Pacto Histórico sumó votos en Antioquia, pero no tantos como esperaba
En Medellín, pese a los apoyos del gobierno local, el naciente partido de Gustavo Petro todavía está lejos de los partidos tradicionales.
Macroeditora Local. Periodista de la U. de A., con especialización en Periodismo Urbano de la UPB. Mi vocación está en lo público. Por eso elegí ser periodista, para darles voz y rostros a las historias que merecen ser contadas.
Comunicadora social y periodista de la Pontificia Universidad Javeriana.
Las cuentas del Pacto Histórico se quedaron cortas en la meta que tenían internamente de alcanzar entre cuatro y cinco curules en la Cámara Antioquia. Pero la votación solo alcanzó para asegurarles la curul a dos representantes: Alejandro Toro y Susana Gómez, ambos del círculo político cercano al alcalde Daniel Quintero.
Petro esperaba que los 304.000 votos obtenidos por Quintero en su elección como alcalde fueran “endosados” de alguna forma a esta lista que, por ser cerrada, aseguraba que los primeros lugares entraran al Legislativo. Pero no fue así.
De los 224.586 sufragios obtenidos en las urnas en el departamento, 109.395 fueron depositados en Medellín para la lista cerrada a la Cámara, tan solo una tercera parte de los cálculos que se tenían con base en la votación de Quintero. Si se mira, además, la votación del mismo Petro en la consulta en Medellín, el dato es similar: obtuvo 112.576 apoyos. Un poco menos de votos le llegó a la lista del Senado desde la ciudad que gobierna Quintero, 82.757 sufragios, mientras que la global puesta desde el departamento a esa colectividad fue de 169.832.
Divisiones internas
Al fallar los cálculos, una de las más afectadas fue la exconcejala de Medellín Luz María Múnera, relegada al tercer lugar en la lista por los acuerdos políticos entre Petro y Quintero para ubicar en los dos primeros renglones a sus fichas.
Y eso precisamente fue causa de malestar entre varios miembros que apoyaban a Petro porque no veían con buenos ojos que dos “desconocidos”, sin trayectoria política, estuvieran por encima de líderes como Múnera y otros dirigentes de la región de Urabá y el Oriente antioqueño.
Esas desavenencias internas también se alimentaron de la forma en que se alteró el acuerdo de inscribir candidatos en cremallera, es decir, un hombre y una mujer, lo que finalmente no se respetó del todo. Las amenazas de una “desobediencia” de algunos sectores de la militancia para no respaldar la lista si no se ajustaba se mitigó con unos cambios en la misma.
Y aunque la crisis pareció superada, lo cierto es que en las urnas sí se reflejó el malestar. Por ejemplo, en ningún municipio de Antioquia la lista a la Cámara del Pacto Histórico ganó entre las demás. En cambio, la coalición Centro Esperanza también debutante en estas elecciones, sí logró el triunfo en tres localidades: Nechí, Necoclí e Ituango.
Justo en este último municipio del Norte antioqueño se esperaba que la candidata al Senado Isabel Zuleta, oriunda de esta localidad e integrante del movimiento Ríos Vivos, sumara gran apoyo al Pacto. Sin embargo, solo se contaron allí 234 votos, frente a los 1.141 que obtuvo la coalición Alianza Verde y Centro Esperanza, con lo que quedó sellado el pulso que tenía allí la hoy senadora con el candidato presidencial Sergio Fajardo.
¿Y la bancada?
Ahora surtida la elección y renovados los ánimos, la pregunta es cómo actuarán los cinco congresistas antioqueños elegidos por el Pacto Histórico (tres senadores y dos representantes), pues fueron de conocimiento público las polémicas entre ellos. La más reciente entre Álex Flórez y su futura compañera Susana Gómez, electa representante, por hacerse un lugar en la tarima junto a Petro. Con ellos dos estarán, además, Toro, Zuleta y Piedad Córdoba.