¿Está el Valle de Aburrá preparado para incendios en pisos altos?
La situación es tan compleja que hay edificios a los que ni siquiera puede entrar una máquina de bomberos.
Comunicador social-periodista de la Universidad de Antioquia. Redactor del área Metro hace 20 años. Periodista judicial hace 30 años. También ha trabajado como locutor y periodista de radio en la Cadena Caracol. Autor del libro Expresión oral para periodistas, editorial UPB.
Cuando una persona va a comprar un apartamento en altura, por lo general, solo pregunta por el precio y el número de metros cuadrados que tiene, el resto parece no importarle.
Qué equivocado está. Hay otros elementos clave que debe conocerlos al detalle pues tienen que ver con su dinero y la vida misma de quienes ocuparán el bien, como es el tema de la seguridad, en caso de un incendio, un terremoto u otras desgracias.
Mientras más alto el piso, más vale y los constructores quieren elevarse cada vez más para estar más cerca de sus clientes. ¿Pero saben los moradores de los pisos altos qué hacer en caso de emergencia?, ¿saben qué pueden esperar de los bomberos para su rescate y si estos tienen los equipos apropiados para socorrerlos?
Hoy el Valle de Aburrá solo cuenta con una máquina plataforma, que pertenece a Bomberos de Medellín, la cual alcanza para combatir el fuego hasta una altura máximo de 31 metros, unos 12 pisos.
El cuerpo de Bomberos de Envigado tiene otra máquina escalera, pero esta sirve para atacar incendios en edificaciones de cinco pisos. ¿Entonces, qué puede ocurrir en caso de un incendio en los pisos que superan los 31 metros?
La repuesta, según el subcomandante del cuerpo de bomberos de Medellín, capitán Fabio Moncada, está en las nuevas normas de Sismorresistencia NSR-10 en sus capítulos J y K y el Decreto municipal 409, que obligan a los constructores a entregar los edificios con una serie de dispositivos de seguridad y cuyos proyectos deben presentar a las curadurías y cumplirlos para que les expidan las respectivas licencias.
Protección de la vida
El director del departamento administrativo de Gestión del Riesgo de Medellín, Dagrd, Carlos Gil, dijo que estas normas son obligatorias de cumplir, porque tienen que ver con la vida.
Por esto, la obligación que tienen los constructores de instalar redes contra incendios, bombas de agua, escalaras de cierto tipo y una serie de dispositivos electrónicos que les permite a los habitantes evacuar o enfrentar la emergencia mientras los bomberos llegan.
Advirtió que la máquina plataforma más sofisticada de Medellín no llega a pisos elevados, porque su alcance máximo es de 31 metros. En consecuencia la única alternativa es enfrentar el fuego y el humo con equipos con los que cuenta la misma edificación.
Las administraciones de las unidades deben contar con brigadas de emergencias conformadas por los copropietarios que actúen de forma inmediata en caso de una conflagración.
Norma NSR-10
Alejandro Botero, director técnico de Camacol Antioquia, explicó que la norma sismorresistente NSR-10, de 2010, establece que un edificio es de gran altura cuando supera los 28 metros, desde el nivel de acceso hasta el último piso transitable.
A parir de esa altura las edificaciones deben cumplir con unas especificaciones especiales de protección contra el fuego y medios de evacuación.
Entre los requisitos de protección contra el fuego se exige que deben tener unas bombas para la red de incendios, tanques de almacenamiento para que esa red funcione con un sistema de gabinetes en cada piso de por medio, hasta que lleguen los bomberos.
Los medios de evacuación tienen que estar protegidos y aislados con paredes rompefuego, para que las llamas y el humo no afecten a las personas. También el edificio tiene que contar con dos tacos de escaleras, protegidas contra la candela y el humo.
Pero esos tacos no pueden terminar a mitad del edificio ni en el hall, sino que deben salir hasta la calle. De igual forma, tienen que tener un sistema de rociamiento en todas las rutas de circulación y parqueaderos, que se activen con un componente electrónico que detecta el fuego y el humo.
