Detalles del “rifirrafe” en cierre de Feria de Flores
Evento con silleteros terminó en protesta por inconformidades ante fallas logísticas por parte de la Alcaldía. EL COLOMBIANO reconstruyó lo ocurrido.
Periodista y politólogo en formación. Aprendo a escribir y, a veces, hablo sobre política.
Comunicador social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, especializado en la investigación de temáticas locales. También cubro temas relacionados con salud, historia y ciencia.
Resguardados buscando la sombra, los silleteros que fueron bajando de Santa Elena con sus flores a cuestas se fueron acomodando el pasado domingo en jardineras, andenes y en la calle que rodea al estadio Atanasio Girardot, en donde esperaron más de 12 horas en una jornada que terminó en medio de críticas, indignación y versiones encontradas.
Mientras en el escenario, la música, los colores y el espectáculo revivieron para cerca de 14.980 espectadores la alegría del evento más importante del año en Medellín, detrás de las luces y pantallas problemas logísticos generaron tensión entre los silleteros y la administración municipal.
En medio de la confusión y un tumulto que tomó a los organizadores por sorpresa, hacia las 4:30 p.m. decenas de silleteros se tomaron por asalto la cancha del estadio.
Según aseguran varios participantes consultados, evadiendo los controles del personal logístico, desfilaron con sus silletas en señal de protesta ante lo que consideraron un día marcado por errores en la organización.
Versiones encontradas
Juan Fernando Rodríguez, silletero de la vereda Piedra Gorda y quien participó de la categoría Silleta Artística, explicó que todo comenzó durante la madrugada del domingo, cuando se levantó para tomar el transporte que de su casa lo llevaría al estadio.
“Aunque dijeron que nos recogían a las seis de la mañana, a la siete y media llegó la camioneta. Nos desplazamos hacia el desfile, donde llegamos tipo ocho”, dijo Rodríguez.
Tras su arribo al lugar, Rodríguez explicó que se cruzó con los demás silleteros que ya habían llegado desde la madrugada. Luego de descargar su silleta y desayunar, señaló que comenzó a compartir con sus compañeros cómo habían pasado la noche y revivir las tertulias que el año pasado no fueron posibles por la pandemia.
Desde las primeras horas del día, Rodríguez señaló que el primer problema del que se percataron fue de la ausencia de un lugar para aguantar la jornada.
Dispersos por las aceras, antejardines y calles, denunció que sus compañeros tuvieron que esperar a plena luz del sol mientras se desarrollaban las evaluaciones de sus trabajos, a pesar de estar agotados tras la fabricación y el traslado de sus creaciones desde Santa Elena.
Tal como pudo documentar el equipo gráfico de EL COLOMBIANO que desde las ocho de la mañana cubrió el desfile, silleteros de todas las edades no tuvieron más lugar que el suelo y la sombra de los árboles para resguardarse.
Julieth Ríos Ríos, silletera de la vereda El Cerro, sostuvo que, aunque en su caso el transporte llegó a la hora indicada, otros silleteros tuvieron problemas para llegar a tiempo y arribaron cuando la evaluación ya había iniciado.
“Hubo silleteros que cuando les mandaron el transporte ya era tarde y habían tenido que buscar carros por otra parte”, dijo.
“Cuando llegamos al lugar había participantes desde las cuatro y media de la mañana. No había una silla donde sentarse. Muy triste ver a un pionero, de 70 u 80 años, sentado en el piso asoleándose”, aseveró, agregando que la decisión de sentarse en los troncos y jardines no fue por voluntad propia.
Frente a este señalamiento, Álvaro Ósmar Narváez Díaz, secretario de Cultura Ciudadana, argumentó que la administración municipal dispuso de una zona en donde los silleteros tuvieron espacio para tomar café y recibir la alimentación que se contrató para ellos, que incluyó desayuno, refrigerio y almuerzo.
Según sostuvo, al interior del estadio, también se reservó una zona de las graderías para que pudieran disfrutar el evento y permanecer sentados en caso de que así lo quisieran.
De acuerdo con su versión, en el desarrollo del día, el equipo organizador no registró quejas relacionadas con la falta de lugares para descansar y sostuvo que las imágenes en donde puede verse a los silleteros sentados en el suelo corresponden a quienes decidieron permanecer junto a su silleta de forma voluntaria, mientras eran analizadas por los jurados.
