Las dudas que rodean los cambios en Buen Comienzo
El programa no solo cambió requisitos jurídicos, la línea técnica de atención también se modificó. Estas son las explicaciones que da la Alcaldía.
Periodista de la Universidad de Antioquia con estudios en escritura de guión de ficción y no ficción.
Una semana después de que se hicieran públicos los cambios alrededor de los requisitos para contratar con Buen Comienzo, la polémica continúa. Los 40 operadores (también llamados aliados) de 2020 recibieron el pasado 25 de enero de 2021 la invitación para participar del nuevo proceso. La carta especifica los documentos jurídicos y técnicos a presentar, igualados en su mayoría con los que solicita el Banco Nacional de Oferentes del Icbf, la condición que comunicó la alcaldía hace una semana para contratar los operadores.
Según dijo anoche la dirección del programa, 34 operadores entregaron los documentos. De ellos, 15 están en etapa precontractual; y 19 más en proceso de revisión de documentos.
Los contratos para prestar servicio en las diferentes modalidades de Buen Comienzo (Institucional, Jardines, Familiar) se hacen cada uno por aparte. El proceso de licitación que se adelanta actualmente es para la modalidad Institucional 8 horas - Centro Infantil. En esta se busca garantizar la atención a 26.050 niños y niñas desde los 2 hasta los 5 años de edad; y desde los 3 hasta los 23 meses cuando las condiciones de sus familias así lo hagan necesario, brindando “educación inicial, seguimiento al desarrollo, acompañamiento y seguimiento al estado nutricional y de salud, fortalecimiento de las familias”, entre otras.
A pesar de que la recepción de documentos tenía como límite las 5:00 p.m. del 26 de enero, Vivian Puerta, directora de Buen Comienzo, aseguró que el programa siguió recibiendo correos a medida que llegaban. “Lo que hemos tratado de parte nuestra es que todos tengan la posibilidad de participar. Incluso hubo un oferente que envió el correo esta mañana (jueves 28 de enero) y lo recibimos”.
La invitación enviada a los operadores ratifica la solicitud de documentos jurídicos como carta de presentación, compromiso anticorrupción, certificado de existencia y representación legal o equivalente, reconocimiento de personería jurídica vigente o reconocimiento para pertenecer al Sistema Nacional de Bienestar Familiar expedida por la Dirección Regional del Icbf, entre otros, también pedidos en convocatoria del Banco de Oferentes del Icbf, cuya última apertura de inscripción data de octubre de 2019.
También hay similitudes en lo que se refiere a requisitos técnicos como la experiencia. Tanto en la convocatoria de Buen Comienzo como en la última del Banco de Oferentes, se requiere acreditar experiencia mediante la presentación de cinco certificaciones de contratos o convenios ejecutados en relación con la atención a primera infancia, infancia, familia y nutrición infantil. Con la diferencia de que mientras el Icbf señala que estos contratos se debieron “ejecutar y terminar satisfactoriamente” en los últimos 5 años, Buen Comienzo amplía ese período a 10.
Otros documentos como la propuesta pedagógica también son necesarios en ambos procesos. Junto a los requisitos jurídicos, la invitación hace alusión a una serie de condiciones técnicas que buscan garantizar la prestación del servicio. Y en ellas hubo cambios.
¿En desmejora?
La invitación a ofertar por modalidad Institucional que le llegó a los operadores en la ciudad, confirmaron tres de ellos, especifica cambios en el presupuesto, el equipo humano y la metodología de atención.
Mientras en el actual proceso de contratación se estipula que el operador debe garantizar un coordinador pedagógico por cada 360 niños y niñas, en la anterior contratación (agosto de 2020) ese mismo indicador era de un coordinador pedagógico por cada 200 menores. La reducción en la cantidad de agentes educativos versus niños y niñas se ve en todas las aristas.
Un docente por cada 36 niños y niñas, cuando antes era por cada 25; un auxiliar docente por cada 72 niños y niñas, cuando antes era por cada 50; un agente educativo psicosocial por cada 360 niños y niñas, cuando antes era por cada 300. El nuevo lineamiento agrega la necesidad de un auxiliar de enfermería y profesional de salud, que no estaban en anteriores ocasiones.
Uno de los operadores, que quiso entregar su opinión de forma anónima debido a lo que denominó un ambiente hostil, señaló como “inhumanos” los cambios. “No solo atentan contra la calidad del servicio que el señor alcalde promueve; atentan también financieramente contra las instituciones. Desdibujaron y desmembraron el programa como venía funcionando”:
“La atención va a cambiar”, explica Puerta. “Vamos a tener una metodología de alternancia que al final tendrá que definir cada uno de los operadores de acuerdo a la matrícula que tienen, porque seguramente va a haber papás que prefieren dejar a sus niños en casa. Y esos niños van a recibir atención allí. Y quienes estén en Jardín también. Nosotros garantizamos la equidad. El número de agentes educativos no ha disminuido”, señala Puerta. Se refiere a un total de agentes educativos de todas las modalidades del programa.
