Devolverle la vida al corazón de Medellín
El reto de la Alcaldía con el Centro es detener el éxodo de habitantes
y crear 40.000 nuevas viviendas.
Como un cuerpo que revitalizó sus extremidades pero descuidó el corazón, así sucedió con Medellín. La ciudad se olvidó, por años, del músculo que le bombeó la sangre y le dio vida. Hoy, busca recuperarlo y devolverle la importancia que nunca debió de perder.
Han sido más de cuatro décadas de éxodo en el Centro. En aquel entonces, el caos vehicular, la contaminación y problemáticas sociales como la ocupación informal del espacio público y la mendicidad empezaron a pesar más que el prestigio que daba vivir allí.
No había un empresario, político o intelectual de la insípida urbe en los 50 y los 60 que no tuviera que ver con el corazón de Medellín, relata el urbanista catedrático de la Universidad Nacional, Luis Fernando González.
“El café era el lugar de socialización de la época, La Bastilla, por ejemplo. El Club Unión (entre Junín y Palacé), era centro del poder. Estaba el Museo de Zea y los cinemas eran el mayor espectáculo cultural: el teatro Avenida, Granada, El María Victoria, Lux”, comenta.
Para vivir la diversidad
Reconocer este pasado es fundamental para planear el futuro, dice el arquitecto Alejandro Restrepo, director de Proyectos Estratégicos de Medellín.
Recalca que el Centro representa años de crecimientos positivos: los primeros asentamientos, aquellas condiciones culturales, sociales, patrimoniales y ambientales que fueron marcándose a partir de las primeras construcciones que se hicieron en torno a la quebrada Santa Elena.
Y no obstante el desprecio de algunos y la ingratitud de otros, la comuna 10 o La Candelaria—como se le nombra al Centro en el contexto oficial—sigue siendo icono de la ciudad, punto de encuentro, del recuerdo y del disfrute de espacios públicos, de comercio. Más de 1 millón 300 mil personas lo recorren diariamente, afirma Restrepo.
“Sigue siendo el Centro aquel espejo cultural y social de las actividades, el espacio donde aspiramos a tener mejor vida y que visitamos para compras, espacios culturales y académicos. Historia escrita y construida de ciudad”, agrega.
En ese sentido la Administración Municipal se propuso incrementar los metros cuadrados de espacio público, 400.000 metros cuadrados, entre el reverdecimiento de corredores, generación de nuevas zonas verdes, peatonalización de vías vehiculares e intervención de plazas.
Actualmente, dice Restrepo, se siembran más de 12.000 árboles, cerca de un 40 % en pisos naturales, y se proyectan, a cuatro años, cinco nuevas estaciones de Metroplús, un carril exclusivo donde habrá movilidad eléctrica.
Volver a habitarlo
Ya no son los dueños de empresas, la élite, quienes viven o aspiran vivir en el Centro, considera Luis Fernando González. “Han llegado nuevos habitantes, con nuevas prácticas culturales, por ejemplo población Lgbti, que han encontrado un lugar de anonimato. También parejas jóvenes que no tienen prejuicios ni ascenso social, que anhelan vivir la biodiversidad del Centro, ir a teatro a cine... tenemos que propiciar espacios para esas nuevas tipologías de familias”, agrega.
El corazón de Medellín, de acuerdo con Planeación Municipal, con base en información actual del Dane, tiene 85.724 habitantes, moradores de 32.367 viviendas de las 847.902 que tiene, en total, la ciudad.
Restrepo revela que la Alcaldía proyecta, conjuntamente con la empresa privada, crear en 4 años 5.000 viviendas más y en 12 años 15.000 de diferentes estratos.
Para aterrizar esa meta, Planeación dio vida a planes parciales (perímetros en los que se mezclan vivienda, comercio, espacio público, transporte, salud, educación), entre los que están Perpetuo Socorro, Estación Villa, Moravia, San Lorenzo y Chagüalo.
Para la directora de Planeación, Ana Cathalina Ochoa, la estrategia de repoblamiento es utilizar predios públicos y privados frente al eje de la quebrada Santa Elena, de la carrera Bolívar y parques.
Indica que el POT establece la creación del macroproyecto Río Centro, que prevé 6.286 viviendas de interés prioritario; 4.297, social; y 31.294, comercial. Este plan, sumado al mantenimiento de edificios antiguos, es la renovación, que generaría 40.000 viviendas en una década.
Recuperación en marcha
Optimista con el proyecto de transformación del Centro es el gremio del comercio, Fenalco, que en voz de su director en Antioquia, Sergio Ignacio Soto, destaca las inversiones en infraestructura y estrategias de peatonalización, como en La Playa y Bolívar, y el mejoramiento urbanístico de Junín que “volvió a ser, de nuevo, el gran corredor de comercio del departamento”.
“Todo lo que se está haciendo permitirá que 20.000 empresas, la mayoría de comercio y servicios, que hacemos parte del Centro, puedan seguir siendo viables, sostenibles y competitivas”.
También, Pilar Velilla, gerente del Centro, resalta las bondades de las intervenciones en la recuperación de corredores históricos, el cambio de concreto por pisos blandos, plantación de especies menores, arbustos, palmas y árboles de gran formato.
“Se hace ubicación justa del comercio informal y se le resta espacio a los vehículos para dárselo a la movilidad humana, al caminante y así comenzar a recuperar el aire limpio y el silencio. Aspiramos a que los propietarios de cafés, cantinas y comercios entiendan que bajar el volumen produce un centro más grato para las compras y el entretenimiento”, subraya Velilla.
Concluye que el Centro se transforma, sin perder identidad y gracia, convirtiéndose en territorio ideal para volver, no solo a recorrerlo, sino a vivir.