¿Qué puede hacer con los vecinos ruidosos?
Aunque hay normas para sancionar a aquellos que no respetan el sueño ajeno con sus equipos o el martilleo a deshoras, pocas veces se aplican.
Me gusta escuchar las historias de la ciudad. Hago parte del Área Metro.
Si le gusta escuchar música a todo volumen, si sus hijos corretean por toda la casa hasta altas horas de la noche, si le da por colgar un cuadro mientras sus vecinos duermen y si no le molesta correr bruscamente los muebles de la casa a medianoche, está claro: usted es un vecino ruidoso.
La falta de cultura y educación de los propietarios y arrendatarios, el desconocimiento y anonimato de los vecinos y la falta de conciencia de los residentes, son algunos de los factores que dificultan la sana convivencia entre vecinos.
Alfonso Álvarez López, director ejecutivo de Asurbe, señala que “el no saber quién está arriba o quién está abajo hace que a veces las personas no tengan ese nivel de conciencia en ser más cuidadosos con los ruidos; como no nos conocemos, nos importa poco lo que pase”.
A pesar de que las unidades residenciales cuentan con normas que regulan el ruido que producen los habitantes, esos reglamentos no siempre son respetados o simplemente no mejoran la situación.
“Nos esperanzamos en que las normas y sanciones sean las que den soluciones a esa problemática, cuando la solución real está en el nivel de conciencia que el propietario o residente tengan del impacto que sus acciones tienen en los vecinos”, afirma Álvarez López.
Un ejemplo es la música a altas horas de la noche, porque en la mayoría de conjuntos residenciales, después de cierta hora, se debe bajar el volumen. Sin embargo, en la tarde hay personas que duermen porque trabajan de noche o descansan, o porque se encuentran enfermas, pero como de día no hay tantas restricciones no se sanciona ni se llama la atención.
Jairo Giraldo, presidente de la JAL de la comuna 9, explica que en el sector las quejas por exceso de ruido son manejadas directamente en la inspección de policía, pero en las reuniones que se realizan con la comunidad los habitantes manifiestan inconformidades con vecinos, especialmente con aquellos que no dejan dormir.
Establecimientos ruidosos Los problemas de contaminación auditiva no solo se dan entre residentes. En algunos lugares de la ciudad son constantes las diferencias entre comerciantes y residentes. Amparo Gaviria Uribe, miembro de las Juntas de Acción Comunal de El Poblado, explica que son recurrentes las quejas entre vecinos por los excesos de ruido provenientes de bares y establecimientos comerciales del sector. Incluso, en el nuevo Plan de Desarrollo se ha aprobado un protocolo ambiental donde están las herramientas que se deben implementar para tener una sana convivencia.
Amparo Gaviria afirma que a pesar de la buena disposición de la Policía y las quejas presentadas, no se ven acciones legales o medidas que mejoren la situación: “Hay mucho a quién acudir, pero uno va y pone las quejas sin ver resultados y nosotros los residentes nos desesperamos, por eso nos estamos reuniendo en mesas de trabajo con Edilma Escobar, de Rumba Segura, buscando una sana convivencia, y esperamos hacerlo con todos los comerciantes que tenemos dificultades”.
¿Qué dice la Ley?
Las inspecciones de policía de la ciudad tienen un procedimiento a seguir en caso de presentar alguna dificultad con un vecino ruidoso o un establecimiento comercial que irrumpa con la tranquilidad del vecindario.
Después de recibir la información, sus funcionarios se desplazan al lugar y si es un establecimiento comercial, que son los que generan más ruido, se llevan unas actas de visita y solicitan la información al administrador o representante legal del lugar; si se detecta que el ruido es excesivo, el inspector solicita que se baje el volumen y generalmente se cumple con la indicación y se realiza un informe.
Si es una persona natural la que altera la tranquilidad, es la Policía la que va al lugar, hace un informe y se lo pasa al inspector, aunque a veces, si está disponible, este mismo funcionario acude, hace el informe y lo tramita, según la Ordenanza 18. La sanción va de 1 a 5 salarios mínimos mensuales contra el infractor que está causando el ruido y la inspección emite una resolución ordenando la multa.
Como no se permite el ingreso de los policías e inspectores a las viviendas para tomar los datos de la persona que causa alteraciones, llegan pocos informes a las inspecciones de zona y por eso no se puede hacer mucho al respecto.
Está claro que los residentes son los únicos responsables de las dificultades en el interior de sus casas y por ello siempre se debe tener en cuenta que, así como se tienen unos derechos, se debe cumplir con unos deberes, entre los que se incluye respetar y no interferir en el bienestar y descanso de los demás vecinos.