Estudiantes del ITM protestaron en el Concejo y el alcalde no se pronunció
Pese a que no estaba contemplado en el orden del día, se abrió un espacio para escuchar los reclamos. Hay compromiso de los corporados para elevar los recursos.
El paro multiestatamentario de la principal institución pública de educación superior de Medellín llegó ayer al Concejo. Allí, los 15 concejales presentes escucharon atentos los reclamos de líderes estudiantiles y de maestros, y coincidieron en que es necesario subirle el presupuesto de inversión a la universidad para el próximo año.
Como lo informó ayer este diario, estudiantes, maestros y empleados habían salido a paro el miércoles después de que la Alcaldía les informara que el techo presupuestal de inversión que tendrían para el 2023 sería de $38.000 millones, $14.000 millones menos de lo que necesitan según su plan de inversiones, y $6.000 millones menos de lo que les asignaron para 2022. Una disminución que consideran injustificable cuando a otras instituciones de menos estudiantes y menos programas como el Pascual Bravo le incrementaron el presupuesto el 28%.
Estudiantes y maestros también llegaron molestos al recinto por el desaire que les hizo el alcalde Daniel Quintero en la noche del jueves, pues los había citado a su oficina para escuchar sus reclamos.
Sin embargo, cuando llegaron al piso 12 de la Alpujarra les avisaron que el alcalde no podría atenderlos y que en cambio hablarían con los secretarios de Juventud y Educación —esta última hace parte de la junta directiva del ITM—.
Según algunas de las personas presentes en esa reunión, la actitud que encontraron de los funcionarios fue de quitarse la responsabilidad, cuestionar las necesidades de la institución y culpar a las directivas del ITM de una supuesta mala gestión de los recursos actuales.
Cuestionaron, por ejemplo, que a falta de menos de dos meses para terminar el año, todavía les quedaran casi $2.000 millones sin ejecutar, a lo que estudiantes y profesores respondieron que el motivo era que esos recursos todavía no han llegado a la institución. Por ejemplo, Sapiencia, que debe transferirle al ITM el pago de los estudiantes del programa de Matrícula Cero, todavía les debe $700 millones del primer semestre del año, y la mayoría de las matrículas del segundo semestre. También les recordaron que el costo de un estudiante por semestre en el ITM es de $2.800.000, Sapiencia solo les paga $870.000 por la matrícula de cada estudiante.
Además del malestar por las pocas soluciones propuestas por los funcionarios de la Alcaldía, los estudiantes y profesores que llegaron a la reunión terminaron indignados con el alcalde Quintero, pues este los había dejado plantados con la excusa de estar trabajando en algo relacionado con Hidroituango, pero mientras ellos hablaban con sus secretarios, Quintero lanzaba en Twitter a María Camila Villamizar como candidata a la Alcaldía de Cúcuta.
Promesa de ajuste
Los secretarios también les dijeron a los representantes, que la política del gobierno era de austeridad y que ante una cantidad limitada de recursos —el presupuesto de 2023 tiene $1,2 billones más que el del 2022— debían hacer ajustes de ese tipo. Ante este argumento, los estudiantes se quejaron de que entidades como Telemedellín sí tuvieran un aumento del 25% o secretarías como la General, que no tiene propiamente un carácter social, tuviera un 23% más de recursos.
La única salida que les propusieron los delegados del alcalde era que aceptaran los $38.000 millones y que en el primer semestre del otro año se comprometían a transferirles $5.000 más, una cifra que sigue estando muy por debajo de las expectativas de los promotores del paro.
Estos mismos fueron los argumentos que le presentaron hoy al Concejo, corporación que a diferencia del alcalde sí les abrió un espacio en el orden del día, los escuchó y se comprometió a dar la pelea por ajustar el presupuesto, siempre y cuando puedan debatirlo.
Pues mientras no se resuelva el lío jurídico en el que anda el Concejo por culpa de la administración distrital que violó el reglamento de la corporación y no presentó el presupuesto en los tiempos y formas establecidas, los concejales están maniatados.
Salvo que un juez que está estudiando una tutela que presentó el vicepresidente del Concejo Julio González diga que no están incurriendo en ningún delito o falta disciplinaria grave, todo parece indicar que la mayoría de concejales se abstendrán de estudiar y aprobar el presupuesto presentado erróneamente por el secretario de Hacienda, y entonces quedará aprobado para el 2023 el mismo presupuesto que se tuvo para el 2022.
Si bien este escenario —que hasta ahora es el más probable— dejaría al ITM con más recursos que los que la Alcaldía pretendía darle en 2023, estos siguen siendo insuficientes para que la universidad siga su senda de expansión y mejoramiento, ya que por el efecto de la inflación —que será cercana al 12% para el próximo año— los mismos recursos del 2022 alcanzarán para mucho menos en 2023, y deberán despedirse profesores y desfinanciarse programas de bienestar universitario que son claves para mantener la permanencia de los estudiantes de bajos recursos en la universidad.
Por ahora, el rector del ITM Alejandro Villa no se ha pronunciado públicamente sobre la compleja situación que atraviesa su universidad.