa situación ha generado zozobra en la comunidad y además de las 53 familias desplazadas, se advirtió que hay al menos 500 integrantes de la comunidad Embera del resguardo Tagual la Pro que también podrían desplazarse por cuenta de esta confrontación.
Por cuenta de este conflicto diferentes voces han pedido acompañamiento de las autoridades departamentales. Es el caso del senador Ómar Restrepo, del Partido Comunes, quien pidió en redes sociales atención a esta situación de orden público.
“Compartimos la alerta temprana emitida por la comunidad de Segovia, Antioquia. Habitantes de las veredas Rancho Quemado, Monte Frío, Cañaveral de Chica Moque, Puerto López y La Pop se ven obligados a abandonar sus viviendas por enfrentamientos”, dijo Restrepo.
Entre tanto, desde la Séptima División del Ejército aseguraron que hay tropas desplegadas en la zona de afectación y un puesto de control. No obstante, esto no ha impedido que las familias se sigan desplazando por el temor a quedar en medio del fuego cruzado.