Antioquia

Pólvora dispara contaminación del aire en el Aburrá

Estaciones reportaron 21 % más de concentración de material particulado durante la alborada.

Redactor del Área Metro. Interesado en problemáticas sociales y transformaciones urbanas. Estudié derecho pero mi pasión es contar historias.

04 de diciembre de 2018

Como si no fuera poco con la topografía, las condiciones atmosféricas, el incremento del parque automotor y el aumento poblacional, los cuales elevan los niveles de contaminación durante dos temporadas al año, el Valle de Aburrá tiene que lidiar con otro factor: la detonación de pólvora en Navidad.

Durante la madrugada del 1 de diciembre, 12 de las 14 estaciones de medición de calidad del aire se tornaron amarillas (condición moderada) y dos se elevaron hasta naranja, nivel dañino para niños, adultos mayores y embarazadas.

Los dos puntos más críticos fueron Aranjuez (43 microgramos de material particulado 2,5 por metro cúbico) y Villahermosa (38). Es nivel moderado hasta 35,4.

Las concentraciones de material particulado, según el Área Metropolitana, se fueron incrementando desde las 8:00 p.m. del viernes 30 de noviembre y tuvieron como pico la 1:00 a.m., momento en el cual empezaron a decrecer.

Esto se tradujo en un aumento de 21 % con respecto a los niveles reportados el 30 de noviembre. Las concentraciones se mantuvieron por varias horas debido a que la nubosidad no dejó salir el aire.

El 2 de diciembre el panorama mejoró: la concentración de PM2.5 disminuyó 45 % con respecto al día anterior, con nueve estaciones en verde (calidad buena) e igual número en amarillo.

Problema de salud pública

Eugenio Prieto Soto, director del Área Metropolitana, dijo que desde la primera contingencia del año, en abril pasado, no se tenían estaciones de medición habitacionales en color naranja. Agregó que la reflexión debe ser focalizada porque hubo zonas que acataron el mensaje de prevención.

“El llamado a la ciudadanía es a no celebrar quemando pólvora, reconocemos que muchas personas han entrado en conciencia y el número de lesionados ha disminuido. La irresponsabilidad es de unos pocos que deben tener una sanción social”, añadió Prieto.

Según la entidad, las personas expuestas a una quema prolongada de pólvora pueden respirar la combustión que producen los elementos con los que fabrican los artefactos. De allí se desprende que el material particulado PM2.5, prácticamente invisible, puede ingresar fácilmente a los pulmones, con efectos nocivos en la salud.

Aire más tóxico

Andrés Pareja López, director científico de la Unidad de Toxicidad Invitro de la Universidad CES, afirmó que, según mediciones internas, durante la alborada se duplica o triplican el nivel de contaminantes.

Mencionó que parte de la pólvora que se detona en la región es de baja y mediana altura (chorrillos y voladores, entre otros), lo que favorece su concentración y dificulta su dispersión, máxime en la primera quincena de diciembre cuando la nubosidad por las lluvias aún está presente.

“No existen mecanismos ni estrategias para proteger las vías áreas, ni con filtros ni tapabocas. Lo único es no quemar pólvora, suficientes problemas tenemos ya para generar otra fuente de contaminación”, criticó.

Por su parte, Juan Gabriel Piñeros, coordinador del Grupo de Salud y Ambiente de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, alertó porque los aumentos inusitados de concentración de material particulado tienen impactos agudos en la salud, así sean eventos de corta exposición.

Mencionó que pese a que la alborada es el pico máximo de detonaciones, también se registran altos indicadores durante las novenas, las finales de fútbol, la Navidad y fin de año. “Personas con alguna enfermedad de base no deberían exponerse al aire externo del hogar, igualmente los niños y embarazadas. Pero esto no puede suceder, debe ser un llamado a la ciudadanía y a la institucionalidad porque se tiene que trabajar sobre las causas y no sobre las consecuencias”, opinó.

Carlos Andrés Carvajal, presidente de la Federación Nacional de Pirotécnicos, respondió que todas las actividades humanas contaminan y que pese a que se registró un impacto ambiental en la alborada, “no se puede considerar que hubo un daño puntual. Medellín ha tenido problemas de contaminación con esmog. Se debe atacar la venta ilegal y aumentar la prevención” .