Seguridad

Violencia en Altavista dejó una nueva víctima mortal

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26 de agosto de 2017

A pesar del megaoperativo del pasado jueves que arrojó 34 capturas en Altavista, de cuatro combos delincuenciales, la violencia enquistada en este corregimiento del occidente de Medellín continúa dejando víctimas.

La más reciente fue Luis Alfonso Pulgarín Bernal, un hombre de 31 años al que asesinaron a bala el viernes cuando descargaba material de construcción en el sector Mano de Dios de Altavista.

El Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia, Sisc, explicó que el crimen de Pulgarín Bernal se habría ocasionado como “posible retaliación por el no pago de extorsión”, dado que la víctima se había desplazado en julio pasado de otro sector huyendo del cobro de los ilegales al mando de alias “Conejo”.

(Lea aquí Altavista, una herida que nunca cierra en Medellín)

Luego de los disparos, Luis Alfonso Pulgarín alcanzó a ser trasladado a un centro asistencial del occidente de la capital antioqueña pero falleció producto de las heridas ocasionadas por dos sujetos con armas de fuego.

De acuerdo con el Sisc, en lo corrido del año las muertes violentas en dicho corregimiento han aumentado un 75 % al registrar seis casos más que el mismo periodo del año anterior.

Las capturas

Las bandas golpeadas esta semana en el corregimiento de Altavista fueron “los Chivos”, “los Pájaros”, “Mano de Dios” y “la Lágrima”. En Belén Rincón, y sectores aledaños, cayeron integrantes de “los Joaquinillos”, “el Ñeque”, “la Sintética” y “la Capilla”.

¿Por qué se disparó la violencia en Altavista?

El último conflicto entre bandas en Altavista inició el 5 de junio pasado, luego del el asesinato de un joven de 17 años apodado “Jampi”, supuesto miembro de la banda “la Sintética”, aliada de “Mano de Dios”. Luego se recrudeció por una división interna en los combos del sector Zafra, limítrofe con el corregimiento.

Ante esta problemática, la Alcaldía decidió intervenir el territorio que fue reforzado con 200 hombres de la Policía y patrullas del Ejército. Además del aumento en el pie de fuerza, la administración municipal prometió una intervención integral con programas sociales y educativos para intentar acabar con esa violencia estructural que trae muerte, desplazamiento y zozobra.