“Para nadie es un secreto que esto siempre ha pasado en el desfile. Ellos están al lado de las silletas, a veces se sientan en el suelo, a veces van a las sillas que están acomodadas. Teníamos el estadio dispuesto, algunos quisieron entrar y otros no”, aseguró, insistiendo que la Alcaldía dispuso las condiciones para que estuvieran cómodos.
Desfile de protesta
Oscar Atehortúa Ríos, quien participó en la categoría Silleta Tradicional, aseguró que en paralelo a la falta de espacios en donde sentarse, el principal malestar apareció hacia las cuatro y media de la tarde cuando, tras el inicio del evento, el personal logístico les dijo que solo desfilarían los silleteros que habían pasado a las semifinales.
“Recuerdo que hubo una persona de logística que me negó el ingreso, diciéndome que solo desfilarían los finalistas. Los silleteros estaban por fuera, sin información, preocupados por lo que iba a pasar”, narró Atehortúa, señalando que solo al final del evento se enteró que había una gradería dispuesta para sus compañeros.
Hacia las 3:30 de la tarde, adentro del estadio, desde la tarima despedían a los silleteros ganadores y se anunciaba la llegada de las orquestas. Es decir, no había lugar para ver pasar más silleteros, como lo ratificó uno de los asistentes al evento.
Rodríguez coincidió que mientras se realizaba la premiación, los demás silleteros permanecieron por fuera del lugar a la espera de indicaciones de cuando podían desfilar.
“Eran aproximadamente las cuatro y media de la tarde y aún no había razón de cuando podíamos desfilar. Ni los organizadores, ni los delegados de la Corporación de Silleteros (Cosse) sabían la hora y cómo iba a ser el recorrido”, sostuvo Rodríguez.
Según reconstruyen todos los silleteros consultados, en medio del malestar generado por los operadores que les impedían el ingreso y los rumores que corrían, decidieron entrar a la fuerza por las puertas del estadio e irrumpir en la plataforma instalada en la cancha.
Ríos agregó que la prueba de que el ingreso fue en señal de protesta es que, además de los cuellos de botella que se generaron en la entrada a la cancha, las silletas no salieron al público ordenadas por categorías, sino mezcladas.
Frente a este punto, el secretario Narváez Díaz aseguró que desde que comenzó a organizarse el desfile se contempló que los 510 silleteros podrían mostrar al público sus creaciones.
“Yo no sé quien creó esa desinformación”, aseguró Narváez. “Desde hace más de diez días, cuando vacunamos a los silleteros, lo hicimos pensando en que todos desfilarían”.
Según agregó, por este motivo se decidió disponer una plataforma en la grama de la cancha, para que todos pudieran recorrerla.
Debido a la polémica suscitada, la corporación y la Alcaldía sostuvieron una reunión ayer. En esta, según Narváez, se hizo una evaluación, en la que se reconocieron aspectos positivos y negativos de la jornada. “Se reflexionó sobre posibilidades y recorridos para el próximo año. Ya estamos coordinando para la celebración del día del silletero, que suele hacerse después de la feria”.
Sobre el encuentro, Felipe Alzate, presidente de Cosse, detalló que el alcalde Daniel Quintero hizo presencia y les pidió disculpas. “En el espacio acordamos otra reunión para mañana (hoy martes), en la cual participarán delegados de las veredas, además de la Secretaría de Cultura”, dijo.
La idea en el espacio de hoy, según Alzate, será darles la cara a los silleteros y conversar sobre ajustes que permitan que una situación como la del domingo no se presente el próximo año: “No queremos convertirnos en un rifirrafe político. Ninguno debe aprovecharse de nosotros. Lo que pasó se puede resolver”, aseveró Alzate.
Es claro que muchos silleros no la pasaron bien. La Corporación Cosse que los agrupa admitió que 475 de ellos tuvieron percances. Pero más allá de los detalles, es un llamado de atención para que se les dé a los silleteros el tratamiento que se merecen como la tradición que ha sido emblema de Medellín y Antioquia
En la jornada de hoy, silleteros de diferentes veredas participarán de una reunión para evaluar lo acontecido en el desfile de cierre y proponer medidas que eviten algo similar el año próximo.