Antioquia

El Isvimed pagó $1.389 millones por lote invadido

El predio se compró a particulares en 2012, en la gerencia de Diego Restrepo Isaza, quien afirma que, justamente, se compró porque estaba invadido. El lote, según reconoce, está hoy en una “zona geológica de amenaza alta”.

Periodista y escritor. Diplomado en información económica y financiera, Geopolítica y finanzas para no financistas.

28 de febrero de 2016

El director General del Instituto de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed), aprobó en diciembre de 2012 el pago a particulares de 1.389 millones de pesos por un lote que estaba invadido, una condición que le generaría problemas para desarrollar allí un proyecto de techo popular.

Así lo estableció la jefatura de control interno del Isvimed, en una auditoría que la actual administración, a cargo de Humberto Iglesias Gómez, entregó a la Contraloría General de Medellín “para los fines pertinentes”.

De acuerdo con el documento conocido por EL COLOMBIANO, la orden de compra la dio el entonces director General del Isvimed, Diego Restrepo Isaza, quien, al ser consultado sobre el tema, afirmó que al momento del negocio el predio estaba “parcialmente invadido” y que “esta fue, incluso, la razón principal de la compra, pues el propósito ha sido realizar allí un programa de “Legalización, Titulación y Construcción de Vivienda Nueva”.

Restrepo Isaza reveló, además, que en virtud del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del año 2014, ese lote quedó clasificado dentro de una zona geológica de “amenaza alta”, un riesgo que “no impide pero sí aumenta el costo de su desarrollo”. (Ver recuadro)

El hallazgo de las presuntas irregularidades en esta compra fue realizado por Ómar de Jesús Ramírez Ramírez, como jefe de Control Interno del Isvimed, y por el profesional universitario Diego Echeverri Montoya.

Según dicho informe, el predio en cuestión se llama Candamo y está ubicado en el barrio Loreto, de la Comuna 4, sector La Asomadera, en Medellín. Su extensión es de 11.114 metros cuadrados y fue adquirido a la sociedad Inversiones La Esperanza Ltda (en liquidación).

Entre 2012 y 2013, el Isvimed compró nueve predios que le ofrecieron terceros. Lo hizo, dice la auditoría interna, mediante compra directa.

Ocho de estas operaciones fueron respaldadas con resoluciones de la dirección General, por medio de las cuales se justificaron la contratación directa y los contratos de compraventa. El de Candamo carece de tal resolución, pero sí tiene un memorando interno de Restrepo Isaza, identificado con el número 200-082 del 30 de septiembre de 2015 (sic), mediante el cual solicitó que se adquiriera ese inmueble identificado con la matrícula inmobiliaria 001-956798.

Director hizo caso omiso

La auditoría hizo notar que al estar invadido el lote, “el Isvimed no pudo desarrollar en dicho predio soluciones habitacionales que le sumaran al cumplimiento de las metas establecidas en el Plan de Desarrollo de la Alcaldía, acorde a la misión institucional”.

Restrepo Isaza afirmó que el lote estaba “parcialmente invadido”. Otra cosa aseguró el estudio inmobiliario EISA/AV-0044/2012, pues al dar cuenta de la afectación del lote, señaló, textualmente, lo siguiente:

“Invasión. La mayor parte del lote objeto del avalúo se encuentra invadido por el denominado asentamiento Candamo, con viviendas de estrato bajo, según estudio de zona efectuado “Proyecto de regularización y legalización urbanística asentamientos Trincheras y Cándamo”, mediante convenio de asociación N° 4600034790 de 2011, celebrado entre la Fundación Santa María-Congregación Mariana y el Departamento Administrativo de Planeación del Municipio de Medellín”.

Nótese que la compra se efectuó en diciembre de 2012, pues la escritura de compraventa N° EP2776 se firmó en la Notaría Segunda el 19 de diciembre de ese año. Y, según el estudio inmobiliario, desde 2011 el predio ya estaba invadido en su mayor parte.

Esa no fue la única advertencia que desoyó la dirección del Isvimed. Sus propios colaboradores, y particularmente Adrián Felipe Becerra, subdirector Técnico, afirmó el 6 de septiembre de 2012 que el lote ofrecido para construir vivienda de interés social no era apto:

“Según el Acuerdo 46 de 2006, mediante el cual se revisó el Plan de Ordenamiento Territorio de Medellín, el predio está ubicado en suelo urbano, polígonos Z3_CN2_17, por lo que cuenta con condiciones favorables para el desarrollo de proyectos de vivienda. Pese a lo anterior, el lote está invadido casi en su totalidad, lo cual hace que se considere NO APTO por parte del Instituto para el desarrollo del programa a corto plazo”.

El exdirector General del Isvimed, Diego Restrepo Isaza, le dijo a este diario que con posterioridad a la compra le enviaron muchas cartas a la Secretaría de Gobierno para que controlara las invasiones. También pidió a Planeación una norma para facilitar su desarrollo y, de hecho, se sacó una resolución que así lo permite. Igualmente, advirtió que el hecho de que el predio estuviera invadido “se tuvo en cuenta en el valor del lote”.

La auditoría del Isvimed confirmó las gestiones que se hicieron para recuperar el lote que se compró invadido:

“En memorando N°400-370 de julio 16 de 2015, se evidencian las acciones y ejecuciones adelantadas por la Subdirección de Dotación de Vivienda y Hábitat, ante la Inspección de Policía 9B y otras dependencias de la Alcaldía de Medellín, con el propósito de recuperar y suspender las invasiones del predio denominado “Candamo”.

Inclusive, al responder inquietudes de los auditores, los auditados argumentaron que “es evidente que por tratarse de un tema de invasiones ilegales con la intervención de grupos armados, no puede el Isvimed actuar separadamente de las autoridades competentes en la materia... el apoyo de las autoridades competentes para frenar las invasiones y garantizar seguridad en el sector es un factor determinante para viabilizar el desarrollo del proyecto de reasentamiento en sitio propio planeado para el predio”.

Esas explicaciones no fueron de recibo para los auditores del Isvimed, quienes confirmaron sus hallazgos de presuntas irregularidades en esa compra. Al respecto, se resaltó que todas las gestiones para sanear el lote no fueron exitosas. “Al 14 de julio de 2015 no se tenían resultados positivos sobre la recuperación (del predio), situación que confirma la continuación de la invasión de este inmueble”.

Diego Restrepo Isaza afirmó que el lote invadido que ordenó comprar es desarrollable, pero los auditores lo pusieron en duda. Con el POT del 2014 se mantuvo la vocación predominantemente residencial del predio Candamo, pero su estabilidad geológica evolucionó de un nivel bajo de “amenaza por movimiento en masa”, a un nivel con amenaza alta. En concepto de los auditados, con estudios del suelo de detalle y obras de mitigación se puede viabilizar allí un proyecto de vivienda.

Ese criterio no fue acogido por los auditores del Isvimed. En su informe, quedó consignado que “esta nueva condición normativa impide que hoy se pueda desarrollar en este predio un proyecto de vivienda. Por tanto, se deberán tomar las medidas necesarias para esclarecer el nivel de amenaza geológica real y poder así viabilizar el desarrollo del predio 67”.