Antioquia

¿Qué ha pasado con los otros “Bernaventos” de Medellín?

Más de 300 familias viven la situación de los propietarios del edificio en Los Bernal. Esta es su realidad hoy.

La primera entrevista que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín.

Redactor del Área Metro. Interesado en problemáticas sociales y transformaciones urbanas. Estudié derecho pero mi pasión es contar historias.

02 de mayo de 2018

Quizá el tiempo les haya devuelto algo de confianza a las familias propietarias de apartamentos en los edificios ‘enfermos’ que calculó Jorge Aristizábal Ochoa y a los que autoridades y expertos les detectaron fallas estructurales. Pero la frustración de ver esfumarse, junto a los sueños, el dinero invertido, sigue latente y hoy más que nunca se avivan las súplicas de justicia.

Los patrimonios representados en apartamentos en Asensi, Continental Towers, Punta Luna y San Miguel del Rosario, construidos por CDO, se han devaluado y, en el peor de los casos, están en el limbo.

En ellos, estudios particulares—y en algunos casos del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo, Dagrd—recomendaron trabajos de reforzamiento en estructuras, pero esas intervenciones aún no se realizan, bien sea, porque la constructora no tiene plata o porque los propietarios de las viviendas aún no aceptan la repotenciación.

El único de los conjuntos residenciales, con diseños de Aristizábal Ochoa y hecho por CDO, que fue repotenciado por esa constructora, es Colores de Calasania.

El caso reciente de Bernavento, que también tuvo cálculos estructurales de Aristizábal Ochoa, y amenazó con colapso, por lo que estaba siendo sometido a repotenciación, generó cuestionamientos de los afectados de otros proyectos que exigen un tratamiento similar por parte de las autoridades.

En ese edificio de la Loma de los Bernal, el acompañamiento del alcalde Federico Gutiérrez ha sido permanente. El pasado 12 de abril dio instrucciones para evacuar inmediatamente y de forma preventiva, dos edificaciones aledañas a Bernavento.

Ocho días después, el 20 de abril, el mandatario anunció la determinación de demoler la estructura de 18 niveles y ofreció acompañamiento jurídico a los propietarios en los reclamos a los constructores, de quienes dijo: “deben responderles a los afectados”.

Piden el mismo tratamiento

Hoy existe un malestar de los propietarios de Asensi y Continental Towers con la Alcaldía de Medellín. Esas dos edificaciones fueron evacuadas por orden de autoridades, días después del colapso de la torre seis de Space, en octubre de 2013. El informe oficial del máximo organismo de emergencias de Medellín, Dagrd, reveló que las estructuras no cumplían con las normas de sismorresistencia y que debían ser reforzadas.

Con respecto al tema, el alcalde Federico Gutiérrez responde que aunque cada caso es particular, en todas las situaciones existe acompañamiento de la Administración. “La particularidad de este edificio (Bernavento) es que no solo amenaza colapso, sino que tiene en riesgo otras estructuras. Nos hemos venido moviendo rápido. Es un panorama muy triste”, indicó el mandatario.

La secretaria General de Medellín, Verónica de Viveros, indicó que tanto Asensi como Continental “tienen procesos judiciales que van más adelante que el de Bernavento”.

Precisó que “los análisis técnicos muestran que hay posibilidades de repotenciación pero son los propietarios los que, en algunos casos, se niegan”.

Andrea Echeverri, propietaria de un apartamento en Continental, edificio en el que 67 viviendas fueron evacuadas, comentó que en un principio hubo más acompañamiento de las autoridades:

“Pasa lo de Bernavento, el alcalde sale a darles el apoyo, pero este es un problema de ciudad que viene de muchos años atrás. No tengo con qué conseguir una casa, ningún banco me presta plata porque no tenemos capacidad de endeudamiento, seguimos pagando un crédito hipotecario de una casa en el aire. Nunca la familia Villegas (dueña de CDO) nos ha dado la cara”.

Dado el complejo panorama, EL COLOMBIANO recorrió algunos de los edificios a los que las autoridades les detectaron fallas estructurales e incumplimiento de normas, y que están pendientes de repotenciación o ya concluyeron ese proceso, el mismo que fue infructuoso en Bernavento. n

ASENSI: SIN RECURSOS PARA EL PROCESO

El mismo día del colapso de la torre 6 de Space, el sábado 12 de octubre de 2013, los habitantes del complejo residencial Asensi, contiguo a la desaparecida edificación, fueron evacuados. Andrea Henao, propietaria de uno de los apartamentos, contó que desde entonces ha vivido una tragedia. “Al principio nos pagaron auxilio de arrendamiento, pero llevamos varios años en los que no nos responden”, dijo. La Delegatura para Asuntos Jurisdiccionales de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) condenó, el 21 de enero de 2016, a Alsacia CDO, constructora de Asensi, a devolverles a seis propietarios $685 millones, por cinco apartamentos, cinco parqueaderos y tres cuartos útiles. Estas personas fueron quienes demandaron ante la SIC (otras familias, que tenían vínculos con CDO desistieron de acciones legales). El reporte oficial da cuenta de 70 familias afectadas. La SIC comprobó que Asensi presenta “graves defectos de calidad, idoneidad y seguridad que no permite su habitación, situación que configura múltiples violaciones a los derechos de los consumidores que adquirieron apartamentos”. El fallo sigue sin cumplirse. Sandra Rivas Ossa, liquidadora de Alsacia CDO, dijo que pese a que hace un año se aprobó una licencia urbanística de repotenciación, no existen los recursos para llevarla a cabo. El proceso liquidatorio está pendiente de la aprobación de un nuevo avalúo de los activos de Alsacia.

