Luego de tres años, el POT de Medellín aún está en fase inicial
Gremios piden celeridad en la reglamentación del plan. Alcaldía dice que está cumpliendo.
Redactor del Área Metro. Interesado en problemáticas sociales y transformaciones urbanas. Estudié derecho pero mi pasión es contar historias.
Medellín aprobó en diciembre de 2014 su nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), en el que trazó la ruta de la planificación hasta 2027. Más de tres años después, los constructores dicen que la norma no se ha podido estrenar porque aún no están terminados todos sus reglamentos.
Eduardo Loaiza, gerente de Camacol, señaló que “nunca un POT se ha demorado tanto para reglamentarse como el de Medellín”.
Federico Estrada, presidente de la Lonja, consideró que los indicadores de edificación en la ciudad “son preocupantes y lo peor, es que se espera que sigan bajando”.
Terminarlo pronto
Ante las dudas de los dirigentes gremiales, la directora del Departamento de Planeación de Medellín, Ana Catalina Ochoa, aclaró algunos aspectos y les envió un mensaje tranquilizador: de los instrumentos que están contemplados en el POT, ya se reglamentó el 90 %, aseguró.
Detalló que solo falta terminar de normatizar la transferencia de derechos de construcción y desarrollo patrimonial (va en 80 %) y de desarrollo ambiental (en 50 %).
Ambas herramientas permiten que los derechos que deben pagar los edificadores sean transferidos de una zona a otra para preservar áreas históricas o naturales. “El objetivo es terminar este semestre el 10 % que nos falta”, dijo.
Visión de la norma
El POT modifica, al menos en el papel, el modelo de ocupación de la ciudad bajo tres ideas centrales: la promoción de una ciudad compacta que crezca hacia adentro, la limitación del crecimiento en la ladera y la inversión de la pirámide de movilidad, para que peatones y sistemas sostenibles tengan la prioridad.
Loaiza reconoció que el plan tiene aspectos positivos pero aseguró que sus instrumentos “son muy complejos” y que “no conviven con la realidad del mercado. El POT quedó entrampado”.
El dirigente del gremio constructor explicó que la implementación del plan tiene varias dificultades: simulaciones de planes parciales (zonas específicas para renovación urbana) con precios bajos que en el mercado no se consiguen; dificultades para cumplir con las cargas urbanísticas que deben efectuar los constructores; y restricción para compensar el porcentaje de vivienda de interés social y prioritario, entre otras.
Estrada, de la Lonja, acotó que los instrumentos tienen “un aprendizaje complejo, tanto para el sector público como privado”.
En proceso
Loaiza, a su vez, aseguró que hay inconsistencias cartográficas que se deben corregir. “Falta gestión y velocidad. No arranca la renovación, estamos maniatados. No conozco un proyecto que haya salido a luz con este nuevo POT”, dijo.
Según el balance de vivienda nueva de 2017, el mercado en Medellín se contrajo 22 %, al pasar de 5.841 unidades vendidas en 2016 a 4.557. La tendencia se replicó en Sabaneta (-20%), Envigado (-37 %), Itagüí (-3 %) y en Oriente (-4 %), aunque los constructores creen que la cifra seguirá a la baja.
Pero la directora del Departamento de Planeación de Medellín afirmó que pese a que faltan concluir los reglamentos, “la construcción no se ha frenado. No podemos compararnos con ciudades que tienen más suelo de expansión y otras condiciones. El POT se está ejecutando, están listos 69 planes parciales”.
Ochoa recordó que el Plan de Ordenamiento Territorial es a largo plazo y que a esta administración le corresponde cumplir las metas del corto plazo. “La misión es ayudar a que el plan nazca, para eso se deben dejar listos los reglamentos, vamos dentro del cronograma”, concluyó.