Antioquia

Al fin arreglaron la baranda del puente de Punto Cero donde murió un motociclista

La baranda fue repuesta por las autoridades.

26 de octubre de 2022

El 24 de agosto, por una casualidad fatal, Diego Corrales murió en el puente de Punto Cero, en Medellín. Ese día iba en su moto y, cuando pasaba por ese lugar, chocó con otra motocicleta. Entonces perdió el control, cayó y salió expulsado.

La desgracia del joven se sentenció por una baranda que se habían robado. Alguien, como es común en Medellín, se había robado una baranda del puente, instalada ahí para evitar accidentes. Por esa ausencia, el joven cayó al vacío y murió, pese a que fue remitido al Pablo Tobón Uribe.

El triste accidente generó una reflexión sobre la infraestructura de la ciudad. El periódico Q’hubo Medellín, que hace parte de la casa editorial EL COLOMBIANO, denunció esta situación. Pues bien, la noticia ahora es que al fin, después de varios meses, la Secretaría de Infraestructura Física reparó la baranda arrancada.

Así se pudo constatar en una visita al lugar. Las autoridades soldaron de nuevo las barandas. Sin embargo, en la ciudad queda el sinsabor por la muerte de Diego, que pudo ser evitada por una baranda de seguridad.

Diego era el padre de un niño de 6 meses de nacido y una niña de 3 años. También era un apasionado por el bicicross, el fútbol y seguidor del Atlético Nacional. Una sobrina suya habló de la vida laboral de Diego: “Se destacaba porque hacía hermosa obra blanca. Él pintaba, embaldosaba, hacía cabañas; todo lo que tenía que ver con obra blanca”, aseguró su sobrina.

Días después de la muerte de Diego se supo que sus órganos fueron donados a dos niños que estaban esperando trasplantes.

A Medellín se la roban de a poquitos

El accidente de Diego es síntoma de una ciudad a la que están desvalijando de poquitos. No hay que ir muy lejos para encontrar más ejemplos. Cruzando el río, muy cerca de la Minorista, hay otro caso emblemático. Es el puente peatonal que cruza la avenida Ferrocarril, en su costado norte.

El peatón debe andar con precaución pues, más allá de las basuras en el suelo, debe prevenir de no arrimarse mucho al borde. El pasamanos y el barandal fueron desvalijados por completo. Entonces, quedó un “volado” de tres y cuatro metros sin ninguna talanquera. Algo que, claro, pone en riesgo a los peatones.

En la Avenida de Greiff, cerca al Museo de Antioquia, hay una trampa en el suelo. Es un hueco de unos dos metros de profundidad. Se robaron la tapa del acueducto y el pasadizo hacia las entrañas de la tierra quedó abierto.

Luz Dary, que desde hace 20 años vende agua en el semáforo del cruce con la carrera 53, comenta la situación: “La tapa se la robaron anoche, porque ayer estaba bien. A todo el alcantarillado han tenido que soldarlo, pues ya se lo han robado varias veces”.

El techo del puente de Punto Cero, que daba sombra a quienes esperaban en la parada de buses, también fue robado. Más tragedias como la de Diego pueden ocurrir si no se arreglan oportunamente los daños hechos por algunos inescrupulosos.