Problema de Afinia es alto consumo y no la tarifa, que bajó 20% desde 2024
Aunque desde el año pasado las tarifas cayeron en un 20%, las ciudades en las que opera Afinia son las que más gastan energía. ¿Cómo hará viable ese mercado EPM?
Comunicador Social - Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. He trabajado para medios como Radio Bolivariana y El Tiempo. Hago parte del Área Metro e investigo temas de gobierno, política, salud, servicios públicos e historia. Creo en la importancia del periodismo para vigilar al poder.
La Costa Caribe ya no tiene las tarifas de energía más caras del país. De acuerdo con los datos de Afinia, el costo unitario del kilovatio hora (CU nivel 1) se redujo 19,4% entre agosto de 2024 y noviembre de 2025 en su zona de operación, pasando de $1.122 a $904.
A pesar de esa estabilización, que regresó al Caribe al promedio nacional, las facturas siguen siendo elevadas. Pese a que departamentos como Huila hoy enfrentan tarifas más altas (el CU nivel 1 fue $1.033 en noviembre pasado), los usuarios de ciudades como Neiva están todavía lejos de pagar las abultadas cifras que predominan en Cartagena, Montería o Valledupar. ¿Por qué persiste esa diferencia?, ¿está condenado EPM a operar un mercado inviable por sus grandes facturas?
La génesis del problema
Ricardo Arango Restrepo, gerente de Afinia, señala que la fama de que en la Costa Caribe se paga la energía más cara del país debe revisarse con lupa, ya que tiene antecedentes muy ciertos, pero también muchos mitos.
Si bien el gerente advierte que por lo menos hasta el año pasado la región sí enfrentó las tarifas más caras del país, esa situación dio un giro y ahora se trata más de un asunto de la relación del usuario con el consumo.
Arango explica que el crecimiento de las tarifas ocurrió sobre todo después de la pandemia, cuando varios factores del mercado y del clima se conjugaron y dispararon los precios.
“Los efectos de la pandemia ocasionaron incrementos muy superiores a los anteriormente presentados en el Índice de Precios al Productor. Adicionalmente, esto se sumó al mayor reconocimiento de pérdidas que se dio para la región Caribe con el régimen transitorio y al efecto que tuvo el fenómeno de El Niño en el año 2024. Todo esto ocasionó que las tarifas subieran en términos generalizados en la costa”, dice Arango.
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“El reconocimiento de un mayor volumen de pérdidas por el régimen transitorio y el incremento en los contratos de largo plazo a través del Índice de Precios al Productor generó un impacto que ocasionó que las tarifas en la región Caribe fueran muy superiores. A esto se aunó la decisión específica de Air-e de recuperar la opción tarifaria muy rápidamente, lo cual subió mucho las tarifas”, anota el gerente.
La génesis del régimen especial tarifario a la que alude Arango se remonta a 2019, cuando en el plan de desarrollo del gobierno de Iván Duque se aprobó un artículo con el que se buscaba dar incentivos financieros para el mercado de la desaparecida Electricaribe, incentivando la llegada de nuevos operadores (luego Afinia y Air-e).
Las dos medidas más inmediatas de dicho régimen, que fue reglado al año siguiente por la Creg, consistieron en autorizar un esquema tarifario en el que el cobro de las pérdidas no técnicas tuviera un tope más amplio, así como una remuneración para las inversiones anticipadas.
Estas medidas, estructuradas como una ayuda para un mercado con graves rezagos en infraestructura y altos niveles de pérdidas, no obstante levantaron ampolla entre muchos usuarios, que la vieron como un mecanismo injusto y una condena a pagar una energía costosa.
Junto a ese esquema especial, el fenómeno de El Niño y su respectivo encarecimiento de la energía, disparó los precios de la energía en bolsa y por tanto las tarifas aplicadas a los usuarios.
Arango retoma y señala que por varios factores entre el año pasado y este la situación se normalizó. Primero, por la ausencia del fenómeno de El Niño, y también por un trabajo de las empresas por alcanzar una mayor cobertura en los contratos de energía a largo plazo, es decir, no depender tanto de la energía en bolsa sujeta a esas variaciones.
De igual forma, el gerente añade que los valores se aligeraron luego de que desde el Gobierno Nacional se cambiara el mecanismo de ajuste en las tarifas, antes reglado por el Índice de Precios al Productor (IPP) y ahora reglado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
“Todo ese discurso que se tejió y que parece que se enraizó en el colectivo es que las tarifas en la costa son las más costosas. Eso no es cierto hoy en día, ya que la tarifa en el centro del país, en muchos de los operadores de redes, es superior a la tarifa de Afinia. Esto es claramente demostrable a través de las tarifas publicadas por cada uno de los operadores de red”, sostiene Arango.
El problema del sobreconsumo
Bajo este contexto, Afinia advierte que el ‘chicharrón’ de fondo en la Costa Caribe colombiana son los elevados consumos de los usuarios, incluso por encima de otras ciudades con niveles de temperatura y humedad relativa iguales o más adversos.
Por ejemplo, si se hace un escalafón de las diez ciudades del país con el consumo promedio más elevado, Afinia aporta cinco de ellas: Montelíbano (2°), Cartagena (3°), Montería (4°), Valledupar (6°) y Sincelejo (8°).
“Lo que consume una familia estrato uno en Barrancabermeja, Garzón (Huila), Jerusalén (Cundinamarca), o incluso en Magangué o Mompox, es un volumen inferior de kilovatios a lo que consume una familia en Cartagena”, dice el gerente. “Esto se debe a la falta de cultura de consumo eficiente de la energía eléctrica. El verdadero problema no yace en la tarifa, sino en el consumo”, añade, explicando que por esa razón la empresa tiene su apuesta en masificar el uso de la energía prepago.
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