“Nosotros miramos el programa como un todo. Vamos a tener una oferta mucho más grande en términos generales en el resto de modalidades. Jardines tendrá, por ejemplo, un equipo humano diferente. No podría decir hoy concretamente números, pero en el total vamos a tener la misma cantidad de agentes, incluso un incremento de 50 más, y eso sin tener en cuenta otros procesos de acompañamiento como el tránsito a la educación regular, modalidad que no hemos comenzado. Ahí vamos a tener muchas oportunidades laborales para las personas que vienen ayudándonos en este programa”, finaliza Puerta.
La metodología de atención, en un año que comienza en plan de alternancia, se especifica en el documento. Tal como lo dijo la directora de Buen Comienzo, el programa cambia.
En el desarrollo de la modalidad Institucional, cada niño, dicen los lineamientos, “deberá recibir a la semana 19 horas de atención aproximadamente”. Se plantean 7 horas de participación en encuentros educativos virtuales asincrónicos a la semana; y encuentros presenciales de 4 horas en las sedes, 3 días a la semana. Además, visitas de acompañamiento en el hogar y entrega de alimentos que aporten el 70 % de las necesidades calóricas diarias.
Los reproches
El proceso actual de contratación de Buen Comienzo ha centrado los ojos políticos de varios concejales de la ciudad. Uno de ellos, activo en redes sociales, es Daniel Duque, por el Partido Verde. El corporado publicó varios hilos en su cuenta personal en la que señala su “sospecha” respecto a una supuesta “entrega” de Buen Comienzo a la Corporación Colombia Avanza.
En su página, Colombia Avanza dice que “promueve y administra recursos para la ejecución de proyectos sociales en educación, salud, recreación, arte, cultura y medio ambiente”. Duque la señala como cercana a la familia Suárez Mira de Bello. Si se consulta en el Rues (Registro Único Empresarial), la corporación tiene como representante legal a Henry Paulison Gómez Montoya, exconcejal de Bello entre 2007 y 2011.
Colombia Avanza fue operador de Buen Comienzo en 2020, en la modalidad Familiar, confirmó Gómez. “Somos un operador de Buen Comienzo, como somos operadores de la Gobernación, del Icbf, de programas de alimentación. Somos una empresa que está en el mercado hace 11 años, trabajando diferentes programas y ese es uno”, señaló consultado por este diario.
Al ingresar a la página de la corporación durante la mañana de este jueves, se desplegaba un banner con el logo de la Alcaldía de Medellín y el nombre del programa Buen Comienzo. Allí se pedía inscribirse en la lista de espera si se trataba de madre gestante o con niños de cero a 23 meses, el público de la modalidad Entorno Familiar.
Dicha página, funcionaba en la mañana, pero en la tarde presentó errores que no permitieron su acceso. “No hay autorización para eso. Yo ni me he sentado a mirar esa modalidad. En este momento nadie debería estar haciendo matrícula aparte del link oficial de la Secretaría de Educación de Medellín”, aclara Puerta.
Preguntado respecto al banner, Gómez respondió: “todos los años hay un requisito contractual que se llama convocatoria. Normalmente estos contratos salen de la noche a la mañana y lo que uno tiene que hacer son procesos de convocatoria. El año pasado también estaba el banner, y no solo Buen Comienzo de Medellín sino también, cuando trabajábamos en la Gobernación, sacábamos el banner de ellos, o redes sociales. Porque es un requisito. Nosotros hoy por hoy no hemos sido invitados ni tenemos ningún contrato. Estamos en la misma situación de todos. No sabemos ni siquiera cuál va a ser el futuro de ninguna de las modalidades y ni siquiera sabemos si vamos a participar”.
Respecto a la supuesta cercanía con los Suárez Mira, el representante legal de Colombia Avanza, respondió: “Es una mentira. A los Suárez Mira los conoce todo mundo”.
Vivian Puerta, directora de Buen Comienzo, terminó de aclarar que “Colombia Avanza no está en el actual proceso de contratación (por modalidad Institucional) ni tiene posibilidad de estar”.
Esta corporación ya ha sido contratista de la Alcaldía. En marzo de 2020 suscribió un contrato (número 4600085448), con la Secretaría de Educación por un costo de $7.168 millones cuyo objeto era la compra y entrega de 220.578 paquetes alimentarios a estudiantes, que fue investigado por la Contraloría General de la República por presunto sobrecostos, pero posteriormente fue archivado.
Adicional a todos estos hechos, EL COLOMBIANO conoció en primicia que, tras evaluar a los 40 proponentes en el proceso de contratación de Buen Comienzo, la Alcaldía de Medellín encontró irregularidades en uno de los documentos que presentó para su postulación la Fundación Carla Cristina.
Se trata del certificado que avala el buen manejo de dineros y excedentes como entidad sin ánimo de lucro, que debe ser expedido por la Gobernación de Antioquia y que aparece con fecha de 2021. Es un documento en el que los logotipos, la firma de quien lo expidió y el número de radicado corresponde a 2019, tal como lo ratificó la Gobernación en una carta.
La directora de la Fundación Carla Cristina, Miriam Mesa, aseguró que su entidad sin ánimo de lucro no ha sido notificada de ninguna irregularidad y afirmó que “vamos a revisar lo ocurrido porque nosotros nunca hemos falsificado o manipulado información”