Antioquia

Escasez del bocachico preocupa en Puerto Berrío

Expertos y pescadores dicen que esta situación se debe a la introducción al río de especies foráneas, la desaparición de las ciénagas y la deforestación.

Comunicador social-periodista de la Universidad de Antioquia. Redactor del área Metro hace 20 años. Periodista judicial hace 30 años. También ha trabajado como locutor y periodista de radio en la Cadena Caracol. Autor del libro Expresión oral para periodistas, editorial UPB.

09 de diciembre de 2015

Los bocachicos, que por esta época del año les llenaba los bolsillos a los pescadores del Magdalena Medio, gracias a la subienda, está a punto de pasar a la historia económica de esa región del país.

Rodrigo Antonio Morales, presidente de la Asociación de Pescadores de Puerto Berrío y líder de la Federación Colombiana de Pescadores, aseguró que en los últimos años la pesca del bocachico en el río Magdalena ha caído en un 75 por ciento.

Dijo que esto se debe en un 90 por ciento a la desaparición de las ciénagas que servían de criaderos de esta especie.

A esta situación se sumó la llegada al Magdalena de especies foráneas muy voraces como las cachamas y el pez basa, debido al desbordamiento que tuvo el río en la temporada invernal del 2010 al 2012 que arrasó con numerosos estanques de cultivos de estas especies que se están reproduciendo con gran velocidad en sus aguas.

Especificó que en el Magdalena Medio Antioqueño, que comprende los municipios de Puerto Berrío, Puerto Nare, Puerto Triunfo y Yondó, más de 4.500 familias viven de la pesca, en especial del bocachico que es una especie emblemática de el llamado río de patria.

Recordó que llevan más de dos años sin que se produzca la subienda que se registra a en los primeros tres meses del año.

El dirigente advirtió que otras especies endémicas del Magdalena como el bagre rayado, la dorada y la doncella también están a punto de desaparecer.

“En estos días de diciembre, inicio de subienda, uno por una faena pescaba cien libras y hoy difícilmente se llega a las 25 libras y de tallas muy pequeñas”, se lamentó.

Planteó como una posible solución diseñar, entre las corporaciones autónomas y el Gobierno Nacional un plan pesquero ambiental para el río Magdalena.

La directora del la estación biológica el Silencio de la Ciénaga de Barbacoas, Catalina Giraldo, dijo que según los pescadores desde mediados del año han detectando la presencia del pez proveniente de Asia, basa, que es muy voraz y amenaza las especias autóctonas.

Julio César Marín dijo que hay otro pez que le introdujeron al Magdalena más carnívoro que las pirañas y es muy parecido al pirarucú del Amazonas, con escamas como las de una moneda vieja de 50 centavos, y apareció luego de las crecientes de 2010-2011 el cual es tan grande y agresivo que puede atacar una canoa.

Precios elevados

“Tengo 48 años y nunca se habían registrado precios tan altos del bocachico en Puerto Berrío que hoy llega a 10 mil pesos la libra e, incluso, vale más que la del bagre. También especies que no tenían precio como el blanquillo y la dorada hoy están en las nubes por la escasez.

Fabiola Muñoz, dirigente comunal del barrio de pescadores de Puerto Berrío, Villas del Coral, comentó que otra situación que se está presentando con el bocachico es que no se respetan los tiempos de veda, debido a que como el Estado establece la prohibición, pero no se les ofrecen auxilios económicos a las familias que viven de esta actividad, entonces no la respetan y ello lleva a que tengan que salir a capturar animales muy pequeños y las hembras a punto de desovar.

Están quebrados

Miguel Ángel Arango lleva 50 años de sus 58 de vida, pescando bocachicos en el río Magdalena en su natal Puerto Berrío.

Reconoció que la presencia en el río de especies foráneas como las cachamas, que se comen los huevos y los alevinos del bocachico, no son el único problema.

También, dijo, por la necesidad, hay un desorden entre los pescadores que no respetan las tallas ni las vedas establecidas, en especial en la ciénaga de Barbacoas, que es prácticamente la única que queda en ese sector del Magdalena Medio donde se reproduce esta especie.

“Por la falta de subienda y el poco bocachico que hay están atacando la ciénaga y vienen pescadores de Barrancabermeja Cimitarra y otros sectores del Magdalena Medio y no les importan los tamaños ni la captura de las hembras”, manifestó.

Aunque están prohibidos, dijo, siguen instalando trasmallos y eso está arrasando con el pescado de esta rica ciénaga, ubicada en el municipio de Yondó, Antioquia.

Se lamentó, porque por la falta del bocachico, el que en la cumbia” La subienda”, el compositor Senén Palacios llama el “maná ribereño”, están en una crítica situación, con deudas en las gasolineras y tiendas del pueblo.