Antioquia

¿Qué pasa con los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos?

En Antioquia se está construyendo planta piloto para el aprovechamiento de pilas desechables

14 de noviembre de 2016

Para que nuevos habitantes no lleguen a poblar la isla de plástico asentada en el Pacífico Norte, en el mundo se desarrollan distintas alternativas de posconsumo de residuos eléctricos y electrónicos.

Los colombianos producen anualmente 11,6 millones de toneladas de basura, según Planeación Nacional. De esta cifra, solo se recicla el 17 %. Medellín produce unas 657.000 toneladas.

En el país, algunas propuestas de posconsumo nacieron antes y otras después de la obligación establecida por legislaciones del Ministerio de Medio Ambiente.

Pero no es solo el plástico, el papel o la botella la que se arroja a la basura o a la calle con la que se contribuye a la degradación del planeta. Hay otros elementos como los electrodomésticos, las toneladas de celulares y toda suerte de desechos industriales cuyo manejo, por el peligro que revisten, va más allá del reciclaje común y exige trabajos de recuperación especializados, comentó Daniel Londoño Jaramillo, gerente de puntos verdes de la empresa Lito, organización dedicada a la gestión integral de excedentes industriales y residuos peligrosos.

Lito, proyecto de ingeniería ambiental, trabaja en varias ciudades del país. Entre muchos otros productos, recicla todo tipo de elementos que cumplieron su vida útil en el sector eléctrico e industrial, como cables, chatarra, aisladores, aceites, baterías, teclados, monitores, cajeros electrónicos, tabletas y electrodomésticos caseros, entre otros.

Buena parte de estos elementos son recolectados por Lito en distintas empresas y centros comerciales, donde las personas las depositan y luego la compañía los recoge.

Como compensación verde, cada empresa donde está el punto de recolección recibe unos puntos verdes, que luego se pueden convertir en elementos de dotación que son entregados a distintas fundaciones de la ciudad o a la organización que decida el centro comercial o la empresa, pública o privada, donde esté ubicado el puesto.

“Hoy el compromiso es con la defensa del medio ambiente, lanzar a la calle o a la basura un electrodoméstico puede significar un gran daño ambiental. De ahí la importancia del reciclaje técnico”, comentó Londoño.

Reciclaje de baterías

Al finalizar este mes o a principios de 2017, en Antioquia se contará con una planta, que está en ajuste y pruebas para el aprovechamiento de las pilas primarias: control remoto, reloj despertador y de linterna, entre otras.

Marcelo Giraldo Zamora, director ejecutivo de la corporación pilas con el ambiente, sostuvo que hasta el 2015, las baterías se enterraban cumpliendo con todas las disposiciones establecidas para ello, en su momento. A partir del 2016 la norma pide alternativa local o exportarla. En Antioquia se trabaja en un piloto para aprovechar elementos como el zinc y manganeso en procesos adicionales.

Más de 800 toneladas de pilas se han recogido en los cinco años que lleva la estrategia en Colombia.

Además, a Medellín, Envigado, La Estrella y otros municipios, llegará durante este mes de noviembre, una propuesta coordinada para el posconsumo de neveras: red verde. Andrés Santana Quintero, director ejecutivo del programa posconsumo de electrodomésticos, neveras de la Andi, explicó que en Colombia se vendieron en 2015 más de un millón de neveras.

El consumidor podrá entregar la nevera en unos puntos que se dispondrán para ello o podrá solicitar la recolección en su casa.

De esta idea hacen parte 8 empresas del sector. Reúne al 98 % del mercado de refrigeración doméstica del país: tres productores nacionales y cinco importadores. Las empresas con licencia para ello recogen el aparato, extraen el gas refrigerante y la espuma de poliuretano, lo gestionan de manera ambientalmente segura. El 80 % de los componentes de la nevera se pueden reincorporar en el mercado de materias primas: chatarras, aluminios, cobres y algunos plásticos.

María del Pilar Restrepo, subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, declaró que la entidad apoya “la difusión de campañas de sensibilización y conocimiento de qué hacer con este tipo de residuos, en instituciones educativas, públicas y hogares”.

Según voceros de Tigo Une el celular está compuesto por 5 % de plástico, 10 % cerámica, 20 % cobre, 20 % otros metales (como oro o aluminio) y 5 % no metales. Esto hace que cerca del 85 % de ese aparato sea susceptible de reciclaje.