Antioquia

“Corredor humanitario” para evacuar la U. de A. tras disturbios

Periodista del Área Metro. Me interesa la memoria histórica, los temas culturales y los relatos que sean un punto de encuentro con la ciudad en la que vivo, las personas que la habitan y las historias que reservan.

20 de febrero de 2020

La Plazoleta Barrientos se convirtió, en la tarde de este jueves, en centro de enfrentamientos, temor y gases lacrimógenos. A eso de las 3:00 p.m. el Escuadrón Móvil Antidisturbios —Esmad— ingresó al campus de la Universidad de Antioquia, como parte del protocolo de seguridad anunciado por el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle.

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Al momento del ingreso del Esmad a la Ciudadela Universitaria aún se encontraban miembros de la comunidad educativa en el campus. “Nos están persiguiendo por toda la universidad con gases lacrimógenos. Esto está imposible”, denunció una de las estudiantes que se encontraba en el campus al momento de la entrada del Esmad.

A las 4:14 p.m., la institución insistió a través de sus cuentas institucionales en la orden de evacuación del campus: “hacemos de nuevo un llamado para que quienes todavía se encuentran en Ciudad Universitaria evacuen por las porterías Metro y auxiliar del Metro”.

“Se concedió un corredor humanitario”

La Alcaldía de Medellín informó, por su parte, que desde la mañana realizaron monitoreo de las diferentes manifestaciones, plantones y movilizaciones que se realizaron en Medellín, en especial, en los centros universitarios. “Se pudo establecer, de manera particular, en la Universidad de Antioquia, la presencia de encapuchados y el uso de explosivos, por lo que se activó el protocolo de la Alcaldía de Medellín, que comenzó con el proceso de evacuación a la 1:00 p.m.”, agregó.

Dijo, además, que “la evacuación fue coordinada en tierra y aire, por funcionarios de Derechos Humanos y el Halcón de la Policía, antes de activar el resto del protocolo. Al mismo tiempo se concedió un corredor humanitario para que se puedan retirar los estudiantes. El propósito es recuperar el control de la Universidad de Antioquia”.

Concluyó que dos policías fueron heridos y que no se presentan reportes de estudiantes afectados.

Viasney Rengifo Rengifo, personera delegada para el Área Penal, confirmó pasadas las 6:00 p.m. que “se presentaron dos lesionados, un agente y un civil, los cuales están fuera de peligro. Sufrieron contusiones”.

El protocolo

Con el argumento de la seguridad ciudadana, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, autorizó desde el pasado 11 de febrero a que en casos de uso de explosivos (papas bomba, molotov y similares), la fuerza pública ingrese a los campus de las universidades.

“Ese protocolo incluye un periodo de evacuación administrativa que hace la universidad, luego un llamado nuestro y luego entrará a intervenir un equipo de control, con Personería y todos, pero además un equipo antiexplosivos”, dijo

Críticas al protocolo

Ante la decisión de Quintero de permitir el ingreso de la fuerza pública a los campus de las universidades, el vicerrector de la Universidad Nacional sede Medellín, Juan Camilo Restrepo, le dijo a EL COLOMBIANO el pasado 12 de febrero que le preocupaba los alcances de la medida. “Eso sería trasladar escenarios de violencia exterior a los campus, donde hay comunidades vulnerables. En la universidad diariamente circulan entre 16.000 y 18.000 personas y en los enfrentamientos nunca hay más de 100 personas, que ni siquiera sabemos si son estudiantes”, dijo.

Al día siguiente de la aplicación del protocolo, el 13 de febrero, John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia, le indicó a EL COLOMBIANO que era necesario hablar sobre la proporcionalidad de la fuerza para contener o apaciguar las manifestaciones.

“Queremos erradicar la violencia de los campus, eso es un hecho, pero en un centro por el que pasan 28.000 personas al día, incluyendo niños y ancianos, hay que proteger la integridad de todos”, dijo.

Aclaró que la Alma Máter ya ha tenido experiencias pasadas que indican que, cuando el Esmad actúa en caliente, las cosas se suelen complicar. “Eso no quiere decir que tengamos que convivir con la violencia. Tenemos que sumar esfuerzos”, sentenció.