Antioquia

Movilidad incluyente en buses, a mitad de camino

Aunque en Medellín ya ruedan vehículos de transporte público con el equipamiento requerido, son pocos los habilitados para su uso. ¿Qué pasa?

Periodista con sueños de historiadora. Apasionada por la Medellín antigua, su memoria visual y sus relatos.

23 de diciembre de 2017

Con la renovación del parque automotor, proyecto que comenzó en 2012 y se reforzó con la actual administración, llegaron a Medellín los primeros buses de servicio público con acceso para personas con movilidad reducida, diferentes a los de las rutas integradas al sistema metro.

De los 3.470 de estos vehículos que circulan por la ciudad, 376 tienen una plataforma que facilita el ingreso a esos usuarios, informó Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín.

Y aunque la mayoría de estos vehículos ya ruedan por las calles de Medellín, muchos no tienen habilitada esta plataforma. ¿Qué hace falta?

Iglesias explicó que “contamos con un grupo de educadores viales que visitan diferentes zonas de la ciudad donde ya están socializando con la comunidad este sistema y, por otra parte, se ha estado capacitando a los conductores”, dijo.

Sin embargo, Juan Gonzalo Merino, presidente de Asociación de Transporte Colectivo del Valle de Aburrá, anotó que la prioritaria es adecuar los paraderos de los buses, pues la plataforma de accesibilidad, requiere de un amoblamiento especial para que el pasajero la use sin contratiempos.

“Esto en especial para aquellos que tienen plataforma alta, que son la mayoría, pues hay otro tipos de estructuras que pueden usarse con las aceras tradicionales, pero, la recomendación principal es que sea en un lugar plano, por seguridad”, agregó

Iglesias reiteró que para 2018 se contará con al menos 350 paraderos inteligentes, con pantallas para consultar recorridos y horarios de las rutas; sin embargo, no aclaró si estos contarán con el amoblamiento referenciado por Merino, pues sería un trabajo conjunto con Secretaría de Infraestructura.

Otro asunto pendiente es la modificación de los tiempos en los paraderos, pues el acceso de un pasajero con movilidad reducida puede tardar varios minutos, a diferencia de otras personas, que ingresan en segundos.

Tanto Merino como Iglesias, contaron que desde sus entidades, se evalúan cómo serían estos cambios y las instrucciones para las empresas y conductores, y así no afectar el flujo de las rutas.

¿A quién beneficiaría?

Según la Unidad de Discapacidad de la Secretaría de Inclusión, Familia y Derechos Humanos, en Medellín habitan 13.211 personas con movilidad reducida, las cuales se concentran principalmente en las comunas Santo Domingo, Santa Cruz, Manrique, Aranjuez Castilla y Doce de Octubre, es decir, zonas donde el medio transporte más usado suele ser el bus.

Citas médicas, trabajo, estudio y otras tareas de la vida cotidiana son algunas de las actividades que se podría facilitar para una persona con movilidad reducida, de implementarse de manera efectiva este sistema.

Diego Echeverri González, arquitecto experto en accesibilidad, señaló que el sistema presenta muchas falencias, pues también se deben tener en cuenta la señalización, la distribución y que no se afecte el servicio para los demás pasajeros u otros vehículos.

“Por ejemplo, la aproximación ¿Qué pasa si es una vía rápida o congestionada? Además, ¿qué pasará en la zonas inclinadas?, ¿Cómo sabrá el usuario en que horario pasa el bus que tiene la plataforma?”, dijo.

¿Y el valle de Aburrá?

El proceso de reposición implica también a todos los municipios del área metropolitana. Por ejemplo, en Envigado, según la secretaria de Movilidad, Sara Cuervo, ya se cuentan con 10 vehículos acondicionados para el acceso para pasajeros con movilidad reducida y para 2018, se estarán interviniendo los paraderos.

Para el caso de Sabaneta, desde la Secretaría de Tránsito informaron, que aunque ya hicieron la solicitud a las empresas transportadoras, el ingreso de los buses con los requerimientos sigue en proceso.