Antioquia emula a Medellín y estrena figura en su administración
Con la figura, la Gobernación unificará criterios para administrar 23 entidades departamentales.
El gobernador Aníbal Gaviria Correa presentó ayer el conglomerado público de Antioquia que agrupará las 23 entidades con participación accionaria del Departamento.
El modelo (o plataforma), propio del sector privado, propone fortalecer las relaciones interinstitucionales entre los organismos descentralizados y del nivel central del Departamento, para armonizar las prácticas de gobierno corporativo y fortalecer los roles de quienes integran el conglomerado (propietarios, accionistas o asociados); traza, a su vez, las rutas de relacionamiento, dirección y control de las entidades.
Agrupará la Lotería de Medellín, Activa (nueva empresa de eventos), Indeportes, el Tecnológico de Antioquia, la IU Digital, la U. de A., el Politécnico Jaime Isaza, el Instituto de Cultura y Patrimonio, la corporación Gilberto Echeverri Mejía, el Ferrocarril de Antioquia, RIA, Viva, Carisma, Savia Salud, Escuela contra la drogadicción y los Hospitales La María, San Rafael, San Vicente de Caldas, Marco Fidel Suárez, César Uribe Piedrahita y el Mental. Teleantioquia y el Idea tendrán relación directa con el gobernador.
Gaviria precisó que el nuevo conglomerado contaría, en principio, con activos por $17 billones, un patrimonio de cerca de $6 billones y 6.500 personas trabajando de manera directa.
No es este, sin embargo, el primer conglomerado público que se crea en Antioquia. En 2015, el gobernador actual, entonces alcalde de Medellín, decretó la adopción y gestión de este modelo en el Municipio que, en 2019, alcanzó $82 billones en activos. El aprendizaje adquirido en el proceso de modernización implementado cinco años atrás en la ciudad, permitirá, según Gaviria, ejecutar el modelo departamental.
El caso Medellín, un espejo
El conglomerado público de la capital antioqueña fue adoptado a través del decreto 1700 de octubre de 2015. El gobernador, en el lanzamiento de ayer, resaltó que con la aplicación del modelo en Medellín se logró conformar un conglomerado de 40 instituciones.
Manuel Villa, secretario privado de la alcaldía entre 2016 y 2019, asumió entonces la implementación del conglomerado local. Expuso que la puesta en marcha del modelo suscita beneficios e implica retos para la institucionalidad.
Planteó, primero, en cuanto a los beneficios, la posibilidad de adoptar buenas prácticas del sector privado, que impulsen dos procesos: 1) la buena administración y la mejora en la gestión de los funcionarios, al reducir la burocracia; 2) la oportunidad de consolidar un gobierno corporativo donde se manejen las juntas de las unidades descentralizadas de manera coherente y conjunta, propendiendo, así, por el ahorro y la optimización de los recursos públicos.
Describió, también, respecto al caso Medellín, que los retos en la operación del modelo fueron, por un lado, la falta de sinergias que evitaran reprocesos; y, por otro, la construcción de cultura organizacional entre los integrantes de la “plataforma”, como la denomina.
Retos y oportunidades
¿Qué implica el modelo de conglomerado creado para el Departamento? La continuidad y permanencia de este pueden ser, sino un fantasma, un desafío para la gobernación actual y las próximas administraciones.
Christian Loch Muller, docente del Área de Ingeniería Financiera de la Universidad EIA, expresó que se requiere de un gobierno corporativo sólido, que blinde los esfuerzos que puedan generarse en la administración Gaviria frente al cambio de liderazgo cada cuatro años.
Para Loch, el mayor reto que deberá asumir la institucionalidad es equilibrar la balanza: la junta directiva del conglomerado ha de propender, primero, por un híbrido de miembros conformado por actores inmersos en el sector público y otros cuya independencia y permanencia no dependa de una designación política. Dicha mezcla, añadió, deberá trabajar por su independencia, no solo como actor conjunto tomador de decisiones, sino, también, como gobierno corporativo proyectado a mediano y largo plazo.
Loch enfatizó, finalmente, en la necesidad de buscar alternativas en la elección de los miembros de la futura junta: estudiar, tratando de garantizar la objetividad en las futuras decisiones, cómo estos serán elegidos y de qué forma se distribuirá el poder al interior del órgano directivo.
Gaviria puntualizó que el 23 de enero se firmará el acuerdo marco de relacionamiento, en la instalación conjunta de las juntas directivas, que integrarán este proceso de modernización .