Alerta por pesca de bocachico pequeño
Comunicador social-periodista de la Universidad de Antioquia. Redactor del área Metro hace 20 años. Periodista judicial hace 30 años. También ha trabajado como locutor y periodista de radio en la Cadena Caracol. Autor del libro Expresión oral para periodistas, editorial UPB.
La subienda de este pez, que por esta época se presenta en el río Magdalena, genera preocupación en los pescadores artesanales y ecologistas de Puerto Berrío por la venta de individuos de menos de 25 centímetros (sin contar la cola), talla mínima exigida por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap).
El lector de EL COLOMBIANO, Juan Carlos Gómez, dijo que estuvo en esa población y le llamó la atención la gran oferta de bocachicos muy pequeños, lo que no solo está prohibido sino que pone en peligro su reproducción y la economía de centenares de pescadores artesanales.
Según Julio César Marín, directivo de la Asociación Ambiental de Puerto Berrío, el bocachico en el río se triplicó este año en relación con la subienda de 2017. Ello debido al cambio de clima y el repoblamiento hecho por las autoridades ambientales en las ciénagas, donde se crían y crecen, dijo el dirigente.
Marín se lamentó porque en estos momentos no hay un seguimiento ni coordinación de las autoridades para hacer control, en especial al uso de trasmallos, prohibidos por la Resolución 533 de la Aunap, los cuales arrasan con toda la fauna que encuentran.
Especificó que en Puerto Berrío, 870 familias viven de la pesca artesanal y son respetuosas de las normas, pero la cifra se duplica en las subiendas, porque aparecen personas que vienen a rebuscarse.
El director general de la Aunap, Otto Polanco, respondió que hace 10 años no había una subienda de bocachico como la que se presentó hasta inicios del año en el Magdalena y el Cauca, la cual ya está pasando y, por eso, aparecen peces tan pequeños, los que los están capturando.
Dijo que en el país no hay ríos vedados para pescar, pero quienes trabajan con esta actividad tienen que tener en cuenta que si siguen violando las tallas mínimas que garantizan la reproducción en 2 o 3 años no sacarán nada.
Concluyó que la gente se tiene que concientizar, porque la Aunap no tiene empleados para vigilar a cada pescador.