EPM espera cerrar este mes compra de la Triple A de Barranquilla y anunció nueva filial en Panamá
La próxima semana se definiría el ingreso de EPM como socio de la Triple A, justo antes del comienzo de la ley de garantías.
El gerente general de EPM Jorge Carrillo aseguró este jueves en el Congreso de Andesco en Cartagena que en los próximos días se materializaría la compra del 51% de la Triple A, la empresa responsable del acueducto, alcantarillado y el aseo de Barranquilla.
En enero pasado, EPM y el distrito de Barranquilla firmaron un memorando de entendimiento para explorar la adquisición de las acciones que tiene K-yena (antes alumbrado público de Barranquilla), en la sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo, conocida como la Triple A, que tiene presencia en 15 municipios del departamento del Atlántico y cuenta con cerca de 600.000 suscriptores.
“Hemos venido hablando con todos los actores que tienen acciones tanto en K-yena como en la Triple A de Barranquilla. Sin embargo, hemos definido interlocutores para la negociación que los representan a ellos. Hoy en día nuestra conversación es sobre todo con el Distrito de Barranquilla”, contó Carrillo, quien dijo que tiene “la esperanza y la convicción de que en los próximos días podemos formalizar la intención de esa compra”.
Carrillo justificó la movida diciendo que Barranquilla es una de las ciudades con mayor desarrollo: “la Triple A tiene dificultades por todo el ruido que ha tenido respecto a ciertas negociaciones (...) Creemos que el desarrollo de la ciudad está superando las capacidades que tiene hoy la Triple A. Con nosotros detrás viene el desarrollo”.
Una compra enredada
Hasta 2018, la composición accionaria de la Triple A se dividía en tres pedazos principales: las acciones tipo A, pertenecientes al sector público y equivalentes a un 14,5%; las acciones tipo B del sector privado, equivalentes a un 3,34%; y las acciones tipo C de un socio calificado, equivalentes a un 82,16%.
Esta última porción, la más gruesa de todas, pertenecía al Grupo Inassa, una filial de la compañía Canal Isabel II, que opera el acueducto de Madrid (España) y a su vez está involucrada en denuncias por corrupción.
A raíz de esas denuncias, la Fiscalía abrió en 2018 un proceso en contra de Inassa por un presunto desfalco de $300.000 millones a la Triple A, ocasionando que la SAE tomara el control de las acciones de Inassa.
Aunque ese proceso de la Fiscalía aún no concluye, la inclusión de un artículo de la reforma tributaria que se aprobó en 2021 abrió la puerta para que la SAE vendiera esa participación. Así, en medio del hermetismo, el 3 de diciembre de 2021, la SAE llegó a un acuerdo con la empresa Alumbrado Público de Barranquilla (hoy identificada como K-yena y con un 35% de participación de privados) para venderle las acciones de Inassa.
Esta venta es justamente la que motivó la apertura de una investigación por parte de la Procuraduría, luego de que el pasado 10 de febrero el presidente Gustavo Petro ordenara a ese ente revisar si las acciones se vendieron por debajo de su valor real.
Al respecto, Carrillo dijo este jueves que pidieron el acompañamiento de los entes de control para poder materializar la transacción. “Si esta negociación termina con éxito será porque se superaron todas las preocupaciones de los entes de control, como la SAE”, indicó.
Más allá de la suerte de estos procesos, a los que se suma una demanda de Canal Isabel II a Colombia por expropiación, la llegada de EPM a Barranquilla también es problemática por otros frentes.
Tan solo desde el punto de vista financiero no es claro la empresa de qué bolsillo sacaría el dinero para quedarse con las acciones, teniendo en cuenta las inversiones pendientes que tiene para el proyecto Hidroituango, los efectos que aún quedan del prepago de la deuda al BID (por 450 millones de dólares, casi $1,7 billones al cambio del momento) y las inversiones en espera que tiene para Afinia, calculadas en 10 billones para la próxima década.
Además del valor de las acciones, que se transaron en $565.000 millones en la última venta, sobre EPM también recaería presión para apoyar el plan de inversiones de la Triple A, que dentro de sus tareas más urgentes tiene reducir sus niveles de pérdidas de agua no contabilizadas, que están por encima del 50%.
Otros anuncios en Andesco
EPM también anunció en Andesco que avanza en un piloto funcional que permita explorar tecnologías para la obtención y usos del hidrógeno verde, a partir del biogás producido actualmente en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Aguas Claras, ubicada en Bello.
El propósito de este piloto es aprender sobre los costos, usos, eficiencias y desempeño de la tecnología del hidrógeno.
La Junta Directiva de EPM autorizó, a su vez, la creación de una empresa filial, con sede en Panamá, con el objetivo de potenciar el crecimiento de las energías renovables del Grupo EPM en América.
La meta del Grupo EPM es alcanzar a 2030 una capacidad instalada de 1 gigavatio (GW) en múltiples geografías, con un foco inicial en Centroamérica, con especial énfasis en Panamá, El Salvador y Guatemala, además de Colombia.