Antioquia

Damnificados de Manrique y Rodeo Alto se sienten abandonados por la Alcaldía

Los afectados por los derrumbes exigen soluciones de fondo y protestan ante la falta de acciones de la administración.

Periodista de la Universidad de Antioquia. Al igual que Joe Sacco, yo también entiendo el periodismo como el primer escalón de la historia.

07 de julio de 2022

A las comunidades de Rodeo Alto, en el suroccidente de Medellín, y de Palos Verdes, en el nororiente de la ciudad, las separan 10 kilómetros de distancia pero las unen dos tragedias anunciadas, que con el actual invierno han dejado incomunicados a los unos y destechados a los otros. Por eso han decidido manifestarse para mostrar su descontento ante la parsimonia de la autoridades para atender sus problemas y por el futuro incierto que pende sobre ellos y sus propiedades.

Campamento en plena calle

Cerca de 20 afectados por el deslizamiento ocurrido en el sector Palos Verdes de Manrique, el lunes 27 de junio, decidieron levantar desde hace 10 días y en plena calle un improvisado campamento con el fin de cerrar la vía hacia Santo Domingo hasta que la Alcaldía les brinde una solución que vaya más allá del desalojo, pues estos afectados desean mantenerse en el sector en el que –en varios casos– llevan más de 20 años de arraigo.

Los afectados aseguraron que esperan que haya una solución levantando el muro necesario para evitar un nuevo deslizamiento o que les brinden opciones diferentes que los beneficien.

El espacio de poco más de 15 metros de largo ya suma nueve pequeñas carpas en las que estos guardan algunas de sus pertenencias, almacenan la comida y en donde duermen de a dos y tres personas con las incomodidades que trae pernoctar en plena vía pública y con el riesgo del alud a escasos metros de distancia.

Aunque la calle que conecta al centro de Medellín con las demás comunas del nororiente está cerrada mientras que el contratista Interobras S.A.S., termina de demoler manualmente las estructuras afectadas por la emergencia (hecho que terminaría entre 12 y 25 días más), los damnificados justificaron su acción explicando que la suya era una tragedia cantada, que la ayuda por la alcaldía no ha sido suficiente y que además no han recibido información concreta de su futuro.

¿No vieron el problema?

Los damnificados denunciaron a este diario que la tragedia de Palos Verdes estaba cantada por lo menos desde hace 16 meses. Sin embargo, en ese período las autoridades no hicieron lo suficiente por atajar el problema que terminó dejando 14 viviendas desalojadas y cuatro con orden de demolición.

“Desde ese tiempo, el dueño del terreno que se vino abajo lo estaba excavando para montar unas construcciones. Se puso la denuncia a la inspección 3° de Manrique y a la Alcaldía, pero se hicieron los bobos. Nos dijeron que acá todo estaba bien y solo hicieron intervenciones de tránsito mandando un guarda”, dijo un vecino.

La comunidad también indicó que, pese a que en la zona hay tres cámaras de vigilancia de las autoridades, les resulta increíble que estas ni la Policía de la zona no hayan visto que el fin de semana previo a la tragedia una retroexcavadora siguió afectando el talud que un día después se desprendió.

“¿Por qué no mandaron a la Policía y al Dagrd como hacen hoy cuando estaban ‘banqueando’ ese lote con máquinas? A uno le duele mucho perder una casa de más de 15 años por la ineficiencia de las autoridades”, apuntó otro vecino.

Ayudas insuficientes

Los “campistas” de Palos Verdes indicaron que aparte de la presencia de personal del Dagrd, de la Secretaría de Movilidad y de la Secretaría de Inclusión Social y Derechos Humanos, las ayudas de la Alcaldía han sido pocas.

“Para el tema de la cocinada con las ollas acá en la calle nos toca meternos la mano al dril. Las cosas como son, el apoyo nos lo han dado los vecinos, así como los funcionarios de Derechos Humanos que están con nosotros y que ponen de su plata para nosotros comprar comida. Pero del resto de la Alcaldía es muy poco lo que nos han dado. Solo el primer día nos dieron las colchonetas y unos mercaditos para toda esa cantidad de gente”, comentó otra vecina mientras preparaba unos alimentos en fogón de leña y a mitad de la vía.

El dilema del olvido

Por ello, algunos indicaron que aunque se estabilice el talud que generó la emergencia, no levantarán el campamento hasta que se les brinde una solución definitiva. También, se espera que la solución que se les proponga no vaya a ser la misma respuesta con la que el alcalde les salió hace poco a los habitantes de Villatina que ya ajustaron un año sin ser atendidos.

“Ya la alcaldía está hablando de que nos van a mandar baños portátiles, eso ya es una señal de que nos van a dejar aquí en la calle. Y ese es el dilema de no dejar abrir la vía, porque si la abrimos se olvidan de nosotros”, afirmaron.

Pese a que en la zona había personal de varias dependencias de la Alcaldía de Medellín, al ser consultadas por este diario para conocer su versión y las tareas que están realizando con la comunidad, dijeron no estar autorizados para brindar declaraciones e indicaron que se debía gestionar las respuestas con el área de comunicaciones de cada una de las dependencias oficiales.