Antioquia

“En 70 años nunca había pasado esto”: en el norte de Antioquia llevan dos semanas inundados y denuncian negligencia de autoridades

Cuatro veredas están gravemente afectadas por el desbordamiento del Río Grande. Señalan a la operación hidroeléctrica como responsable de la emergencia.

Soy periodista porque es la forma que encontré para enseñarle a mi hija que todos los días hay historias que valen la pena escuchar y contar.

18 de junio de 2025

Las imágenes de las inundaciones en Donmatías y Santa Rosa de Osos son impactantes, pero más impactante todavía es el hecho de que llevan así, con el agua hasta el cuello, desde hace casi dos semanas y nadie en el departamento les responde, según denuncian.

Augusto Osorno, presidente de la junta de acción comunal de la vereda La Frisolera, de Donmatías, una de las más afectadas por la emergencia, señaló que las inundaciones comenzaron hace trece días afectando a las veredas Frisolera, Quebraditas, de Donmatías; así como La Pava, y Salamina, en el corregimiento Caney, en Santa Rosa de Osos.

Aunque en los primeros días las imágenes de las inundaciones se difundieron en redes sociales asegurando que se trataba de emergencias por cuenta de las fuertes lluvias, Osorno, vocero de las veredas afectadas, manifestó que hay otras causas detrás de la contingencia que ha destruido cultivos causado grandes daños materiales. Osorno asegura que la operación de la hidroeléctrica en la región tiene injerencia directa en la crisis.

Según explicó Osorno, el Río Grande, cuyas aguas invadieron dichas veredas, nace en el páramo de Belmira y en su recorrido tiene a su alrededor cuatro hidroeléctricas, dos de ellas son Riogrande I construida en 1928 en Mocorongo, en jurisdicción entre Donmatías y Santa Rosa de Osos. La otra es Riogrande II, construida entre Entrerríos, Donmatías y San Pedro, que comparten la represa que contiene al Río Grande. Osorno señala que esta transformación en la dinámica natural del río disminuyó el caudal que pasa por el sector de Frisolera y el Caney. Al disminuir el caudal se perdió capacidad de arrastre de sedimentos, eso fue justo lo que el líder comunitario señala que ocurrió en los últimos días. Todo ese sedimento se compactó, se acumuló en el cauce del Río Grande y desató las inundaciones.

Osorno señala que EPM es el responsable directo de que el cauce del Río Grande en estas zonas de Donmatías y Santa Rosa se esté colmatando. “Yo llevo 70 años viviendo en esta zona y es la primera vez que sucede algo así. Llevamos dos semanas inundados, es como si de la tierra brotara agua”, apuntó.

Además aseveró que hasta el pasado lunes 16 junio Tasajera, la hidroeléctrica ubicada en Barbosa y que opera con las aguas de Río Grande, no estaba generando. “Toda el agua estaba saliendo por el vertedero aumentando el caudal del río a la altura de Frisolera, ahí hay quince familias totalmente afectadas, el agua acabó con todo, con electrodoméstico, enseres; en Caney hay otras 45 familias afectadas”, denunció.

Tras pedir durante varios días alguna respuesta de EPM, Osorno señaló que les respondieron que Tasajeras comenzó nuevamente a generar el martes 17 de junio, con lo que debería empezar a bajar el nivel del agua que también ha afectado decenas de cultivos. “Lo que estamos viviendo es gravísimo, yo insisto, es cierto que el invierno a nivel nacional ha sido fuerte, pero no ha sido tan grave como para tener unas inundaciones que no ceden en dos semanas, esto es primera vez en al menos siete décadas que sucede. En tiempos de emergencias el río crece y baja rápidamente, pero nunca se había comportado así”.

El vocero de las comunidades afectadas también reprobó, además de a EPM, a las autoridades departamentales. “No aparecen los comités de gestión del riesgo, no aparece el Dagran ni nadie de la Gobernación de Antioquia, ni la Nación, estamos solos. Yo convoco a la solidaridad del pueblo antioqueño, que EPM vaya y nos explique con claridad qué es lo que está pasando”.

¿Qué dicen EPM y Gobernación sobre la emergencia en Donmatías y Santa Rosa de Osos

En respuesta a las denuncias de las comunidades afectadas, las autoridades señalaron que en los últimos días “se ha registrado el ingreso de diferentes crecientes naturales al embalse Río Grande, con un caudal aproximado de 100 m³/s. Es importante aclarar que no se han presentado fallas estructurales ni aperturas de compuertas, dado que este embalse no cuenta con compuertas de desagüe”.

También aseguraron que aunque “parte del caudal es captado para el funcionamiento de la central Tasajera —lo que permite mitigar aproximadamente el 30% del ingreso total de agua—, el 70% restante es vertido de forma controlada a través del rebose natural del embalse”.

La versión oficial es que EPM “ha mantenido una comunicación constante con los coordinadores municipales de gestión del riesgo, y se tiene prevista una reunión con las comunidades este viernes, con el fin de brindar contexto sobre la situación, compartir los informes técnicos disponibles y explicar que las afectaciones presentadas obedecen en gran medida a que algunas viviendas y asentamientos se encuentran ubicados en zonas de llanura de inundación”.

“La presa del embalse de Riogrande II es segura”

EPM se manifestó este miércoles 18 de junio y aseguró que “la presa del embalse Riogrande II se encuentra en condiciones seguras”. Según la entidad, actualmente cuenta con un programa de seguridad de presas, que incluye monitoreo técnico permanente, inspecciones frecuentes en terreno e instrumentación en tiempo real, lo que permite conocer el estado estructural y operativo de la estructura en todo momento. A la fecha, no hay ningún tipo de novedad relacionada con la presa.

También recalcó que el embalse Riogrande II no tiene compuertas y que el agua excedente es evacuada a través de un vertedero a flujo libre, lo que significa que, cuando el embalse alcanza su nivel operativo máximo, el exceso de agua fluye naturalmente hacia aguas abajo.

“En la mayoría del tiempo, el embalse regula crecientes naturales, reteniendo una parte importante del caudal. Sin embargo, cuando la capacidad útil se completa, el agua que continúa ingresando debe salir por el vertedero”.

La empresa señaló que en los últimos días se han registrado lluvias intensas en la cuenca alta del río Grande, lo que ha generado incrementos en el caudal que ingresa al embalse. No obstante, aseguró que el embalse de la central Riogrande II está regulando parte del caudal entrante, evitando así una mayor magnitud de creciente aguas abajo.

Lo que sí reconoció la empresa es que el excedente fluye de forma controlada por el vertedero, lo que puede generar incrementos temporales en el nivel del río aguas abajo, como los percibidos por la comunidad.

Finalmente, EPM señaló que las comunidades afectadas, como Frisolera y El Caney se encuentran dentro de la llanura de inundación del río Grande, lo que las sitúa en una zona de amenaza alta por inundaciones. “Estas veredas tienen una propensión natural a verse afectadas por crecientes, especialmente durante temporadas de lluvias intensas, como la actual”.

Frente a las críticas por falta de comunicación oportuna ante las comunidades, EPM aseguró que en los “próximos días” adelantarán espacios de diálogo y concertación con las comunidades y autoridades locales.