Antioquia

Récord Guinnes de aviones de origami visitó colegio en Bello

En el colegio Mano Amiga, el Récord Guinnes de los aviones de origami compartió juego con los chicos. Hoy está en Guatapé.

Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.

30 de mayo de 2015

En su primera escala en cielo paisa, el japonés Takuo Toda puso a volar la imaginación de más de un centenar de chicos del colegio Mano Amiga, de Bello, a quienes les enseñó la técnica de fabricar avioncitos de papel y luego los instruyó en la manera de lanzarlos para que permanecieran el mayor tiempo posible en el aire.

De por medio había un estímulo: el que más durara se ganaba uno de mayor tamaño fabricado por el artista nipón.

Y claro, como era viernes y los muchachos estaban relajados, todos participaron y recordaron tiempos que, a sus quince años, increíblemente ya casi se habían ido de sus vivencias: “la verdad sí había jugado con avioncitos, pero nunca con tanta técnica y explicaciones, los lanzaba y ya”, comentó Sara Vargas, de quince años y una de las ganadoras, pues en realidad fueron tres los triunfadores y entre ellos se iba a feriar el trofeo.

Los otros campeones, Camilo Echeverri y John Jairo García, también gozaron el haberse vuelto a sentir niños. La mañana estaba fresca y hacía buen viento en los patios de este colegio ubicado al occidente de Bello.

“Gané porque practiqué como el profesor japonés nos enseñó, él explicó muy clarito”, expresó John Jairo, de 17 años y que hacía más de cinco años no echaba a volar un avión.

A sus 58 años, Takuo Toda (que actuó con traductor, pues no habla español) es un empresario del Japón, pero que ostenta un Récord Guiness que nadie ha podido superar pese a que muchos lo intentan: el 19 de diciembre 2010, en Hirohsima, lanzó su avión de papel y este permaneció en el aire 29.2 segundos, todo un registro, pues los promedios de permanencia en el aire de estos juguetes de origami son de tres a cinco segundos.

“Este juego permite desarrollar la imaginación”, dijo Toda, que quedó sorprendido con la acogida y entusiasmo de los niños de Mano Amiga, una obra social de la Fundación Mano Amiga, que ayuda a niños de escasos recursos.

Allí lo llevó la empresa Mitsubishi, que apadrina proyectos de la fundación, explicó Lina Puerta, coordinadora de eventos de Mano Amiga.

Toda tiene otro reto: lanzar un avión de papel desde el espacio. Él piensa que “si se demuestra que un avión de papel puede volver a entrar en la atmósfera de la Tierra y desciende en forma segura, la comunidad científica podría obtener datos muy valiosos sobre la aerodinámica”.