Pastillas y licor detrás de violencia en espectáculos públicos
Antes de los partidos y cuando hay espectáculos públicos es frecuente ver a jóvenes y niños que consumen alcohol con benzodiacepinas.
Comunicador social-periodista de la Universidad de Antioquia. Redactor del área Metro hace 20 años. Periodista judicial hace 30 años. También ha trabajado como locutor y periodista de radio en la Cadena Caracol. Autor del libro Expresión oral para periodistas, editorial UPB.
En los alrededores del Estadio Atanasio Girardot, antes de los partidos, es frecuente ver a jóvenes y adolescentes consumir garrafas de un “vino” artesanal que mezclan con pastillas que ellos llaman “ruedas”.
Al respecto, el presidente de la Asociación Colombiana de Toxicología Clínica y toxicólogo del hospital Marco Fidel Suárez de Bello, Jorge Marín, alertó que se trata de una mezcla que produce alteraciones mentales, convulsiones y hasta la muerte.
Dijo que ya ha tenido en consulta a algunos barristas, quienes le han indicado que han hecho esta mezcla. “He tenido casos en que me han llegado niños de 12 años”, dijo.
Otro peligro, añadió, es que como estos consumos empiezan desde tan temprana edad, les ocasiona a estos muchachos dificultades para el aprendizaje y de memoria.
Además, relató, “he tenido pacientes con daños en el hígado y los riñones y han llegado tan complicados que los hemos tenido que entubar”.
El médico toxicólogo Ubier Gómez, del hospital San Vicente Fundación, dijo que las benzodiacepinas son recetadas por los psiquiatras para controlar la epilepsia, la ansiedad y el insomnio.
La mezcla con licor, aseguró, produce alteraciones en la conducta y vuelve al consumidor agresivo e irritable. También amnesia, que los pone en estado de riesgo, porque pierden la voluntad.
Al principio esto los agita y, por eso, se ven jóvenes en las tribunas que brincan y gritan sin descanso durante todo un partido y no les importa verlo. Pero también los vuelve agresivos y los lleva a atentar contra otras personas sin motivos e, incluso, a atracar.
Gómez les solicitó a las autoridades más control en la venta clandestina que se hace de estas pastillas que tienen prescripción médica.
También llamó la atención sobre la venta del llamado “vino barato”, porque se trata de alcohol etílico, con endulzantes y colorantes.
El subsecretario de Espacio Público, Francisco Henao, afirmó que en las ventas callejeras no pueden vender licor y estará atento, porque si esta bebida es adulterada, se pasa de una contravención a un delito castigado por la ley.