CONTINENTAL TOWERS ESTÁ EN EL LIMBO

En la noche del 29 de octubre de 2013, 17 días después del colapso de la torre seis de Space, los residentes del edificio Continental Towers, también construido por Alsacia CDO, salieron corriendo de sus apartamentos. Más de cuatro años después solo hay incertidumbre entre los propietarios y se estima que 65 familias son afectadas. “El daño emocional es irreparable, hay muchas familias separadas. Yo me quedé sin trabajo, la situación económica ha sido difícil porque seguimos pagando el crédito hipotecario de una casa en el aire. Con Bernavento fue como volver a repetir lo mismo, se nos arruga el corazón”, dijo Andrea Echeverri, dueña de uno de los apartamentos. El 22 de enero de 2016 la SIC condenó a Alsacia CDO a devolver $13.389 millones que representan el dinero pagado por 64 apartamentos, igual número de parqueaderos y 58 cuartos útiles, debido a que la edificación no cumplía “con las condiciones mínimas de seguridad”. Esta sentencia tampoco se ha cumplido, pues la constructora declaró que no tiene recursos y se encuentra en proceso de liquidación. Elkin Hernández, otro afectado, dijo que lo sucedido en Bernavento “es doblemente triste” porque “nos recuerda que nosotros llevamos más de 4 años de una tragedia que está viva. Creíamos que los problemas solo eran en edificios de CDO, pero vemos que es más grande”. La liquidadora Sandra Rivas detalló que es poco probable que el proceso liquidatorio culmine este año.

COLORES, EL ÚNICO CON INTERVENCIÓN

De los conjuntos residenciales de Lérida CDO, el primero que inició, y concluyó, un proceso de repotenciación fue Colores de Calasania.

Tras la incertidumbre por el dictamen, de autoridades de Medellín en 2014, sobre riesgo de colapso, los propietarios aceptaron que el edificio, hecho con cálculos de Jorge Aristizábal Ochoa, se sometiera a los trabajos de reforzamiento ofrecidos por la constructora para remediar los errores en la construcción.

Hernán Darío Giraldo, administrador de la copropiedad, comentó que los trabajos de reforzamiento comenzaron el 26 de abril del 2014 y finalizaron en agosto de 2017.

“Nos fue bien y la gente quedó satisfecha. Las autoridades certificaron el proceso. Ahora tenemos reclamaciones puntuales como humedades en losas y tuberías obstruidas a raíz de tanto cemento que se le metió a la copropiedad”, dijo.

Giraldo explicó que los propietarios no pagaron dinero por la repotenciación (lo hizo la constructora), gracias a la lucha de directivas del conjunto residencial y habitantes.

Aseguró que luego de la repotenciación se han valorizado las propiedades y los cánones de arrendamiento subieron de precio.

“Lo único que nos falta es que las empresas aseguradoras nos den pólizas de zonas comunes, incendio y terremoto, pero no lo quieren aceptar debido a los antecedentes, aunque demostramos que ya está repotenciado”, concluyó.

SAN MIGUEL DEL ROSARIO, LARGA ESPERA

El hermetismo ronda por los pasillos del conjunto residencial San Miguel del Rosario, construido por Lérida CDO y con diseños estructurales de Jorge Aristizábal Ochoa.

Si bien esta urbanización no ha tenido orden de evacuación por parte del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo, Dagrd, un estudio particular contratado por los propietarios con el ingeniero Roberto Rochel Awbad, en el 2014, sí reveló daños estructurales y sugirió el reforzamiento.

Desde entonces representantes de la copropiedad han librado una lucha jurídica para que la constructora cubra los costos de la repotenciación, una determinación que cuenta con el consenso de los propietarios.

El administrador de San Miguel, Esteban Velásquez, dijo que hoy están pendientes de definir el cronograma para la repotenciación.

Mientras tanto, la urbanización permanece habitada y sus zonas comunes, piscina, parque infantil, así como los parqueaderos, funcionan con normalidad.

EL COLOMBIANO habló con uno de los habitantes, que pidió le fuera reservada su identidad, y señaló que compró el apartamento hace un año a un precio muy por debajo del que tenía antes de que le descubrieran las fallas.

“Las paredes tienen algunas grietas, pero desde que las autoridades no ordenen la evacuación es porque todo está bien. Aquí vivimos tranquilos”, sentenció.

PUNTA LUNA DECIDE SU REFORZAMIENTO

Este fin de semana será crucial para los propietarios de 181 apartamentos en Punta Luna 1, conjunto residencial ubicado en el sector de Calasanz parte alta.

Luego de un proceso jurídico y de solicitud de licencia para que una curaduría autorizara la repotenciación, se abrió el camino para esa posibilidad y ahora solo resta que este domingo los propietarios acepten esa intervención.

Juan David Calle, representante legal de la copropiedad, a la que también le develaron incumplimientos en normas de sismorresistencia, explicó que la asamblea de propietarios—en caso de que apruebe la repotenciación—pedirá a la constructora reglas claras en el proceso de reforzamiento y que queden por escrito.

“Que se brinden garantías mínimas por parte de los constructores como que el edificio quede asegurable, que la interventoría sea transparente, cómo será la evacuación de habitantes (completa o parcial) cuáles serán los auxilios de vivienda que darán y por qué valor, que se determine fecha de inicio y finalización de obra”, apuntó.

Calle añadió que ya hay diseños de reparación y los recursos garantizados.

Rober Mora, propietario y habitante, se mostró confiado en los trabajos de reforzamiento, que dijo son más para actualizarse en nuevas normas, y acotó que muchos vecinos están de acuerdo con el proceso. Añadió que “la constructora, hasta el momento, ha sido seria”.