Construir más líneas, única salida para enfrentar fallas en el metro
El plan de usar 45 buses cada tres minutos para evacuar trenes en las horas pico no funciona.
Redactor del Área Metro. Interesado en problemáticas sociales y transformaciones urbanas. Estudié derecho pero mi pasión es contar historias.
Un tren de seis coches del metro transporta 1.800 personas y pasa cada tres minutos por las estaciones en horas pico (de 4:30 a.m. a 8:15 a.m. y de 3:15 p.m. a 7:15 p.m.). Por eso, para evacuar un tren durante alguna falla en el sistema de transporte masivo, como la que se produjo hace un mes y se repitió ayer, se requieren 45 buses cada tres minutos. Eso quiere decir que los planes de contingencias siempre se quedarán cortos.
La fallas ocurridas el martes 13 y el viernes 16 de febrero en la catenaria, entre las estaciones Poblado y Aguacatala, se ocasionaron por un sobrevoltaje que provocó una falla súbita en un pararrayos, según confirmó el Metro. Esos dos eventos afectaron la operación durante 1.155 minutos, perjudicaron a 198.746 pasajeros y colapsaron la movilidad.
En ese lapso en el que estuvo interrumpido el servicio se activó el plan de contingencia para interrupciones del sistema férreo, contemplado en un acuerdo metropolitano de 2017. Este permite la libertad de las rutas de buses públicos y levanta el pico y placa, para mitigar las consecuencias.
Pero la conclusión tras la suspensión del servicio es que ningún alternativa de transporte masivo tiene la capacidad para suplir al metro durante una contingencia, por la gran diferencia de capacidad.
Lo más conveniente, según expresó Jaime Rueda Vásquez, gerente de Operaciones del Metro, sería contar con sistemas paralelos de similar capacidad, tal como sucede en otras ciudad del mundo.
El metro de Madrid, por ejemplo, tiene diversas líneas que permiten darle continuidad al servicio en caso de una contingencia. El masivo en la capital española tiene 12 líneas (cada una con 24 km de longitud, en promedio), además de un ramal (1,1 km) y tres líneas de metro ligero (9,2 km de longitud, en promedio).
Soluciones de fondo
Las suspensiones del servicio masivo son recurrentes en otras ciudades. En marzo de 2016, una falla eléctrica afectó 50 vagones (10 % de la flota) del sistema de transporte ferroviario que cubre la bahía de San Francisco, Estados Unidos (Bart), lo cual generó caos.
Por eso, ante fallas futuras en el sistema, la única respuesta estructural es la implementación de más líneas que complementen la red.
El concejal y urbanista Daniel Carvalho dijo que “siempre que falle la Línea A del metro tendremos caos”.
Tomás Elejalde, gerente del Metro, detalló en una intervención en el Concejo que si se mira el mapa del sistema desde la estación Industriales hacia el sur metropolitano, no existe ninguna línea que pueda “complementar, sustituir o apoyar a la Línea A”.
Es el caso contrario de la zona centro y el norte del Aburrá, donde opera la Línea B, las dos líneas de Metroplús, el tranvía y los metrocables de San Javier, Santo Domingo Savio y La Sierra.
“Definitivamente la red no es tan robusta todavía. Necesitamos sistemas de similar capacidad al metro”, dijo.
Según el Plan Rector de Expansión del Metro, a corto plazo están previstos el corredor de la Avenida 80 (cuesta $2,8 billones de pesos pero no hay recursos completos), el ferrocarril (en diseños), el corredor de la Avenida 34 entre Aguacatala y Palos Verdes, el crecimiento de la Línea A y la conexión a Rionegro (estos últimos, en fases preliminares).
La ausencia de oferta del masivo en el sur también coincide con que no se ha podido terminar el trazado de Metroplús que conectará a Sabaneta, Envigado e Itagüí con Medellín, debido, entre otros problemas, a la suspensión del tramo 2B en el Túnel Verde.
“El sistema funciona como una red completa. Si faltan elementos, los sistemas quedan con algunas limitaciones. Pueden operar, de hecho la ciudad se movió (durante las fallas de hace un mes), pero con las demoras correspondientes”, añadió Elejalde.
Carvalho coincide con la necesidad de implementar líneas paralelas, no solo para suplir la demanda en las fallas, sino para regularla en horas pico. Los corredores prioritarios serían en la avenida Guayabal, para atender la demanda del suroccidente (San Antonio de Prado, La Estrella e Itagüí); y en la avenida El Poblado, que supliría las necesidades de transporte del suroriente (Sabaneta, Envigado y El Poblado).
“Se debe insistir en la articulación con el transporte colectivo (buses y busetas). Si logramos una buena red, tendremos un solo sistema, no dos o tres como ahora”, dijo.
Las soluciones aún están atrapadas en las horas pico.