Policía Antioquia ocupó 5 casas que serían de la banda “El Mesa” en el Oriente del departamento
Los inmuebles eran usados, presuntamente, para el acopio y tráfico de estupefacientes.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, informó esta semana que la policía departamental ocupó cinco inmuebles, avaluados en cerca de $3.500 millones, que pertenecen, aseguró, al grupo criminal “El Mesa”.
Las casas están ubicadas en diferentes municipios del Oriente antioqueño, como El Carmen de Viboral, Rionegro y La Unión, y, de acuerdo con las autoridades, eran utilizados para el acopio y tráfico de estupefacientes. Además, desde estos lugares presuntamente se coordinaban homicidios y ortos crímenes.
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“Esta banda nació en el Valle de Aburrá y se extendió al Oriente antioqueño buscando captar más rentas ilícitas. Son los principales responsables de homicidios, microtráfico, desplazamientos, amenaza a líderes comunitarios y extorsión en esta subregión del departamento”, señaló el gobernador Rendón.
Además, el mandatario departamental aseguró que, una vez ocupados por las autoridades, estos inmuebles deben ser derribados. “Que ningún símbolo de estos criminales quede en territorio antioqueño”, ordenó.
Y es que el Mesa es una de las bandas criminales que más violencia ha causado en el Oriente antioqueño en los últimos años, pues por hacerse con las rentas y el monopolio del microtráfico en la región, ha librado una lucha a sangre y fuego con otras estructuras criminales.
Como resultado, los homicidios en esta región aumentaron un 11 % en lo corrido del año, de acuerdo con las cifras de la Policía.
Entre enero y octubre, los 23 municipios del Oriente suman 156 asesinatos, frente a los 138 del mismo periodo del año pasado. La mayor concentración de casos se da en el Valle de San Nicolás, donde se han registrado 95 homicidios, 17 más que en 2024.
Municipios tradicionalmente tranquilos, como La Unión y Nariño, también viven un repunte de la violencia: el primero ya contabiliza 14 muertes, más del doble que el año anterior; el segundo revive escenas que parecían superadas, con cinco asesinatos recientes y otros nueve ocurridos desde el segundo semestre pasado.
Pero las acciones criminales de “El Mesa” no solo han dejado la muerte de miembros o presuntos miembros de estructuras ilegales, sino también de civiles inocentes, como ocurrió en la masacre del 25 de junio del 2024 en el municipio de Rionegro, cuando miembros de esta banda entraron a una casa rural y acribillaron a siete personas porque pensaban que eran de otro grupo criminal, cuando realmente eran trabajadores del sector de la construcción.
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La historia de “El Mesa”
El grupo delincuencial El Mesa, con orígenes en el barrio Mesa, de Bello, ha venido conquistando nuevos territorios de manera paulatina, llegando primero a otras subregiones de Antioquia y luego a otras ciudades del país en las que encuentra potencial para incrementar sus ya elevadas rentas criminales.
La organización liderada por Gustavo Adolfo Pérez Peña, alias El Montañero, es considerada como una de las más sanguinarias a la hora de buscar tener el control, tal como se evidenció en la disputa que se registró entre el 10 de febrero de 2019 y el 2 de octubre de 2020 en Bello, que dejó 236 personas asesinadas, muchas de ellas en medio de medidas de aislamiento por la pandemia del covid-19.
Después de tener el dominio territorial en su barrio de origen y luego continuar su recorrido por Andalucía y Prado, entre otros, continuó su plan expansionista en el norte del Valle de Aburrá, teniendo presencia en Copacabana, Girardota y Barbosa, en algunos puntos de manera dominante y en otros simplemente apoyando a organizaciones de estas localidades.
Después de finalizada la guerra en Bello se comenzó a escuchar que “El Mesa”, como si se tratara de una gran empresa, empezó a buscar otros territorios; primero se identificó su presencia en el Oriente antioqueño, comenzando por La Ceja y luego, como si se trataran de colonizadores, se metieron a Rionegro, El Carmen de Viboral y La Unión, con aumento de homicidios de por medio.
Rionegro fue el más afectado por esta oleada de violencia que lleva desde 2022 presentando un incremento en las cifras de sus asesinatos desde entonces, puesto que no solo ha sido “El Mesa” el invasor, sino que también llegaron dos de sus históricos competidores: “Pachelly” y “Los Chatas”.