¿Cuáles son las ciudades hermanas de Medellín en el mundo?
Periodista de la Universidad de Antioquia interesado en temas políticos y culturales. Mi bandera: escribir siempre y llevar la vida al ritmo de la salsa y el rock.
Regadas por el mundo, Medellín tiene 19 ciudades hermanas. Quizás, el hermanamiento más sonoro fue con Chapecó, Brasil, por los lazos que se crearon a raíz del accidente del equipo de fútbol cuando estaba apunto de aterrizar en Rionegro.
Lo cierto es que nuestra ciudad tiene hermanas con las que se habla mucho —Bilbao, España—, y otras con las que ya no lo hace —Jamjung, Corea del Norte—. La gente se preguntará: ¿para qué sirven las ciudades hermanas?
Son figuras políticas y administrativas que permiten establecer convenios en diferentes temas de interés entre dos ciudades, define Daniela Maturana, concejal de Medellín que ha participado activamente en la implementación de acuerdos de hermanamiento para la capital antioqueña.
“Se trata de adaptar en nuestra ciudad las buenas prácticas en infraestructura, salud, educación, cultura, y otros modelos que tienen distintas urbes del mundo, y que esos lugares se puedan servir de lo que se está haciendo en Medellín”, explica Maturana.
En 1961, la capital antioqueña firmó el primer hermanamiento con la ciudad de Fort Lauderdale, en el estado de Florida, Estados Unidos. Desde entonces, se han logrado otros 18 acuerdos de este tipo, siendo el último el que se pactó con la urbe surcoreana de Chuncheon.
“No hay reglas específicas, es una figura que se implementa, en su generalidad, porque es conveniente para ambas ciudades, pero también existen otras veces que se hace simplemente por tradición o por una situación específica”, comenta Sergio Escobar, director de la Agencia de Cooperación e Inversión de Medellín y el Área Metropolitana (ACI).
Para Daniela Maturana, si Medellín quiere apostarle a la internacionalización, es a través de la figura de ciudades hermanas como la administración municipal puede concretar varias políticas que contribuyan al desarrollo de la ciudad.
“Además de la cooperación técnica y financiera que se obtiene, hay un modelo de ciudad que se puede vender a otros lugares, enseñándoles como hacerlo”, dice Maturana.
Sin embargo, cuando los hermanamientos responden a un momento específico, puede correrse el riesgo de que se queden sobre el papel.
Por eso, explica Escobar, hay ciudades como Harbin, en China, o Jamjung, en Corea del Norte, con las que ni hay relación, ni existe siquiera información del porqué se llegó a dichos acuerdos.
“Se han establecido hermanamientos que no iban de la mano con los planes de desarrollo de Medellín. Con algunas
ciudades no hay afinidad y seguramente los acuerdos se firmaron en momentos de interés muy fugaces”, afirma Escobar.
A pesar de que algunos acuerdos suscritos se puedan enfriar, aquellos que se sostienen son vitales para no encerrarse en las decisiones que se toman a nivel local.
Maturana considera que se trata de “abrir un abanico de oportunidades y entender que más allá de las montañas
que rodean al valle de Aburrá, hay otras urbes que están haciendo cosas que pueden resultar exitosas en Medellín”.