¿Qué tan efectiva es la luz verde intermitente de los semáforos en Medellín?

El fin: darle más señales al conductor para que no pase el semáforo en rojo y reducir los accidentes en las vías de Medellín. Para lograrlo, la Secretaría de Movilidad comenzó en 2013 con un piloto para implementar la luz verde intermitente y alertar a la gente para que detuviera sus vehículos en una intersección, una estrategia que se mantuvo y hoy funciona en 689 puntos de la ciudad.

No obstante, el profesor Victor Gabriel Valencia Alaix lidera un estudio dentro del grupo de investigación de Vías y Transporte de la Universidad Nacional que evalúa la eficacia de este sistema, y el cual ya arrojó algunas conclusiones.

Para el análisis tomaron información de las bases de datos del Tránsito. Más de 365.000 accidentes viales reportados entre 2009 y 2016, de los cuales alrededor del 20 % se dieron en intersecciones con semáforos.

Valencia Alaix indicó que, aunque no encontraron una confiabilidad superior al 95 % en siniestros con muertos y heridos, sí lo hicieron en hechos que involucraron solo daños materiales. En estos casos, la reducción de la accidentalidad fue del 26 % en cruces con semáforos de luz verde intermitente.

Aún así, el docente sostuvo que en temas de seguridad vial no es adecuado hacer pruebas, como la de cuatro meses que se realizó para implementar esta estrategia en 2013, porque pueden generar traumatismos en la movilidad.

Modificar el amarillo

Valencia Alaix señaló que lo adecuado era, en todo caso, modificar la duración del color amarillo, que alerta más a la ciudadanía para detenerse y que queda con tiempos muy cortos que obligan, en ocasiones, a que la gente frene de manera brusca y se puedan generar colisiones.

“Como el verde intermitente no está ni siquiera reglamentado a nivel nacional, puede prestarse para confusiones o múltiples interpretaciones”, expresó.

Por su parte, Gustavo Cabrera, profesor de la Universidad de Antioquia y experto en seguridad vial, afirmó que la intermitencia y los tiempos largos en el color amarillo tendrían un impacto más alto en los conductores.

“Si se alarga este color la gente estaría mejor advertida. Tanto conductores como peatones podrían tomar mayor precaución. Es que las personas, si no ven el amarillo, no creen que deben parar”, dijo.

La efectividad en cifras

Con números en mano, y sin desconocer que adicional a la estrategia semafórica también se desplegaron campañas de educación vial, la Secretaría de Movilidad defendió la implementación de la intermitencia de la luz verde.

Marta Suárez, líder de Planeación y Prospectiva del despacho, informó que de 2013 a 2018 se redujeron los comparendos por cruzar en rojo en 54 %, pasando de 28.233 a 12.911. Además, la accidentalidad vial también pasó de 49.604 siniestros en 2013 a 43.524 el año pasado.

“Modificar el amarillo no fue contemplado como solución porque la gente tiene la cultura de cruzar en este color. Por el contrario, como el verde es para seguir, y la intermitencia ya está interiorizada por cuenta de los semáforos peatonales como señal que indica que se termina el tiempo, consideramos que era la solución”, explicó Suárez.

Finalmente, concluyó, la medida surgió por la misma solicitud de la ciudadanía, pero desde la secretaría están abiertos a conocer más detalles del estudio del grupo de la U. Nacional y buscar estrategias conjuntas en pro de la seguridad vial de la ciudad.