El humo que aqueja a los vecinos
Ciudadanos se quejan por el alto consumo de marihuana en una zona del barrio Granada .
Investigo sus denuncias. Periodista por convicción, hago parte de la unidad de Interacción y Comunidades.
El consumo de marihuana es una situación que se presenta en muchos sectores de la ciudad. A las redes sociales de EL COLOMBIANO llegaron diversas denuncias ciudadanas que critican que el consumo se haga cerca de centros educativos, unidades deportivas y zonas comerciales y residenciales.
El ciudadano Diego Ibarra Piedrahíta escribió en nuestro Facebook: “Llevo 4 años denunciando que un espacio que es para el esparcimiento familiar ha sido copado por viciosos y expendedores. Les hablo del corredor de la 70, desde la ciclorruta alrededor del Aeroparque Juan Pablo II hasta la calle 30”.
EL COLOMBIANO visitó el Mall de la 70, en la zona que denuncia el lector, para conocer cómo a residentes y comerciantes los afecta esta situación.
Uno de los 28 comerciantes que tiene negocio en este centro comercial ubicado en el barrio Granada, al suroccidente de Medellín, afirma que durante años ha llamado a la Policía; sin embargo, las autoridades no pueden hacer nada porque las personas pueden consumir su dosis mínima .
“Empiezan a llegar desde las seis de la tarde y nosotros nos vamos, apagamos las luces y los jóvenes siguen ahí consumiendo”, afirmó el comerciante que prefirió no dar su nombre.
Otro colega del sector afirma que por día llegan aproximadamente veinte jóvenes a consumir marihuana y otras sustancias alucinógenas.
“Ninguno de los dueños de los locales hemos sido capaces de sacar a esa gente porque nos da miedo echárnoslos de enemigos. Preferimos quedarnos en silencio y soportar, pero hay clientes que prefieren no volver”, afirma.
Problema para residentes
La Unidad residencial Rosales del parque está dividida de tal manera que, en la parte inferior de los edificios funcionan los locales comerciales y en los pisos más altos los apartamentos.
Uno de los residentes, que lleva un año viviendo en el sector, asegura que la situación lo afecta porque tiene que cerrar las ventanas para que su hijo no inhale el humo que llega hasta su apartamento.
“A muchos vecinos les da miedo salir después de las nueve de la noche porque van a encontrar mucha gente drogada. Hemos llamado tanto a la Policía que ya ni caso nos hacen. Esto por aquí es la mata del vicio. No piensan en los que vivimos arriba de los locales”, cuenta otro residente que lleva cuatro años en el edificio y que pidió omitir su nombre por miedo.
¿Qué dicen las autoridades?
El inspector de Policía del Parque de Belén, César Silva, explica que mientras las personas carguen la dosis personal (22 gramos) no pueden ser capturadas por las autoridades “lo único que pueden hacer es retirarlas del sitio”, aseguró.
Según el funcionario, lo que se castiga es la distribución y el tráfico no el consumo, “es un desgaste para la Policía porque no podemos hacer nada”, dice.
Sanciones pedagógicas
Para controlar el consumo cerca a zonas residenciales, la Alcaldía de Medellín trabaja en conjunto con la Policía Metropolitana en la implementación de un mecanismo que permita a los agentes multar a las personas que consuman estupefacientes en espacios públicos.
La multa, que ya funciona en Itagüí y Envigado, va de uno a cinco salarios mínimos legales mensuales vigentes. Una implementación similar se está probando apenas en Medellín, donde actualmente hay comparendos pedagógicos. De hecho, 185 personas han asistido a charlas informativas