Parques biblioteca, más cultura que edificios
A pesar de las fallas estructurales, los paisas siguen visitando estos nueve centros del conocimiento.
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Los problemas de infraestructura, que presentan más de la mitad de los parques biblioteca de Medellín, parecen no representar una dificultad para la población de la ciudad.
A la fecha, uno de cada 10 habitantes de Medellín está afiliado para prestar material en los nueve parques y 50 se inscriben a diario en el sistema, según cifras de la Secretaría de Cultura.
Para Daniel Zapata, subsecretario de bibliotecas, lectura y patrimonio, estos espacios culturales se han convertido en una “extensión de las casas”, pues la gente ha sabido apropiarse muy bien de los parques, de sus servicios y de los bienes que allí están.
“Se encuentran muchas cosas, además de los libros. Por ejemplo, las salas TIC, las tertulias literarias, los talleres, los programas culturales. Son bibliotecas dinámicas, de encuentro, que la gente ve en ellos espacios de comunidad y espacios públicos”, explica el funcionario.
De los nueve parques, seis presentan algún tipo de falla que, si bien no impide las actividades en la mayoría de los espacios, sí se han tenido que resolver con reacomodación o cierre en algunos espacios dentro y fuera de las instalaciones.
Aún así, 1.500 ciudadanos participan cada día en 85 actividades culturales que se realizan en los parques.
Tulas viajeras y abuelos
Parte de la expansión y uso de los recursos de las bibliotecasse encuentran en el proyecto Tulas Viajeras, por medio del cual los contenidos bibliográficos del parque son distribuidos por centros comunitarios, instituciones educativas y guarderías de los barrios cercanos a cada centro.
Zapata aclara que el programa es una forma de “no confinar la biblioteca”, para que esta se pueda mover por todo el territorio. “Vamos donde ellos, preguntamos qué tipo de material necesitan y les enviamos los libros a modo de préstamos por un tiempo”, comenta.
El programa de Abuelos Cuenteros es uno de los más demandados en las bibliotecas. En el primer semestre de este año, 11.500 personas han acudido a los encuentros en los que adultos mayores (voluntarios) leen cuentos para los usuarios que se acercan a las instalaciones.
Sin riesgos
Meses atrás, Amalia Londoño, secretaria de Cultura de Medellín, dijo a EL COLOMBIANO que aunque los daños son constructivos no ponen en riesgo las edificaciones. Las únicas afectaciones se presentan en la agenda cultural.
La funcionaria recordó, la semana pasada, que se deben esperar los fallos judiciales por las reclamaciones realizadas a los contratistas, en el caso de las edificaciones afectadas.
“La comunidad siempre espera y participa de la programación mensual y en eso trabajamos todo el tiempo, generando encuentros académicos, sociales y culturales para ellos”, puntualiza
EL COLOMBIANO visitó 3 de los parques que presentan daños graves: el Parque Biblioteca Gabriel García Márquez, León de Greiff y Tomás Carrasquilla, para registrar en detalle cuáles son las falencias que se evidencian.
Gabriel García Márquez
El parque, que costó 16.530 millones de pesos, ubicado en el barrio 12 de Octubre, se encuentra en funcionamiento. Sin embargo, el ascensor, no puede ser usado debido a que el contratista, el consorcio Fronpeco, constituido por la constructora Herreña Fronpeca y Ecodiseño Limitada, se encuentra demandado por la Empresa de Desarrollo Urbano, EDU, por abandono de obra.
La fachada se encuentra afectada por filtraciones de losa y los equipos de aire acondicionado no han sido instalados en su totalidad.
Los perjuicios causados por Fronpeco, suman 1.281 millones de pesos.
Dos procesos judiciales, interpuestos por la EDU se encuentran en trámite ante el Tribunal Administrativo de Antioquia desde el 2014 y ascienden a 1.347 millones de pesos.
León de Greiff
Las filtraciones que presenta esta obra, ubicada en La Ladera, Villa Hermosa, obligaron a mover la ludoteca de la Sala Mi Barrio a un costado de la edificación, junto a la cafetería, la cual no funciona a pesar de estar completamente lista.
En la biblioteca son visibles las grietas en el techo, producto del goteo que viene del deck (terraza).
Este espacio, que cubre por lo menos la mitad de la estructura, se encuentra expuesto a la inclemencia del clima y presenta deterioro visible.
“Si entramos a tocar el deck, el juez no podrá usar las pruebas para la demanda”, afirma Daniel Zapata, subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio, en referencia a interrumpir el proceso legal, por 429 millones de pesos, que se lleva contra de Arquitectos e Ingenieros Asociados S.A., contratistas de la obra.
La EDU presentó, el 6 de abril de este año, una petición de urgencia ante el despacho encargado del caso, para practicar las pruebas necesarias y resolver ágilmente el proceso.
Tomás Carrasquilla
El Parque Biblioteca Tomás Carrasquilla, ubicado en el barrio López de Mesa, Robledo, registra daños por filtraciones en dos de sus salones: la Sala de Lectura General y la Sala de Exposiciones.
Según Zapata, si algo sucede, parte de la edificación se cierra, como en el caso de intensos aguaceros.
A partir de las filtraciones que afectan los salones internos, la sala de exposiciones no cuenta con cielorraso y la sala de lectura general presenta desgaste en los suelos, producto de las goteras. Sin embargo, en ambas salas se llevan a cabo eventos.
Seis bibliotecas más
El Parque Biblioteca España, en Santo Domingo Savio, sigue en reparación y está cerrado desde el 2015.
Allí a Subsecretaría de Bibliotecas llevó las colecciones a otros parques y distribuyó las actividades culturales en distintos espacios públicos de la comuna 1.
El 2 de mayo de este año, fue aceptada la demanda contra los implicados en la construcción del edificio, por 11.042 millones de pesos. Esta se encuentra en proceso de notificación a las partes.
Las bibliotecas Fernando Botero, en San Cristóbal, y José Horacio Betancur, en San Antonio de Prado, presentan pequeñas filtraciones que son controladas por el equipo de mantenimiento.
Las bibliotecas José Luis Arroyave, en San Javier; Manuel Mejía Vallejo, en Guayabal, y Belén no presentan daños en sus estructuras.