Municipios del sur del Aburrá revisan su ordenamiento territorial
Envigado, Sabaneta, Itagüí, La Estrella y Caldas buscan soluciones a sus problemas comunes.
Redactor del Área Metro. Interesado en problemáticas sociales y transformaciones urbanas. Estudié derecho pero mi pasión es contar historias.
Los cinco municipios que componen el Sur metropolitano, zona donde viven 682 mil personas (19% de la población del Valle de Aburrá), formaron una mesa para analizar conjuntamente sus problemas, insumo que servirá para las revisiones de los planes de ordenamiento territorial que adelanta cada uno.
La iniciativa busca la articulación de las soluciones a algunos problemas, como la densidad poblacional y la alta tenencia de automotores.
Cada Alcaldía avanza en diferentes etapas dentro de la actualización de su planificación. Envigado y Sabaneta se encuentran en las etapas finales de estructuración de sus planes de ordenamiento Territorial; Caldas está próximo a comenzar; mientras que Itagüí y La Estrella analizan la viabilidad de modificar sus directrices de planificación.
Camilo Vergara, director de Planeación de Sabaneta, municipio que presidio la primera reunión conjunta, dijo que la unidad de los cinco municipios es clave a la hora de afrontar problemas comunes como la movilidad, las contingencias ambientales y los riesgos de ocupar la ladera, así como en el desarrollo de la Centralidad Sur, la vía Distribuidora en la autopista y el tren que llegará hasta Caldas.
Problemas afines
Según el Informe de Calidad de Vida 2016 Aburrá Sur Cómo Vamos, la densidad poblacional y la contaminación son dos de las principales preocupaciones en esta zona. La construcción de vivienda, en términos de unidades iniciadas, aumentó en Caldas, Itagüí y Sabaneta, y se redujo en Envigado y La Estrella.
Asimismo, los resultados evidencian un estancamiento en materia ambiental en los aspectos revisados por el informe. En cuanto a la concentración de material particulado PM2,5, el promedio en las tres estaciones de medición en 2016 fue de 30 microgramos, superando la norma nacional de 25 microgramos.
Vergara añadió que las reuniones se seguirán haciendo para buscar puntos de encuentro en el vecindario frente a la utilización del suelo. “Estuvimos de acuerdo en que tenemos que hablar el mismo lenguaje para desarrollar proyectos regionales”, añadió.
Sabaneta terminará de formular su Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) en abril y luego lo radicará ante las autoridades ambientales (Área Metropolitana y Corantioquia) . En el segundo semestre lo presentará al Concejo.
Esteban Salazar, jefe de Planeación de Envigado, detalló que el municipio se encuentra en la última etapa de su Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y que el próximo mes lo presentará a las autoridades ambientales. Una vez se tengan sus conceptos, se debatirá en el Concejo.
Salazar dijo que el proceso servirá de guía para las otras alcaldías. Los lineamientos que trazará el POT (vigencia de 12 años) son afines a la dinámica territorial del Aburrá: redensificar el río, generar más espacio público, proteger la zona rural y desestimular el uso del carro.
Diego Aguirre Ramírez, director del Departamento de Planeación de Itagüí, detalló que ese municipio apenas está en fase preliminar, porque el POT está vigente hasta 2019. “Otra preocupación es la armonización del uso del suelo, debe haber regulación más estricta con la construcción”, apuntó.
Importancia regional
Simultáneo al ejercicio de revisión de la planificación municipal, el Área Metropolitana adelanta el Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial (Pemot), estrategia con la que se pretenden articular las instancias de planificación regional.
Víctor Piedrahíta, subdirector de Planificación del Área Metropolitana, anunció que en mayo terminarán la construcción del Pemot para presentarlo en junio a la Junta Metropolitana. “Su función principal es armonizar el ordenamiento territorial, porque en la práctica cada uno hace la tarea de fronteras para adentro”, dijo.
Jorge Pérez Jaramillo, decano de la Facultad de Arquitectura de Santo Tomás, indicó que muchas soluciones pasan por acciones conjuntas. “Hay responsabilidad compartida ante problemáticas comunes como la gestión de los recursos naturales, la seguridad alimentaria, equipamientos, espacios públicos y gestión frente a los retos del cambio climático”, concluyó Pérez.