Todo constructor tiene la obligación de cumplir con la norma NRS-10 y las oficinas de planeación y curadurías al expedir la licencia tienen que verificar que todo esté en regla en materia de protección contra el fuego y terremotos.
Las curadurías
Guillermo Restrepo, arquitecto interventor de la Curaduría Primera de Medellín, respondió que los proyectos que les presentan para licenciar tienen que cumplir con las nuevas normas de sismorresistencia y seguridad.
Sin embargo, a pesar de que ellos verifican que los constructores y arquitectos las cumplan, según la información que les presentan, ellos no hacen interventorías, ya que es obligación de los constructores hacer lo que está en los planos tal como se les aprobó en la licencia.
Entonces, en el caso de Medellín es la nueva Oficina de Control Urbanístico la que tiene que verificar y chequear que sí se haya cumplido con lo que se presentó en el proyecto y todo esté acorde con la licencia que se aprobó.
El ingeniero civil Juan David Moreno, experto en Gestión del Riesgo y Patología de Estructuras, opinó que las nuevas edificaciones tienen que contar con sistemas que permitan, primero prevenir los incendios con sistemas de detección y, segundo, extinguirlos.
Pero como Medellín cuenta con edificaciones altas que fueron construidas cumpliendo normas de antes de 1998 que fue cuando empezaron a exigirse las construcciones sismorresistentes sí deberían pensar en una rehabilitación para adaptarlos a las nuevas exigencias para prevenir emergencias.
Advirtió que en estos momentos hay una discusión sobre quién tiene que hacer cumplir las normas. Unos dicen que son las curadurías, o en su defecto, las oficinas de Planeación, pero otros aseveran que tienen que ser los bomberos. Pero alguien las tiene que hacer cumplir y la Ley 400 de 1997 regula estos temas.
A los que vayan a comprar apartamentos o vivan en pisos altos este profesional les aconsejó que deben asegurarse de qué sistemas de prevención de incendios y también de terremotos tiene el edificio, porque las llamas no solo se inician por escapes de gas o cortos circuitos, sino que uno de los mayores generadores de incendios son los sismos.
En segundo lugar, por medio de las administraciones hay que verificar que se le haga un mantenimiento adecuado a estos sistemas contra el fuego y que se compruebe que todo funciona perfectamente.
Un tercer aspecto es que la unidad tenga un plan de contingencia, que se hagan simulacros y se capacite a todos los copropietarios para que sepan qué riesgos se pueden presentar, en especial, en las alturas.
“El riesgo es imposible de eliminar y ante eso tenemos que estar preparados”, concluyó el especialista.
El comandante de los bomberos voluntarios de Envigado, capitán, Luis Bernardo Morales, se lamentó, porque en la ciudad hay edificios muy altos a los cuales es imposible ingresar un carro de bomberos y muchos menos una máquina plataforma como la de Medellín, por el peso que esta tiene.
El oficial opinó que la situación es tan delicada que hay edificaciones en el Valle de Aburrá en la que si se presenta un incendio o un terremoto puede ocurrir una tragedia, porque va a ser imposible para los bomberos llegar a esos lugares.
“Si el edificio cuenta con buenas bombas, los socorristas pueden llegar por las escalas hasta esas alturas. Sin embargo, si no se cumplió con otro requisito fundamental que establece la norma y es tener una planta eléctrica diésel de emergencia, porque si el origen es un corto circuito toda la unidad se queda sin energía, nunca va a subir el agua para atacar el fuego”.
Bomberos preparados
Anotó que los bomberos del Valle de Aburrá están preparados para enfrentar estas emergencias, pero se necesitan los equipos y hay que evaluar si se cumplen los requisitos para construir apartamentos tan altos. O sea que el camión plataforma viene a ser una parte en un sin número de elementos.
Reconoció “que la norma en muchos edificios se cumple a medias porque estos deben tener una manguera piso de por medio y debe llegar hasta la parte más lejana del apartamento más lejano y eso no ocurre. Esta normatividad no funciona y los bomberos no tenemos las herramientas para hacerla cumplir”