Antioquia

Santa Fe de Antioquia abrió las puertas al turismo y será centro logístico

La Ciudad Madre sigue teniendo una vocación agropecuaria, aunque servicios hoteleros y restaurantes ganan terreno. Se prevé nueva dinámica por puerto en Urabá.

La primera entrevista que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín.

04 de diciembre de 2016

Desde la Calle del Medio, y ante un intenso sol y 34 grados de temperatura, se ven las montañas, hacia el oriente y occidente. Allí, donde a la neblina le cuesta horas descubrir los cerros, día a día miles de campesinos santafereños cultivan y recogen el café.

No se ven tanto como en años pasados, pero aún hoy los arrieros y las mulas con bultos a cuestas contrastan con los carros de alta gama que transitan por las calles adoquinadas del que es considerado el centro histórico más grande de un municipio en Antioquia.

Entre semana bajan de las veredas a la plaza principal del pueblo para comercializar sus productos agrícolas, hacen estación en la Miscelánea Central o en el restaurante Pielroja y se toman un tinto o un aguardiente antes de regresar a sus fincas. Ellos representan el 60 por ciento de la economía de Santa Fe de Antioquia.

La Ciudad Madre aún vive de lo que produce la tierra. Además del café hay fríjol, maíz y frutos como el tamarindo. José Rosso, secretario de Planeación de Santa Fe de Antioquia, acepta que esa vocación pierde fuerza ha medida que el turismo gana terreno.

“Nuestro foco productivo es el desarrollo del agro, pero el 40 por ciento de la población vive del turismo y el comercio”, dice.

Y aunque la proporción de la vocación aún es pareja, los seis corregimientos y las 38 veredas del municipio han sufrido el impacto de la dinámica turística y el furor minero en localidades vecinas como Buriticá.

Actualmente, en Santa Fe de Antioquia, la Cámara de Comercio tiene 859 establecimientos registrados, 282 más que hace cuatro años.

De ese total de negocios, el 75 por ciento, unos 644, son almacenes, hoteles y restaurantes; el resto se divide entre industria y el agro. En el municipio hay 30,3 empresas por cada mil habitantes.

Será un gran centro logístico

A muchos les cuesta creer que en un municipio al que por semana, en temporada fría, llegan hasta 20.000 turistas todavía exista agricultura. La explicación, según Rosso, se da en la diversidad de temperaturas existente en los 491 metros cuadrados de zona rural (2,1 kilómetros comprenden el área urbana).

Con ese concepto coincide Edwin Santiago Rodríguez, director de la Cámara de Comercio de Santa Fe de Antioquia, quien anota que en límites con Caicedo, con un clima más templado, hay una gran producción de café de calidad.

“El cultivo de frutas, específicamente en la ribera del río Tonusco, perdió mucha fuerza por el desarrollo turístico de fincas, hoteles y segundas viviendas, proyectos inmobiliarios que se establecieron donde había sembrados”, dice.

Rodríguez, a su vez, recalca que la vocación continuará una vertiginosa transformación, que ya comenzó con el crecimiento de sectores como la construcción, debido a proyectos como las Autopistas para la Prosperidad y el túnel del Toyo.

“El municipio será un gran centro logístico. Desde aquí se podrán despachar productos hacia el Urabá para que de allí salgan por los puertos que se construirán”, apunta.

De ese potencial es consciente Édison Oquendo, uno de los comerciantes más reconocidos del municipio, y ferretero de tradición.

Él, junto a su familia, ha sido testigos del auge inmobiliario que ha traído el turismo y ahora están dispuestos a apoyar los proyectos de infraestructura que escribirán una nueva historia de la Ciudad Madre.