Los vínculos del capturado senador Mario Castaño en Medellín
Corte Suprema emitió la orden para indagarlo en caso de cobro de coimas por tramitar contratos.
La captura del senador Mario Castaño, ocurrida este martes en Bogotá, podría tener impacto en la política local de Medellín, toda vez que su hermano, Iván Castaño, es el director de Ruta N y se le reconoce como cuota política en la administración de Daniel Quintero.
Un analista le señaló a EL COLOMBIANO que aunque los delitos generan una responsabilidad individual, no familiar, podría haber una intención del alcalde de desmarcarse de los hechos de corrupción que ahora ponen tras las rejas al hermano mayor del director de la entidad que promueve la apropiación de tecnología en la ciudad, y más en las previas de una segunda vuelta presidencial en la que Quintero ha hecho apuestas directas en favor de uno de los candidatos: Gustavo Petro, el mismo aspirante que apoya el senador Castaño.
La aprehensión de Mario Castaño se produjo en Bogotá, por orden de la Corte Suprema de Justicia. La Sala de Instrucción de ese organismo acudió a esa medida con fines de indagatoria a raíz del expediente que le tiene abierto, relacionado con el cobro de coimas y el pago de sobornos para adjudicar millonarios contratos en varias regiones del país.
La orden de captura se dio tras una exhaustiva investigación a cargo del magistrado Misael Fernando Rodríguez Castellanos y fue ejecutada alrededor de las 7:00 p.m. en inmediaciones del Congreso de la República.
El expediente judicial da cuenta de que la red ilícita que lideraría el reelecto senador liberal tenía tentáculos en Valle, Chocó, Tolima y Risaralda.
En su modus operandi se ha logrado establecer que, supuestamente, tendría la ayuda de miembros de su unidad de trabajo legislativo (UTL) y que, incluso, parte de la fortuna que habría logrado acumular de manera posiblemente ilícita la ha invertido en propiedades en Medellín.
Según la investigación, estaba cobrando coimas de hasta un 10 por ciento del valor a contratar. Y, entre los proyectos en los que habría metido la mano, está ‘Sacúdete al parque’, del Ministerio del Interior, en el que –de acuerdo con el expediente penal– Castaño podía llegar a recibir alrededor de 100 millones de pesos por cada cancha construida.
Además, hay pruebas sobre otro en la producción de licores en Chocó, que le podría dejar entre 15.000 y 20.000 millones de pesos anuales durante 15 años.
EL COLOMBIANO rastreó en su momento 36 inmuebles registrados a nombre del congresista y su familia, diseminados por cuatro departamentos (Risaralda, Caldas, Bolívar y Antioquia): 5 como propiedad conyugal y 8 más solo a nombre de él y 20 de su esposa (que es ama de casa), en tanto que sus hijos Juan David (22 años) y Manuel Felipe (25 años) poseen, según documentos, 3 bienes.
La mayoría fueron adquiridos en la última década y en especial cuando la carrera política de Castaño ascendió más.
Rastros en Medellín
Los intereses del senador han llegado hasta la capital antioqueña, pues no solo tiene ubicado a su hermano en una posición importante dentro del organigrama de la Alcaldía sino que posee varios bienes que podrían costar más de mil millones de pesos. Estos están representados en un apartamento de 200 metros cuadrados, con dos parqueaderos y un cuarto útil en la Loma de los Parra, de El Poblado, inmuebles que figuran a nombre de su esposa.
A las autoridades les corresponderá establecer si ese patrimonio fue logrado a partir de la actividad delictiva por la que es procesado.
Críticas en Ruta N
Por su parte, su hermano Iván tampoco ha estado exento de polémicas en su paso por el organismo local encargado de promover la ciencia, la tecnología y la innovación.
De hecho, se le asocia como cuota del expresidente y jefe del Partido Liberal, César Gaviria, que a su vez ha sido un aliado irrestricto del alcalde Daniel Quintero.
Además, fuentes que han estado relacionadas con el objeto de esa entidad le endilgan el ser el artífice de una politización nunca antes vista en Ruta N. Ello se ha visto en especial en la contratación de cuotas ligadas a directorios e y organizaciones que apoyan a la administración Quintero.
Por ejemplo, habría un lazo directo entre dos contratistas que están en el círculo inmediato del director —Juan Luis Valero y Daniel Bermúdez— con Pro Medellín, un tanque de pensamiento creado para validar el proyecto político del alcalde Quintero, donde han actuado como miembros de junta.
Pero también, a Iván Castaño le critican la supuesta destinación de recursos institucionales en temas que poco tendrían que ver con la parte misional.
Por ejemplo, Iván Castaño y casi todos los funcionarios del staff de Ruta N viajaron a Cartagena en noviembre del año pasado durante todo un fin de semana para asistir a la feria de Tecnología Andicom y aún no se han explicado de dónde salieron los gastos, teniendo en cuenta que varios de los viajeros eran contratistas y por lo tanto no podían viaticar con recursos del presupuesto de la entidad.
Mientras tanto, hay incertidumbre en el ámbito científico de Medellín por el curso que han tomado algunos proyectos importantes.
Es más, líderes de opinión en el campo de CTi advirtieron que Medellín, que desde hace varios años ha sido modelo nacional en este campo y ha merecido reconocimiento internacional inclusive, se estaría rezagando en este último periodo y corre el riesgo de perder una década de esfuerzos.