Vecinos del edificio Babilonia, evacuados por riesgo inminente
Alcaldía de Itagüí ordenó el desalojo de 40 viviendas aledañas a la construcción enferma.
Periodista. Amo viajar, leer y hacer preguntas. Me dejo envolver por las historias.
Unas 82 personas que habitan en los alrededores del edificio Babilonia, en Itagüí, fueron desalojadas de sus viviendas este fin de semana, por orden de la Alcaldía local, que advirtió de la “alta peligrosidad” que representa la estructura evacuada desde junio de 2018.
Incluso el almacén Éxito, ubicado justo al frente de Babilonia, cerró sus puertas el pasado 5 de abril a las 9:00 p.m. Sus rejas permanecen selladas y con letreros amarillos en los que se advierte que el cierre es consecuencia de la orden de demolición del edificio que expidió la Alcaldía dos días antes.
María Gabriela Pérez, una venezolana que desde diciembre vende dulces en las afueras del almacén, contó que en los últimos días vio un desfile de camiones trasladando la mercancía. “En los locales de la entrada sacaron la comida. A mi me dieron varias de esas cosas, porque las señoras decían que se les iban a perder”, agregó.
A pesar del riesgo la carrera 41, entre el supermercado y el edificio, es la única cerrada al público. La calle 39 y la carrera 50A, que están ubicadas a ambos lados de la construcción, siguen habilitadas para el tráfico vehicular y por ellas pasan desde carros particulares, hasta rutas de buses.
Declaración de calamidad
Óscar Darío Muñoz, secretario Jurídico de Itagüí, explicó que el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo buscó asesoría de expertos de la Universidad Nacional y de la Asociación de Ingenieros Estructuralistas de Antioquia.
“Se llegó a la conclusión de ordenar la evacuación de todas las viviendas hacia el suroccidente del edificio, en razón de la alta peligrosidad de esta”, dijo Muñoz en un video remitido por la oficina de prensa municipal.
La alcaldía emitió el decreto 474 del 12 de abril, en el que declaró la situación de calamidad pública por el estado del edificio. El documento detalla que los profesionales de la administración visitaron cuatro inmuebles comerciales con 18 empleados.
Además, ubicaron 40 viviendas; de las cuales 26 fueron censadas (82 habitantes) y en 13 no se encontraron residentes o ellos se opusieron a la caracterización.
Acciones de emergencia
En uno de los costados del edificio se instaló una carpa del cuerpo de bomberos y durante casi todo el fin de semana un vehículo de rescate estuvo en la zona.
Varios camiones de trasteos arribaron a tres edificios vecinos, mientras que en la mañana de ayer seguían operando un taller mecánico, una iglesia cristiana, una floristería y una panadería. En esos locales varios empleados aseguraron que no tenían notificación de evacuación.
Cabe recordar que el pasado 3 de abril el alcalde León Mario Bedoya confirmó en segunda instancia, dentro de un proceso administrativo, que el edificio sería demolido y que ese procedimiento costaría unos $2.000 millones que, inicialmente, serían pagados por la alcaldía.
Ese día, Bedoya declaró que estaban en la búsqueda de la empresa que hará el procedimiento que, estimaba, se realizaría en un mes.
Familias en vilo
En el edificio Orly, el más cercano a Babilonia, ya nadie permanece. Blanca Lilia Gil, de 60 años, salió de su apartamento en la noche del viernes 5 de abril y regresó ayer en la mañana para sacar sus pertenencias.
“Vivo acá hace más de dos años en alquiler. Nos dijeron que teníamos 24 horas para irnos porque van a tumbar ese edificio, y nos tocó repartirnos en casas de amigos”, dijo.
Doña Blanca contó que le prometieron que la Alcaldía le ayudaría con un subsidio de 60 % del salario mínimo por una única vez para que pagara la nueva casa. “Pero y si se demora más, ¿entonces qué? Y falta ver si este edificio queda bueno después de que tumben el otro”, agregó.
A unos 300 metros, parados en la puerta de una construcción vieja, Dayana Rodríguez y Alexis Alfaro entretenían a su hija de 3 años. A cada persona que veían pasar con un chaleco le preguntaban si era funcionario de la alcaldía.
“Es que el viernes vinieron y nos dijeron que nos teníamos que ir por el riesgo. Como no tenemos para dónde, dijeron que nos llevarían a un hotel hasta el martes y que luego debíamos buscar casa”, contó la mujer.
Pero esta familia venezolana no cupo en el carro oficial y les prometieron que volverían por ellos a las 8:00 a.m. del sábado. “No regresaron y hoy (ayer) domingo, no creo que trabajen. Ya no hay nadie más aquí y no sabemos qué hacer”, dijo Alexis, aclarando que a él le dijeron que el 15 de mayo podía volver a su casa.
Su vecino, Sebastián Espinosa, narró una historia parecida que incluía una estadía en un hotel del sector La Raya. Él declinó la oferta y aseguró que aprovechará la calamidad para poner fin al contrato de arrendamiento y buscar una vivienda más segura .