Antioquia

En fotos: basuras y daños a frailejones asfixian al Páramo del Sol

Por daños ambientales cerrarían el Páramo del Sol y vuelve a ser notoria la urgencia de un estudio de carga.

26 de abril de 2022

Después de que circularan imágenes sobre supuestos daños ambientales en el Páramo del Sol, las autoridades de Urrao, uno de los cuatro municipios por los que se extiende este ecosistema —también llega a Caicedo, Abriaquí y Frontino—, convocaron a una reunión para evaluar la situación y ponerle la lupa a la reglamentación turística en esa zona.

Aunque desde la Oficina de Turismo del municipio aclararon que parte de las fotografías —que registraron basuras y daños a frailejones— corresponden a años anteriores, voces de ambientalistas y hasta de funcionarios departamentales se han pronunciado, indignadas, respecto al particular.

Fue el caso del secretario de Agricultura, Rodolfo Correa, que expresó en sus redes sociales: “¡Esto es el colmo! No tiene ni ‘perdón social’: ir hasta el páramo del Sol a dañar el ecosistema, frailejones de más de 100 años de vida, la flora, y dejando basura por doquier”.

Lo que dijo Néstor Enrique Navarro, director de Turismo de Urrao, es que durante la temporada de Semana Santa sí se presentaron afectaciones, pero no las que se han reseñado vía redes sociales. “El páramo tiene las afectaciones normales de una temporada turística. Pero sí estuvieron unas 200 personas, cuando su capacidad de carga es de 150”, sostuvo.

Pese a esto, las denuncias hechas por colectivos ambientalistas llamaron la atención de las autoridades en vista de que las afectaciones aumentan cada año y, por ahora, no hay una normativa que regule las malas prácticas de turismo en el sector.

Producto de una visita técnica al lugar, quedaron sobre la mesa las opciones de cerrar el páramo durante dos meses mientras amaina la ola invernal y se recuperan las zonas afectadas, o hasta tanto se tenga un estudio técnico que justifique el cierre total.

También se concluyó programar una comisión técnica que evalúe cómo afecta el turismo a este ecosistema, además de revisar el Acuerdo Municipal mediante el cual se define el trazado de senderos, señalización, actividades permitidas, capacidad de carga y capacitación de guía con el fin de que se garantice su cumplimiento.

La tarea, sin embargo, es de varios municipios, según sostuvo Navarro. De las cerca de 16.000 hectáreas que tiene el páramo, la mitad comprometen la jurisdicción de Urrao, mientras que el resto es responsabilidad compartida de Caicedo y Abriaquí.

“Nosotros tenemos puestos de control, guías caracterizados y expedimos permisos para el ingreso al páramo en nuestra jurisdicción. Pero hay varias entradas, que comprometen a otros municipios, y esas no las podemos controlar”, expresó Navarro.

Al respecto, consultamos a los alcaldes de Caicedo, Miguel Martínez, y de Abriaquí, Héctor Urrego. El primero dijo que el páramo está muy lejos de su localidad y que él, por el momento, “no tiene cómo aportar. A pesar de que somos pasos colindantes, el impacto no es mucho”.

Urrego, en este sentido, agregó: “Somos un lugar de paso, pero sí estamos trabajando para avanzar en estrategias de turismo responsable, y que no se introduzcan productos externos, como plásticos, en estos sitios. En nuestra jurisdicción también tenemos el Páramo de Las Orquídeas, pero allá no hemos tenido ningún problema”.

Aunque Navarro insistió en que el trabajo debe ser colectivo, reiteró que el mayor problema tiene que ver con el estudio de la carga que soporta el páramo. La medida con la que se cuenta es una recomendación no oficial, y hasta el momento, según dijo, se desconocen los avances de Corpourabá en este sentido.

“En el momento no estamos dando permisos para visitar el páramo. Hemos pensado en cierres temporales después de cada temporada o un cierre total hasta contar con el estudio de carga turística”, concluyó, tras precisar que este ecosistema alberga gran cantidad de agua, flora y fauna en peligro de extinción, como el oso de anteojos.